Hace sólo un par de meses que migré este blog de Blogger a WordPress. Tengo que reconocer que estoy francamente sorprendido por su funcionamiento y las enormes posibilidades que ofrece. Lo sé, acabo de descubrir la sopa de ajo.
No es una experiencia aislada. Paralelamente, desde hace unos meses, estoy involucrado en el desarrollo de algunos proyectos web importantes. No me refiero a blogs. Hablo de sitios web pensados para soportar cientos de miles o incluso millones de visitas al mes, grandes cantidades de video, etc.
En mi ignorancia técnica hice la pregunta a los respectivos responsables técnicos de “…pero esto no es para blogs?”. Pero ellos no dudaron ni un instante respecto a WordPress. Es más, me estoy refiriendo a algunas empresas que teniendo una plataforma propia, CMS (Content Manager System) han acabado apostando por WordPress. Las razones son múltiples e interesantes:
- Hay motivación filosófica. Se trata de una plataforma GNU General Public Lincense. Es decir, el software cubierto por esta licencia es software libre y está protegido de los intentos de apropiación que restrinjan esas libertades a los usuarios.
- Una cuestión de coste. Se trata de una plataforma gratuita, con miles de prediseños gratis o de bajo coste.
- Calidad de las plantillas o templates de WordPress. Que han sido desarrolladas, diseñadas y testadas por multitud de diseñadores y desarrolladores.
- Hay un buen soporte y actualizaciones continuadas. Además está construido con standards web lo que asegura una larga vida de accesibilidad y futuros cambios de los estándares.
- Indexa y posiciona muy bien. Google se lleva francamente bien con WordPress. Está muy optimizado para darle a los buscadores lo que quieren y eso se nota en los resultados y en las visitas.
- Gestión de contenidos simple y fácil. Esencialmente WordPress es un software de gestión de contenidos. La creación de contenidos es muy simple, sin necesidad de FTP o complejos menús. Se puede crear directamente en la web, editarlo las veces que quieras. Con un sistema de archivo y organización por categorías y tags muy simple de navegar y sencillo de utilizar.
- Elevada customización. Un surtido casi infinito de plantillas, plugins y widgets que permiten cambiar de aspecto o añadir nuevas funcionalidades de forma muy sencilla y fácil. Puedes jugar literalmente con ello. Testear lo que funciona y lo que no. Las posibilidades son inmensas.
En un momento en el que cada vez prima más la rapidez de desarrollo, la simplicidad y –sobretodo- la gestión distribuida de nuestra presencia y actividad en la Red, pierde bastante sentido pretender que nuestro público se concentre en un solo sitio web. Tener una plataforma tan flexible, barata, tuneable, indexable, multipropósito y sociable como WordPress lo sitúa en una posición privilegiada. Ahora mismo, creo que una gran mayoría de proyectos harían bien en contemplarlo como su primera opción para soportar sus webs, incluidas las ‘corporativas’…
Algunos desarrolladores web lo ven como una amenaza. Otros, en cambio, están aprovechando la oportunidad. Focalizando sus esfuerzos allí donde pueden crear valor y evitan caer en la tentación de hacer trajes exclusivos y a la medida, para perpetuar su error eternamente y de paso exprimir o extorsionar con un mantenimiento y/o una evolución, a menudo imposible.
Seguramente esto explica que la reciente versión 3.0 de WordPress haya sido descargada más de 16 millones de ocasiones, que soporte el 8,5% de las webs existentes o que el 12% del millón de websites más grandes, funcione con WordPress.