A menos de una semana del primer hito del calendario deportivo de trail running, encontrarse el reportaje Ultratrails: carreras sin límite en el magazine semanal de LaVanguardia, produce un ligero cosquilleo en el estómago. Que no somos bichos raros, ya lo sabía hace tiempo, pero tener la consideración de un medio tan conservador como este… ¿estará cambiando algo?
Quizás la respuesta la encontremos en la búsqueda de nuevos espacios mentales personales. Espacios que reequilibren nuestra existencia, más allá de lo profesional. El auge del running no es una anécdota ni una moda, es una realidad. Éste es un buen caldo de cultivo de futuros “ultra-runners”, pero no es la única razón. Atreverse más allá de la distancia de una maratón, aunque sea en la modalidad ca-co (caminar, correr), además de gustarte la montaña, hay que pensarse muy en serio lo que implica.
El próximo sábado se celebra la Ultra Trail BCN y es, según el calendario de los que formamos el grupo be3ultra, el primer “entreno-tirada larga” serio de la temporada. Nos hemos inscrito a la carrera mediana (Half Trail BCN). Por tanto solo serán 73 kms de recorrido y un desnivel positivo de 3.100 metros que transcurrirán por senderos y pistas de montaña del Parc Natural del Garraf.
Los grandes objetivos de la temporada siguen siendo Emmona (16-17 de junio) y la Cavalls del Vent (29-30 septiembre) conjuntamente con Toni Martí, Ciriac Alegre y –espero convencer- a Christian Salvans al menos para que se apunte a alguna de ellas además de la Half del sábado.
La divisa del be3ultra es “Un paso más hacia adelante siempre es posible” (Made in Toni). Nos une a quienes, con independencia de su actividad profesional y familiar, somos capaces de dedicar una media entre 5 y 10 horas semanales al entrenamiento. La satisfacción de planificar la temporada, marcarte hitos, de entrenar, de reírnos mucho de nosotros mismos. Lo cierto es que mientras, con la excusa, sacamos punta a nuestra preparación física. Somos disciplinados, perseverantes y nos exigimos mucho. Aunque sabemos que de la afición a la obsesión hay un paso, que no nos va la vida en ello y que queremos seguir practicando deporte durante muchos años más.
Entonces, me preguntan ¿Por qué la locura e intensidad de estos desafíos? No tienes suficiente con correr una maratón de vez en cuando? Mi Respuesta? No, no tengo suficiente y además no es nada comparable. Son disciplinas muy diferentes. Los entrenamientos son diferentes, la experiencia es radicalmente distinta. Las ultra trail son una experiencia más extrema. Correr por la montaña 12, 20 ó 30 horas, de día o de noche, no puede parecerse a correr por el asfalto de una ciudad durante 3 ó 4 horas. Sabes que te va el trail cuando llegas a desear salir a entrenar con una ligera lluvia, para saborear mejor la montaña.
Mi curriculum de ultra trails es muy escueto, pero suficiente para hablar por experiencia. Cuando crees que has llegado a tu límite físico, experimentas una nueva zona pilotada por la mente e intensa en sensaciones. Cualquier acción que no sea correr o andar, cuesta horrores. La noche crea unos momentos increíbles. Soledad, misticismo, introspectiva, sufrimiento, instinto de supervivencia. Compartes momentos imborrables con amigos o desconocidos. Imagino las impresiones del voluntariado en algunos avituallamientos, cuando aparecemos los “zombis con dorsal”. Deben ser alucinantes. Aunque no tanto como nuestra sensación de correr por la montaña desconocida y oscura, bajo la tenue luz de un frontal, tratando de no tropezar, torcerte un tobillo o simplemente seguir de pié y avanzando con más o menos rapidez.
Es difícil argumentar el por qué participamos en carreras de ultra trail. Quizás porque nos demostramos que cualquier otra experiencia cotidiana parece insignificante y cualquier “esfuerzo” cotidiano aparece como anecdótico.
Por encima de todo, los ultra trails te demuestran de forma directa e inequívoca, que todos y cada uno de nosotros, podemos llegar mucho más lejos de lo que nosotros mismos nos imaginamos. E infinitamente más lejos de lo que habitualmente la sociedad nos da a entender.