Desde fuera y con la perspectiva de marketing, la operación tiene todo el sentido. La multinacional centrará todos sus esfuerzos en dos marcas de productos y servicios: MoviStar (España y Latinoamérica) y O2 (resto de países), relegando la marca “
Telefónica” como enseña institucional.Es un movimiento similar a la optimización de marcas que en su día realizó
Vodafone o también Orange, nombre bastante más atractivo que France Telecom.No sé a ti, pero a mi me sorprende que este episodio haya levantado tan poca pasión e interés. Una compañía con presencia en 25 países, que factura 43.000 millones de euros y tiene más de 250 millones de clientes y que ha sido el anunciante con mayor inversión publicitaria durante el 2008 en España (173 millones de €) ¿un cambio de marca pasará casi desapercibido?
Nos pasamos horas en blogs y foros, comentando videos absurdos colgados en Youtube y luego pasamos de semejante movimiento estratégico. Para mí, esta actitud es un misterio…
Mejor suerte ha tenido el anuncio de que
Telefónica reducirá hasta 20 euros la factura de los clientes en paro. Sólo apto para clientes titulares con más de seis meses de antigüedad (al menos no aplican la lógica perversa de “sólo para nuevos clientes”). Aunque la iniciativa tiene un tope de máximo 250.000 clientes beneficiados, es de agradecer.Entiendo que para el consumidor tenga más interés esta noticia que el cambio de marca. Pero es sorprendente que entre la comunidad marketiniana, este anuncio táctico genere más debate. Desde luego, cada vez entiendo menos esto del marketing.