Con los datos en la mano (evaluaciones de los asistentes), el
Máster está consiguiendo un nivel de notable alto-excelente. Las cifras de matriculaciones acompañan y –lo más importante- es la sensación de que cada edición conseguimos subir un peldaño en la mejora de la experiencia del alumno y en la entrega de valor final.Entre el grupo fundador del programa siempre hemos tenido la aspiración de convertirlo en referencia internacional en marketing directo y digital. Contar con la potente plataforma del
Idec-UPF ha supuesto una enorme ventaja. Sin el prestigio y la titulación de esta universidad habría sido muy difícil arrancar.Pero como siempre, para competir algún día por el top of mind tenemos que tener suficiente visibilidad y reputación. Imprescindibles para convertirnos en un auténtico puente entre el mundo docente/universitario y la industria, la profesión. Algo realmente al alcance de la mano porque prácticamente todo el claustro de profesores son reconocidos empresarios o profesionales en activo.
No obstante, el master tiene que seguir avanzando en tener –dentro del
Idec-UPF– un perfil suficientemente diferenciado. Una voz propia, diferente al sonido corporativo y oficial, que tanto cuesta aproximar a la realidad cotidiana.A menudo es muy sano y esclarecedor revisar las tesis del Cluetrain Manifesto.
En un mundo hiper-conectado, donde cada vez hay menos secretos, necesitamos aligerarnos un poco, y tomarnos menos seriamente. Una afirmación que podría provocar taquicardias a algunos habitantes de las universidades. Hablo en general, pero es que el lenguaje inflado y pomposo que a menudo se utiliza (en la prensa, en conferencias, en folletos) ¿qué tiene que ver con nosotros?
Hablo del fondo, pero muy especialmente de la forma. Usar un lenguaje menos formal y arrogante contribuye a acercarnos a nuestro público. No hablo de magia, me refiero a hablar con una voz humana, capaz de compartir las preocupaciones de nuestra comunidad, basadas en el diálogo, en conversaciones humanas acerca de inquietudes humanas. Nosotros somos y formamos parte de esa comunidad.
Los mercados no quieren conversar con charlatanes y vendedores de feria. Quieren participar en las conversaciones tras la pared de protección institucional. Y como afirman en el Cluetrain Manifiesto “La comunidad del diálogo es el mercado” y “las compañías que no pertenecen a una comunidad de diálogo, morirán”
Esa conversación abierta, sin barreras, es más interesante que la mayoría de las ferias comerciales, bastante más entretenida que un folleto y ciertamente más apegada a la vida real que cualquier web corporativa… Nada más.
Y hoy, en vísperas de la Navidad, momento de reunión familiar, de alegría pero también de introspección, reflexión y buenos propósitos, permíteme un párrafo de Luís Foix (“
Valores y conductas”) leído ayer: “Una sociedad más justa, que no igualitaria, en la que los valores del esfuerzo, la honradez, la capacidad inventiva y de producción sean capaces de crear una sociedad más libre, que es la que siempre genera más progreso”.Feliz Navidad / Bon Nadal