La señal de la madurez del social media no se alcanza porque lo decida el editor de Wired, sino porque se observa en numerosos detalles e iniciativas. La tendencia parece imparable y los datos no dejan lugar a dudas. La primera demostración: por primera vez, los internautas estadounidenses pasan más tiempo en Facebook que en Google. Los datos de ComScore son relevantes, los usuarios de internet en Estados Unidos pasan 41,1 millones de minutos, el 9,9% de su tiempo de navegación, en Facebook. En Google (Youtube, Gmail o Google Maps), se “reduce” a 39,8 millones de minutos, lo que reduce el porcentaje al 9,6% del tiempo de navegación.
Pero la madurez no es sólo cuestión de audiencia o número de usuarios. Si en el social media el esfuerzo colectivo, la democratización y el compartir, son señas de identidad, hasta que no se consolide una modelo económico que lo sustente, no alcanza su mayoría de edad.
Algunos movimientos pueden ser sutiles, pero son poderosos porque suponen auténticos cambio de las reglas de juego respecto a la “anterior etapa”. Por eso me llamó la atención hace unos meses el proyecto de AdMan, liderado por Marcos Luengo, pagar a los usuarios por algo que llevan tiempo realizando, recomendaciones a sus amigos y contactos.
Da igual si se trata de tu blog o de tu perfil en Facebook, Twitter o Tuenti. Si tus recomendaciones son una buena fuente de información y/o inspiración, mereces ser recompensado por ello. Si ya hace tiempo que el rol de recomendador estaba compartido con un creciente número de usuarios, es lógico que siga creciendo -probablemente se especialice- gracias a iniciativas como AdMan.
Tal como me explicaba Marcos, todo un ‘dinosaurio de Internet’ con el que he tenido el privilegio de trabajar en etapas anteriores y que ahora cuento como uno de los tutores del Máster, “la idea nació hace aproximadamente 9 meses, al principio apostamos por un software propio y descargable (es decir residente) y lo estuvimos desarrollando durante 4 meses. En ese periodo fuimos haciendo pruebas de concepto con usuarios reales y finalmente nos dimos cuenta que su usabilidad no era buena ni práctica para el usuario. Una aplicación que no fuese user friendly para el usuario era un error seguro e iba en contra de nuestra filosofía, así que en ese momento tomamos la decisión (no fue sencilla por el dinero y tiempo que llevábamos invertido) de parar y volver a empezar de cero para desarrollar la tecnología que ahora acabamos de lanzar”.
Y lo han conseguido. En realidad hay que hacer pocas cosas de más, sólo instalar un simple plugin en tu navegador. Un pequeño gesto para empezar a ganar dinero por algo que hasta ahora el usuario hacía gratis. AdMan es un pequeño gran cambio.