Decía el conejo Tambor, popular personaje Disney en la clásica cinta de Bambi, que “Si al hablar no has de agradar, te será mejor callar”. Algunas veces el silencio puede ser una alternativa estratégica, otras debería ser la única estrategia posible.
La pasada semana asistía invitado, a una reunión de reflexión sobre la estrategia digital en una importante compañía industrial que cotiza en bolsa. La preocupación de la dirección de comunicación, era entender si debía dar o no el paso hacia los social media, entender el por qué, el qué y el cómo.
Se trataba de una primera aproximación, informal pero intensa. Se suponía que yo era la parte que tenía que argumentar “a favor” del uso del social media. A media reunión, después de escuchar atentamente la historia, actitud corporativa y argumentos comunicacionales, empecé a defender el “no lo hagáis”. Me parece descabellado meterse en la arena del social media, sin ninguna convicción corporativa, con ningún interés por experimentar e innovar, y extraordinariamente temerosos de las consecuencias,..
En una estrategia maniatada, incapaz de construir en positivo, lo mejor es pasar de puntillas y limitar la comunicación a los canales tradicionales y al colegueo con los medios y periodistas de siempre. Y así se lo transmití.
Es más honesta esta actitud, que sacar pecho a destiempo, equivocadamente y con un elevado riesgo de quedar con las vergüenzas al aire. El ADN es el que es, y no se cambia de un día para otro, a golpe de campaña publicitaria. Aunque éstas sean muy esmeradas y políticamente correctas.
Eso es justamente lo que pensaba cuando veía la campaña de Endesa y su “actitud azul”. Incluso resulta divertido tratar de calcular el fastuoso dispendio publicitario a golpe de GRPs. La filial española de Enel, desde su enorme sede social del Campo de las Naciones, ha optado por añadirle una capa de maquillaje (más o menos gruesa) a su realidad.
Cuando el creativo de turno escribió “La nueva actitud de Endesa: luz, gas y personas”, seguramente tenía muy presente que habla desde uno de los principales actores del lobby pro-nuclear, la misma que acumula una respetable cantidad de denuncias, o la que está acusada (s/Joan Boada, Secretario de Interior de la Generalitat) de construir torres eléctricas con material en desuso. Sí, me refiero a aquel famoso episodio de hace poco más de medio año que dejó a más de 200.000 abonados sin luz en pleno temporal de nieve.
Resulta fascinante y admirable el proceso de reinvención al que se ha sometido Endesa. En un tiempo récord, y después de que más de 70 alcaldes de las poblaciones gerundenses –los más afectados por el temporal- pidiesen a la Generalitat que momentáneamente asumiera la gestión de Endesa para salir de esa crisis (hay que estar muy desesperado para confiar de esa manera en la Administración).
Pues nada, hay que sacar pecho y usar armamento pesado. El texto del anuncio no tiene desperdicio. Parece escrito a medias entre Muhammad Yunus y Guy Kawasaki “Cada vez que hacemos click, encontramos una manera diferente e inteligente de hacer las cosas. Cada vez que hacemos click, construimos una actitud basada en la mejora continua, en la búsqueda incesante de nuevas fórmulas, una actitud que potencia la innovación como motor de progreso”.
Gracias por iluminarnos Endesa.