En un mundo cada vez más dominado por la lógica mercantilista, donde la utilidad y la rentabilidad económica se han convertido en los principales criterios para valorar cualquier actividad, el libro La utilidad de lo inútil de Nuccio Ordine emerge como una reflexión necesaria y urgente.
Ordine desafía la tendencia actual de medir el valor de la educación y la cultura únicamente en términos económicos, abogando por la importancia de los saberes humanísticos que, aunque no generen beneficios materiales inmediatos, son esenciales para el desarrollo integral del ser humano y la sociedad.
En un contexto donde las universidades se están transformando en empresas y los estudiantes en clientes, y donde el afán de posesión amenaza con destruir valores fundamentales como el amor y la verdad, Ordine nos invita a redescubrir la riqueza de la literatura, el arte y la filosofía.
Estos saberes, considerados «inútiles» por no contribuir directamente al crecimiento económico, son en realidad cruciales para alimentar la mente y el espíritu, promoviendo una comprensión más profunda del mundo y de nosotros mismos. En este sentido, el libro de Ordine es un llamado a reconsiderar nuestras prioridades y a valorar el conocimiento por su capacidad de enriquecer nuestras vidas y fortalecer nuestra humanidad.
El libro está estructurado en tres partes principales:
La importancia de los saberes humanísticos en un mundo mercantilista
En La utilidad de lo inútil, Nuccio Ordine argumenta que la literatura y los saberes humanísticos tienen un valor intrínseco que va más allá de la utilidad práctica inmediata, defendiendo su capacidad para enriquecer la vida humana. Ordine critica la lógica mercantilista que domina la sociedad actual, donde todo se mide en términos de rentabilidad económica y utilidad práctica, relegando a un segundo plano las disciplinas que no generan beneficios materiales directos, como la literatura, el arte o la filosofía.
Según Ordine, estos saberes, aunque considerados «inútiles» por no contribuir directamente al crecimiento económico, son esenciales para alimentar la mente y el espíritu, promoviendo una comprensión más profunda del mundo y de nosotros mismos. Ordine subraya que el verdadero amor al conocimiento es desinteresado y que la búsqueda del saber por el saber mismo es una actividad enriquecedora que fomenta el pensamiento crítico y la creatividad.
A través de citas de autores clásicos como Aristóteles y Montaigne, destaca que estas disciplinas permiten una reflexión más profunda y crítica sobre la existencia humana, ayudando a desarrollar una perspectiva más amplia y enriquecedora de la vida. En un mundo cada vez más obsesionado con la eficiencia y el beneficio económico, Ordine nos invita a redescubrir el valor de la contemplación desinteresada y el afán de saber, argumentando que estas actividades son fundamentales para mantener nuestra humanidad y evitar la deshumanización de la sociedad.
Además, Ordine advierte sobre los peligros de una educación que se centra exclusivamente en la utilidad económica, señalando que esto puede llevar a una sociedad deshumanizada y carente de valores esenciales. Propone que, al valorar y fomentar los saberes humanísticos, se puede lograr un equilibrio que permita el desarrollo integral de los individuos y una sociedad más justa y equitativa.
En resumen, Ordine nos desafía a reconsiderar nuestras prioridades y a reconocer el valor intrínseco de los saberes que, aunque no sean rentables, son vitales para una vida plena y significativa.
La mercantilización de la educación: Universidades como empresas
En La utilidad de lo inútil, Nuccio Ordine critica la transformación de las instituciones educativas en entidades mercantilizadas, un fenómeno que ha llevado a que las universidades se gestionen cada vez más como empresas y los estudiantes sean tratados como clientes. Esta visión empresarial de la educación prioriza la rentabilidad económica y la eficiencia, relegando a un segundo plano el verdadero propósito de las instituciones educativas: el desarrollo integral del individuo y la promoción del conocimiento desinteresado.
Ordine argumenta que esta tendencia reduce la educación a un simple intercambio comercial, donde los títulos se convierten en productos y los estudiantes en consumidores que buscan obtener un retorno de inversión en forma de empleo y beneficios económicos.
Este enfoque mercantilista, según Ordine, desvirtúa el sentido profundo de la educación, que debería enfocarse en formar ciudadanos críticos, creativos y comprometidos con la sociedad, más allá de las competencias laborales específicas. Al tratar a los estudiantes como clientes, las universidades tienden a ofrecer programas y cursos que son más atractivos desde un punto de vista comercial, en lugar de aquellos que fomentan un pensamiento crítico y una comprensión profunda de la cultura y la sociedad. Esto puede llevar a una homogeneización de la oferta educativa, donde se priorizan las disciplinas más rentables en el mercado laboral, en detrimento de las humanidades y otras áreas del saber que no generan beneficios económicos directos.
Ordine advierte que esta lógica empresarial puede tener consecuencias negativas a largo plazo, tanto para los individuos como para la sociedad en su conjunto. Al centrarse exclusivamente en la utilidad económica, se corre el riesgo de formar generaciones de profesionales altamente especializados pero con una visión limitada del mundo y una falta de compromiso con los valores humanísticos y éticos.
En este sentido, Ordine aboga por un retorno a una educación que valore el conocimiento por sí mismo y que fomente el desarrollo integral de los estudiantes, preparándolos no solo para el mercado laboral, sino también para ser ciudadanos comprometidos y conscientes de su papel en la sociedad.
El peligro del afán de posesión: Destrucción de la dignidad humana
En La utilidad de lo inútil, Nuccio Ordine explora en la sección Poseer mata cómo el afán desmedido de posesión puede erosionar la dignidad humana y socavar valores esenciales como el amor y la verdad. Ordine argumenta que en la sociedad contemporánea, dominada por el consumismo y la acumulación de bienes materiales, el valor de una persona a menudo se mide por lo que posee en lugar de por lo que es. Este enfoque materialista puede llevar a una deshumanización progresiva, donde las relaciones humanas se vuelven superficiales y utilitarias, basadas en intereses económicos más que en la autenticidad y el afecto genuino.
Ordine señala que el deseo de poseer, cuando se convierte en el motor principal de la vida, puede destruir la capacidad de las personas para experimentar y valorar el amor verdadero. En lugar de cultivar relaciones basadas en la empatía y el respeto mutuo, las personas pueden llegar a ver a los demás como medios para alcanzar fines materiales. Este tipo de relaciones instrumentales carecen de profundidad y pueden llevar a una sensación de vacío existencial, ya que el amor genuino no puede florecer en un entorno donde predomina la lógica de la posesión.
Además, Ordine advierte que el afán de poseer puede distorsionar la búsqueda de la verdad. En un contexto donde lo que importa es acumular bienes y poder, la verdad puede ser manipulada o ignorada si no sirve a los intereses materiales. Esto puede tener consecuencias devastadoras para la sociedad, ya que la verdad es un pilar fundamental para la justicia, la confianza y la convivencia pacífica. Cuando la verdad se subordina al interés personal, se debilitan los cimientos éticos y morales de la sociedad, lo que puede llevar a la corrupción y al deterioro de la vida comunitaria.
En resumen, Ordine nos invita a reflexionar sobre cómo el afán de posesión, cuando se convierte en un fin en sí mismo, puede deshumanizar a las personas y socavar los valores que son esenciales para una vida plena y significativa. Propone que, en lugar de centrarnos en lo que podemos poseer, deberíamos valorar más lo que podemos ser y cómo podemos contribuir al bienestar de los demás, promoviendo una cultura de generosidad y autenticidad que fortalezca la dignidad humana y los valores fundamentales.