No es ninguna tontería. De hecho tampoco es novedad. Escribo sobre el tema porque Alfons (el linuxero de la familia), sabe que me van estos temas y me lo comentó.
Alfons está acabando su doctorado en el grupo de Química Computacional del ICIQ. Están decididos a aprovechar la potencia de cálculo de estas pequeñas bestias que son las PS3, pero como sustitutos de los ordenadores convencionales.
En el mundo de la química teórica su laboratorio es una sala de máquinas (un cluster de ordenadores) que se pasan el día haciendo cálculos. El procesador que lleva la PS3 es mucho más potente que los ordenadores habituales…. pero es bastante más barato (sólo 599 €) que cualquiera de los ordenadores que actualmente emplean en su cluster.
O sea que tal como me indica Alfons es cuestión de sacarle partida al Cell processor, un invento de IBM que ya se ha probado en el Mare Nostrum. Su proyecto pasa por probar y adaptar el software que usan habitualmente previa instalación de Linux, claro.
Para poner un poco más de salsa al asunto, Alfons y su compañero Pere se dedicarán a escribir en un blog ad-hoc para contar su experiencia.
También me comentaba que hay otro proyecto desarrollado por el grupo del IMIM que propone hacer uso de las horas muertas (cuando no juegues) de las PS3 para cederla remotamente a la ciencia. El proyecto funciona y hace pocos meses que se ha abierto al público…
Ahora ya tengo una buena justificación -y muy racional- para hacer un upgrade de la PS2 de mi hijo Eric, y pasarnos definitivamente a la PS3… ¿Y qué hay de la WII?