Pep Guardiola nos ha vuelto a sorprender a todos. Ayer saltó la noticia que Guardiola justifica el descarte de Eto’o por una cuestión de feeling. En pleno inicio del culebrón futbolero de pre-temporada, y en su primera rueda de prensa, lo dejó claro: «No existen razones futbolísticas objetivas para no desear la continuidad del delantero camerunés«, aclaró el técnico del Barça.
Con independencia que se fiche o no a Zltan Ibrahimovic, ¿es noticia que Pep Guardiola aporte un poco de sentido común a la cosa futbolera? Sí.
No sé si reeditará el triplete, ganará algún título o lo echarán a mitad de temporada, pero sólo por su sentido común, eleva el fútbol a actividad civilizada. Habla en primera persona y sin ánimo de sentar cátedra.
«Así lo veo por mi experiencia futbolística. Ese es el motivo, no otro. La razón fundamental es que el entrenador no está para cambiar el carácter de un jugador, sería más sencillo tomar otra decisión. Siento que es lo mejor para el equipo, para el club, pero no me atrevo a decir para Samuel. Estoy muy agradecido a Samuel, no por este año, sino por los cinco que lleva aquí. Veremos cómo acaba la situación«, indicó.
Pep es bastante más sincero que Laporta. El entrenador ya no lo quería la temporada pasada y tuvo que tragar. No le quedó más remedio. Aunque a la vista del triplete, parece que la jugada le salió bien. Pero su responsabilidad es colectiva, la del equipo.
Eto’o marcó muchos goles porque es un grandísimo jugador, pero sobretodo porque aprovechó el juego del equipo, un proceso colectivo. No lo pudo realizar él solo. Cada cual aporta sus habilidades, sus características físicas, su colocación en el campo, su visión de juego y sus motivaciones. La forma de interactuar estos individuos para formar una colectividad puede ser positiva o no. Está claro que la de Eto’o no siempre fue positiva.
Al entrenador no le pagan por mantener a una prima donna. Ya hay demasiados ejemplos a nuestro alrededor, en el mundo empresarial. Aunque es en el deporte, y especialmente en el fútbol, donde se sublima esta circunstancia. Hasta el punto que a menudo empequeñecen el film de Federico Fellini, “Y la nave va”, magnífica sátira a las rivalidades entre prima donnas.
Nos han acostumbrado a que la cosa del fútbol, no vaya más allá de estampar un bonito Ferrari, de quejarse por no jugar o de prolongar unilateralmente las vacaciones. Sino, no se entiende que volver antes de hora a los entrenamientos, sea un hecho insólito. Como ayer, que fue “noticia” que Leo Messi, adelantara el final de sus vacaciones para empezar a trabajar ya con sus compañeros.
Suena como una anomalía que uno de los mejores jugadores del mundo, vuelva pronto al tajo. ¿Acaso no es uno de los mejor pagados? ¿No es esa su responsabilidad?
Pero no nos engañemos, el fútbol, como muchas cosas en la vida, va del trabajo y el esfuerzo colectivo. No de soportar a prima donnas. Unos le llaman feeling, yo lo llamo hacer equipo.