Leo que Eugenia Bieto (Barcelona, 1951) dirigirá ESADE los próximos 8 años. La hasta ahora subdirectora general de Esade, se convertirá en la única directora general de una de las grandes escuelas de negocios europeas. Un hecho que en Estados Unidos ya es bastante habitual. Así algunas de las principales instituciones están gestionadas por mujeres como Drew Gilpin Faust, al frente de la Harvard Business School; Susan Hockfield, en el Sloan Center del MIT, y Sharon Oster, actualmente decana de la Yale School of Management.
No conozco a Eugenia Bieto, pero que fuera directora del Centro de Iniciativa Emprendedora entre 1997 y 2008 dice mucho de ella y de Esade.
Los que me conocen saben que no soy sospechoso de feminismos. No tengo muy claro la necesidad de un Ministerio de Igualdad, pero ni me molesta ni lo critico. Además, puestos a reflexionar, probablemente haya Ministerios (en plural y en masculino) más inútiles. No obstante, discrepo profundamente respecto a la llamada ‘cuota femenina’ ni por real decreto ni por estética.
Hay desigualdades, estamos de acuerdo. En el ámbito de la empresa de forma exagerada. Como cuenta Román Orozco (‘Mujeres al poder’) “la discriminación es un crimen: en los consejos de administración de las firmas europeas que cotizan en bolsa solo hay un el 11% de mujeres. En el selectivo Ibex 35 español, ese porcentaje se reduce al 8,5%. Para qué seguir”.
La tradición es obstinada y las inercias rancias son difíciles de cambiar, pero soy optimista. No por presiones feministas, sino por su capacidad y la evidencia de sus méritos. Reconozcámoslo, en una gran mayoría de ocasiones ellas están mejor preparadas.
Conozco personas extraordinarias. Algunas de ellas son mujeres. Con algunas incluso he tenido el placer de trabajar. Y no tengo ningún género de duda, son muy capaces de ocupar cualquier puesto de responsabilidad. La pregunta es ¿Cuándo tendremos a una mujer como presidenta del Gobierno? Y de la Generalitat? Y de Telefónica? Y de LaCaixa?