Cuando todavía es reciente la bajada de precios del iPhone, Steve Jobs vuelve a demostrar su poca sensibilidad inutilizando los iPhone liberados. Probablemente se trate de una nueva petición de sacrificio y penitencia, para demostrar la devoción incondicional a la marca.
No sabemos cuantos son los afortunados (¿cientos? ¿miles?). Lo que cuenta es que Jobs ha cumplido su amenaza. Ha castigado a los hackers lanzando una actualización de software que deja inutilizados los aparatos que hayan sido liberados.
Bromeaba con un amigo cuando me enseñaba orgulloso, esta semana, su iPhone (la verdad es que es precioso). Le animaba con ironía que aprovechara las últimas horas de vida útil del aparato. En cuanto mi amigo se instalara el citado software, cual castigo divino, adiós iPhone.
Él respondía confiado que la instalación es voluntaria. Se resignaba a renunciar a las nuevas funcionalidades que prometía el update. El acceso vía wi-fi a iTunes, la tienda online de Apple, y algún parche de seguridad. O sea, condenado a no poder hacer ninguna actualización de software, jamás. Increíble.
Como decía, la amenaza se ha confirmado. Los primeros usuarios que han probado el software señalaron que algunos teléfonos liberados quedaron totalmente inutilizables, mientras que otros seguían funcionando, pero sólo con la obligada tarjeta SIM de AT&T.
Además, para redondear la amenaza, Apple ya había advertido de que la liberalización del iPhone podría suponer daños irreparables no cubiertos por la garantía.
Quizás la arrogancia de Apple, se deba a que la mayoría de los iPhones liberados están siendo utilizados en Europa, donde no llegará hasta finales de año. ¿Habría actuado igual si la mayoría hubiera sido en EEUU?
Parece pues que su incursión en el mundo de la telefonía sólo le sienta bien a su cuenta de resultados (al menos de momento) porque su fiel parroquia tiene motivos para empezar a estar algo más que molesta.
Lamentablemente y contra mi propio pronóstico, Apple en lugar de apple-izar al sector de telefonía, se está telefonizando. Preocupante.