El espacio nos permite generar conocimiento sobre nuestro planeta, nuestro sistema solar y más allá. Aprovechar este entorno permite nuevas perspectivas y una comprensión más profunda de nuestro mundo y sus necesidades cambiantes. Los satélites que orbitan la Tierra se han convertido en herramientas indispensables para la humanidad, especialmente como proveedores de datos. Estamos viviendo una nueva era de desarrollo espacial (New Space Economy) donde todos nos estamos beneficiando de un acceso a datos a un muy bajo coste.
Los datos que provén los satélites hacen posible nuestro estilo de vida
En nuestro modo de vida actual, un día sin satélites sería complejo un día complejo. Sin conexión a Internet, sin actualizaciones meteorológicas, sin telefonía móvil, sin GPS, transacciones solo en efectivo, sin poder viajar en avión. Esta breve lista solo es la punta del iceberg cuando se considera la cantidad de tecnología e infraestructura, tanto a nivel nacional como mundial, que depende de los satélites en la actualidad. Las industrias, los gobiernos, las empresas grandes y pequeñas y los civiles sentirían los efectos; la mayor parte del mundo estaría paralizado. Los desafíos a los que enfrentaríamos sin satélites serían paralizantes para nuestras vidas en la Tierra.
En respuesta a los muchos desafíos que enfrentan nuestra población y nuestro planeta, las iniciativas de satélites financiadas por capital riesgo están cambiando las cosas con las capacidades existentes y prometidas. Empresas de todo el mundo están trabajando para encontrar soluciones para brindar conectividad al planeta, preservar el medio ambiente de la Tierra y mejorar diversas industrias.
El sector de los satélites está lleno de oportunidades, proporcionando inmensos beneficios económicos y sociales que van desde la navegación hasta la predicción del tiempo y la ayuda en casos de desastre.
Constelaciones de satélites para la conectividad… terrestre
Aunque en muchas otras áreas del mundo es imposible imaginar un mundo sin Internet, la impactante verdad es que casi el 50% de la población de la Tierra vive sin conexión a Internet y no puede pagar los servicios satelitales tradicionales a los niveles de precios actuales.
Sin embargo, ahora hay un movimiento creciente para cambiar ese hecho a través de aplicaciones satelitales. Muchas empresas de New Space tienen la intención de utilizar constelaciones de satélites para ofrecer Internet a quienes no tienen conexiones regulares y fiables.
Una constelación de Internet por satélite es una constelación de satélites artificiales que proporcionan un servicio de Internet por satélite. En particular, el término ha llegado a referirse a una nueva generación de constelaciones muy grandes (a veces denominadas mega constelaciones) que orbitan en la órbita baja de la Tierra (LEO) para proporcionar un servicio de Internet de baja latencia y gran ancho de banda (banda ancha).
Los proyectos de las empresas Starlink (división de SpaceX), Oneweb y Amazon quieren conectar a todo el planeta con mejores servicios de internet a través de redes de satélites. Organismos como la Agencia Espacial Europea creen que este tipo de proyectos traerán ventajas en campos como las comunicaciones, la banca digital o el transporte aéreo, marítimo y terrestre.
Satélites que nos preparan para un desastre
La tecnología satelital tiene el poder de proporcionar datos cruciales cuando ocurre un desastre. Los satélites se ubican de forma segura sobre la atmósfera de la Tierra y pueden producir información macro actualizada sobre vastas ubicaciones geográficas. Estos datos, combinados con técnicas de análisis de vanguardia, como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, brindan información importante sobre un desastre natural. Por ejemplo, Descartes Labs, una empresa de tecnología de Nuevo México, utilizó el aprendizaje automático para analizar la información obtenida de los satélites durante el huracán Harvey para detectar con precisión las zonas de inundación. Esta nueva aplicación utilizó datos satelitales de radar de apertura sintética para mirar a través de la capa de nubes y lograr una identificación de inundaciones casi en tiempo real. Luego, los funcionarios podrían priorizar las regiones pobladas con fuertes inundaciones durante los procedimientos de socorro.
Con el tiempo, se espera que se puedan utilizar técnicas similares para predecir otras variables inciertas de los huracanes, como la fuerza cuando están cerca de tocar tierra. Es difícil saber si un huracán ganará o perderá fuerza cuando se acerque a tierra. Una predicción más precisa podría salvar vidas y propiedades.
Sin embargo, los datos satelitales no solo son útiles para los huracanes. Puede rastrear incendios forestales y medir sus temperaturas. Esta información se puede utilizar para predecir rutas y áreas potencialmente afectadas. Entonces, las personas pueden evacuar de manera segura y oportuna cuando sea necesario. En el futuro, los equipos de sensores en los satélites podrían llegar a ser tan precisos que los incendios más pequeños se detecten instantáneamente y los bomberos puedan contenerlos antes de que se conviertan en una amenaza.
Además, los satélites permiten que los socorristas se comuniquen en momentos en los que las formas terrestres de comunicación no funcionan. También proporcionan a los equipos de respuesta la información que necesitan para planificar qué áreas son las más necesitadas. Todo esto se suma a que la tecnología satelital es un componente vital para el presente y el futuro de los esfuerzos de socorro en casos de desastre.
Otros de los avances serán los sistemas de alertas automáticas, como el “Smart Tasking” de la NASA, que permitirá ganar tiempo en la detección y la rapidez de respuesta. “No podemos detener los peligros naturales, pero podemos limitar su impacto en las poblaciones humanas ejecutando una respuesta rápida y eficaz” afirma Cathleen Jones, investigadora de la NASA Jet Propulsion Laboratory (JPL).
Otros usan datos satelitales y seguimiento para ayudar a controlar los brotes de enfermedades y virus, y luego ayudar a erradicarlos. Es destacable la iniciativa ICARUS (el International Cooperation for Animal Research Using Space) que permite conectar la vida animal a Internet, para que los científicos puedan rastrear y salvar la vida silvestre. Así se puede cambiar por completo la forma en la que ayudamos a los animales a luchar por su propia supervivencia. Gracias a una nueva antena, instalada en la ISS por una misión rusa en 2018, se pueden controlar grandes poblaciones de animales en la sabana africana, o el seguimiento en tiempo real de las migraciones de distintas especies de aves cambiará por completo.
El sistema, que se comunicará con una nueva generación de chips inteligentes, no se limitará como hasta ahora a determinar la geolocalización de los distintos individuos que se rastrean, sino que será capaz de acceder a un conjunto mucho mayor de datos, incluyendo algunos tan interesantes como la fisiología del animal (temperatura corporal, ritmo cardiaco…) que se monitoriza y su entorno. Esta tecnología facilitará tremendamente el trabajo de científicos, conservacionistas y otros expertos cuyo objetivo es el estudio de la vida silvestre en movimiento, al poder acceder a información mucho más detallada sobre el estado de salud de los distintos ecosistemas.
Clima terrestre controlado por satélites
El clima nos afecta a cada uno de nosotros todos los días. Desde la televisión hasta los periódicos, desde las aplicaciones móviles hasta la radio, los datos meteorológicos derivados de los satélites entran en la mezcla en algún momento. Este subsector es otro lugar perfecto para la colaboración público-privada. Tradicionalmente, los gobiernos brindan servicios meteorológicos de forma gratuita como una forma de diplomacia blanda y bien público. Sin embargo, nuevos participantes comerciales dentro de la industria de New Space están ingresando al mercado para complementar y ampliar las capacidades de pronóstico del tiempo.
Desde analistas hasta agricultores y corporaciones, varias tecnologías meteorológicas pueden mejorar los conjuntos de datos de mayor resolución, que podrían ser críticos para el transporte marítimo, la agricultura, los problemas ambientales y los pronósticos meteorológicos. Las empresas emergentes como PlanetIQ, Spire Global, GeoOptics y Koolock se encuentran en varios niveles de desarrollo y operaciones; el tiempo dirá si complementarán con éxito los activos meteorológicos gubernamentales existentes y lo harán de manera sostenible.