Mientras una parte de nuestros conciudadanos han decidido seguir practicando la huelga, segundo deporte favorito del país tras el “furbol”, una encuesta de las Cámaras de Comercio demuestra que el 85,5% de las pymes que han acudido a un entidad financiera en el segundo trimestre de 2010 han tenido problemas para acceder a financiación ajena. El problema más grave es conseguir crédito nuevo y mantener las líneas vigentes.

Los ingresos de las empresas han descendido, para el 33% el volumen de financiación se redujo, mientras que para el 62% de las empresas (751.000 pymes) se incrementó el coste de financiación (tipo de interés) en el último trimestre. En cuanto a otros costes, para el 66,8% (808.000 empresas) los gastos y comisiones se encarecieron respecto al trimestre anterior, mientras que para el 82% de las pymes (993.000 compañías) aumentaron las exigencias de garantías y avales.

Además, al 45,7% de las empresas (454.000) se les requirió una garantía de carácter personal. Asimismo, para el 47,8% de los pequeños y medianos negocios (578.000 empresas) se dilató el plazo de la respuesta de la entidad financiera a su solicitud en los últimos tres meses, al tiempo que al 5,8% de las pymes (70.000 empresas) se les exigió un plazo de devolución más reducido.


El panorama es muy complicado. El 92% de las empresas necesita financiar circulante (+8% respecto al año pasado), el 90,8 experimentó un retraso en los pagos de sus clientes, con un promedio de demora de en entorno a los 4,4 meses. Cuando hablamos de la Administración, la demora alcanza los 5 meses. Estos retrasos son desastrosos, pero en algunos casos, la demora del pago de los servicios públicos esenciales de centros concertados está provocando situaciones límite.

Por tanto, las expectativas a corto plazo no son buenas. Las cifras de morosidad y las nuevas exigencias internacionales a la banca tendrán como consecuencia un aumento de las restricciones para la concesión de créditos, con lo cual la actividad económica no acabará de mejorar. Para ser más claro, creo que puede empeorar en los próximos meses.

Todo esto contrasta con la próxima publicación de las ‘pruebas de estrés del sistema bancario europeo’ en los que se supone que el gobierno español sacará pecho gracias a las dos primeras posiciones del ranking ocupadas por el Banco Santander y BBVA respectivamente. Según los responsables económicos del gobierno español, este informe debería zanjar las dudas del mercado…

Para mí las dudas son cada vez mayores. Con una tasa de desempleo del 20% y una parte importante de los trabajadores de este país en huelga real (controladores aéreos, Metro Madrid, FGC,..) o virtual, ayer asistí a una reunión en la que –todavía- se seguía con el chip de buscar subvenciones y ayudas públicas para tirar adelante un proyecto.

Desde luego así no iremos muy lejos. Ese mundo se está desvaneciendo. El mundo ‘antiguo’ no se reeditará porque es insostenible. Sólo hay dos opciones: dejarse arrastrar o apostar por un cambio de chip… y de sistema operativo.