Me llega vía marketingdirecto unas interesantes conclusiones sobre un informe de tendencias de consumo elaborado por Future Concept Lab y que reproduzco literalmente tal como lo publica el portal de publicidad y marketing.
Future Labs ha dibujado ocho targets tipo, a los cuales definen como los consumidores del futuro. Los cuatro primeros perfiles hacen referencia a generaciones y los demás se corresponden con grupos reducidos pero con gran poder.
Los Posh-tweens. Los posh-tweens o pijos preadolescentes son el primer target definido. Y es que los niños de hoy día nada tienen que ver con los de antaño, saben qué y cómo lo quieren, y la mirada materna ha perdido mucho peso en sus gustos y decisiones. Este grupo generacional abarca edades comprendidas entre los 8 y los 12 años, aunque podría dividirse a su vez en dos subgrupos con ciertos matices, de
El primer grupo tiene un claro componente aspiracional y estético. Buscan la huida de la influencia paterna y por ello se refugian en las marcas y los estereotipos. Los seriales televisivos y las estrellas mediáticas tienen gran peso porque sirven para hacer realidad los estereotipos.
El segundo grupo, aunque mantiene el componente aspiracional, busca ser más protagonista y comienzan a buscar su propia identidad. Hay que destacar que en este grupo de edad internet comienza a ganar presencia, pero no como medio interactivo para relacionarse con otros, sino para conocer la realidad tangible a través de lo virtual. Lo estereotipos que toman como modelos no son ya personajes de comedias televisivas o dibujos animados, sino personajes reales.
Los expo-teens. El grupo de los siempre complejos adolescentes, que abarca a jóvenes de entre 13 y 19 años. Éstos ya tienen su autonomía y son de muy difícil acceso para las marcas. Por eso, el modo más claro que tienen para acercarse a ellos es ideando campañas en las que sean protagonistas. Lo cierto es que aunque se interesen por la moda, no son fashion victims, sino que tienen la capacidad de elegir en cada momento por lo que no guardan ninguna lealtad a las marcas. Buscan sentirse exclusivos y usan la red para encontrar otras visiones únicas del mundo gracias a las comunidades virtuales.
Linker boys. Los linker boys, son la generación del futuro, la generación que más vive en consonancia con las nuevas tecnologías, la del software libre y el peer-to-peer. En edades entre los 19 y los 25, los jóvenes que comparten esta visión del mundo usan la red para compartir todo tipo de contenidos, en su filosofía de vida pagar carece de sentido y usan las redes sociales para vehicular su vida real. Siempre creativos, competentes y altamente cualificados, la ciudad es siempre su punto de referencia. Son consumidores competentes que saben elegir lo que les conviene, apostando por marcas altamente tecnológicas que sean útiles en su vida ordinaria. Es difícil llegar hasta ellos y lo mejor para llegar hasta ellos son campañas de publicidad no convencionales y el marketing viral.
Sense girls. Este target, fundamentalmente femenino, abarca a mujeres de entre 25 y 35 años y es el más universal, ya que se puede encontrar en todas partes del globo. La sensibilidad, la sensorialidad y la estética en consonancia con los valores de la ecología, lo saludable y el desarrollo sostenible definen a este nuevo tipo de mujer. Son mujeres independientes y agresivas a la vez que tienen un aire neorromántico, lo que les otorga gran capacidad de decisión a la hora de elegir las marcas y tendencias que prefieren.
Valoran el lujo y consumen productos tanto domésticos como extradomésticos, y eligen las marcas conforme a los valores que plantean. Buscan la funcionalidad combinada con la estética y su influencia del star system pasa por los mismos filtros que las marcas. El concepto de lujo accesible se hace patente en este perfil. Su concepción de los medios está unificada, no contemplan por separado los medios convencionales y la tecnología digital, sino que lo consideran como un todo, apostando por la convergencia digital.
Mind Builders. Los mind builders constituyen una elite intelectual, son profesionales que aman su trabajo, que tienen talento y han alcanzado el éxito. Entre los 35 y los 45 años este grupo orgulloso de sí mismo es individualista y se reconoce mediante objetos. El uso que hacen de la web es importante, la usan para discutir sobre los temas que consideran de interés, pero el componente individualista hace que su concepción de los medios sea diferente a la de los linker boys, ya que en vez de una conexión local para realizar un proyecto real, buscan ideas más globales.
Esta dimensión es más masculina que femenina y no son críticos sociales, no buscan cambiar nada, sino expresar su opinión. Al igual que las sense girls creen en la convergencia entre medios convencionales y no convencionales y también valoran altamente la calidad de los productos que adquieren. Para ellos son el medio de expresión de su estatus.
Normal breakers. Esta generación se corresponde con la de la gente que era joven durante mayo del 68. Su reticencia a los avances tecnológicos se traduce hoy en internet como herramienta para reivindicar y transformar el mundo. Retomando los nuevos movimientos sociales luchan desde comunidades red por el desarrollo sostenible y por hacer un mundo mejor desde lo cotidiano. uy conectados con el resto de los targets en los que ejercen gran influencia, figuras como Al Gore o Bob Dylan esencializan el perfil de este target.
Su consumo es sostenible y su apuesta por el consumo de productos ecológicos es muy importante ya que sus valores están extendiendo. Y es que su ideología comienza a hacerse patente.
De luxe guys. Este grupo de gente que se encuentra entre los 45 y los 60 años es el absoluto reverso de la moneda, ostentación y lujo en una especie de revisonismo de la versión ochentena. Son un grupo reducido pero muy visible. Son nuevos ricos, en general provenientes de países con capital emergente como China, Rusia o países árabes y constituyen todo un filón para marcas tradicionalmente asociadas a la exclusividad y al lujo más extremo que habían visto disminuido sus ganancias con la aparición de las gamas medias durante los 90. Predominantemente masculino, este target da gran importancia a la seducción y tiene una estética experimental, casi kitch.
Pleasure growers. Este grupo, que corresponde a los mayores de 60 años, es todavía emergente. Son esas personas que deciden vivir su jubilación como una oportunidad para tener una segunda juventud. Son activos y hedonistas, pero tienen su narcisismo bajo control. En este sentido se conectan con los posh-tweens. Son elegantes y sencillos, tienen una gran capacidad de decisión sobre el consumo y les gusta consumir. Suponen un cambio cultural y un filón para muchas compañías que pueden reconducir sus productos y campañas publicitarias con altas probabilidades de éxito. Cabe destacar la campaña de Dove pro-age como claro ejemplo de como enfocar publicidad a este grupo de consumidores.