Hace poco el Gobierno entraba como elefante en cacharrería con la intención de legislar el ‘equity crowdfunding’. Un sector que pedía a gritos un poco de orden, no que lo ordenaran sin escuchar su punto de vista. Lo que lo hace sospechoso de las verdaderas motivaciones de esa irrupción (‘La Santa Inquisición llega a la economía colaborativa’).
Ahora le toca el turno a los drones. El titular fácil es que el Gobierno prohíbe los drones de uso civil. En verdad, otra vez la realidad y la industria han desbordado al Ejecutivo de Mariano Rajoy y el pasado lunes la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) tuvo que salir al paso con la publicación de un manual (‘El uso de los drones en España’) en el que aclara que volar estos aviones es ilegal y puede ser sancionado económicamente aplicando la Ley de Seguridad Aérea.
Hace pocos días leía con atención que La Unión Europea lanza el despegue del negocio de los drones. En la que el propio comisario europeo de transportes afirmaba que “Los drones civiles serán para la aviación el mismo revulsivo que los móviles para la telefonía”.
La CE ‘propone normas más estrictas para regular el uso de «drones» civiles’. Según la Comisión, «esta tecnología está mejorando y existe un potencial para un crecimiento significativo y creación de empleo«, que calculan que en los próximos diez años podría representar el 10% del mercado de la aviación, lo que supone 15.000 millones de euros al año. Asimismo anunciaba la elaboración de un nuevo marco regulatorio destinado a facilitar en Europa el desarrollo de un negocio que ya ha despegado en EE UU. Hay que recordar que España, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Holanda y Polonia- firmaron en noviembre de 2013 un compromiso para establecer una «comunidad europea de usuarios» de «drones» de nueva generación y que ya existe una Hoja de ruta para la integración de Pilotados a Distancia Sistemas de aeronaves civiles en el Sistema Europeo de Aviación.
En algunos foros se apunta el rumor que “la legislación española se está cocinando con el concurso de varias empresas españolas e importadores europeos para exigir temas de seguridad que no tienen los modelos más baratos que se importan de China.”
Conclusiones:
- No se prohíbe nada que no estuviera prohibido. Falla –otra vez- el cómo se hacen las cosas. El Gobierno vuelve a demostrar poco o nula sensibilidad. En lugar de verlo como oportunidad de desarrollo económico y de hacer un poco de pedagogía, prefiere lo fácil: recordar la prohibición…
- Compatible con la anterior, y en línea con los rumores, se está construyendo una legislación a la medida del establishment. Como siempre.
Aunque se habla de aviación, y muchos millones, se puede afirmar que el fenómeno de los drones está calando fuerte, y a todos los niveles. Hace un año conocí a un par de adolescentes que financiaron su primer drone a través de crowdfunding, hoy son estudiantes de ingeniería aeronáutica. En Xnergic tenemos numerosas peticiones para participar en el Campus de Drones, basado en Arduino, para este próximo verano.
Ya veremos qué sucede. De momento algún medio internacional ya se hacen eco de la noticia (Spain Just Made Itself The Enemy Of Drone Enthusiasts Everywhere), no ocurre lo mismo con ningún otro país europeo. #MarcaEspaña diríamos.