Anteayer fue un día muy especial por muchas razones. Abrimos definitivamente Remojito.tv y también tuve ocasión de acompañar a Eurona Telecom en su salida al MAB (Mercado Alternativo Bursátil). Eran las 12:00 del mediodía cuando Jaume Sanpera, Presidente y Consejero Delegado de Eurona, y José Carlos Oliveras, Director General, hicieron el tradicional toque de campana. Fue un momento especialmente emotivo.

Me alegré muchos por el equipo, por el emprendedor,… pero especialmente por José Carlos Oliveras. A José Carlos lo conocí hace diez años, en lo que acabaría siendo eresMas Interactiva. En plena burbuja.com José Carlos intentó pilotar el arranque de un proyecto en medio del caos de la burbuja especulativa que todo lo arrastraba. Fue de los pocos que se atrevió a poner cordura (al menos lo intentó) en un momento de absoluta locura especulativa, hasta que la desmesura del entorno se lo llevó por delante. Sufrí mucho con su injusta salida del proyecto.

Trabajé poco tiempo con él. Fue corto pero muy intenso. Momentos irrepetibles, de jornadas maratonianas de quince horas, sábados y domingos incluídos. Todos bajo los efectos de la fiebre del oro. Diez años más tarde volver a compartir momentos intensos con José Carlos, provoca una extraña sensación, pero sobretodo satisfacción al comprobar que mantenemos intacta la excelente química personal.

José Carlos no es un tipo duro. Tampoco tiene el sex appeal de los ejecutivos de éxito. Es buena persona y sensata. Excelente team leader. Extremadamente culto y con una conversación inteligente muy por encima de la media. Los últimos diez años se ha curtido, se le nota. A otros se les habría comido la amargura o la tristeza en la travesía del desierto, pero José Carlos mantiene el buen humor a prueba de bombas. Algo que practica con sutileza y una fina ironía. Los años lo han convertido en un luchador pragmático y muy realista, con el que es difícil no llevarse bien.

Por eso anteayer, viendo a José Carlos tocar la campana de la salida al MAB de Eurona Telecom, pensé que finalmente se ha hecho justicia, justicia poética.

Nota: el momento inmortalizado por Expansión