Hace un par de días Google lanzó Lively (www.lively.com), una especie de chat 3D, un mundo virtual en pequeño.

Hay algunos detalles que llaman poderosamente la atención. Por un lado el hecho que es un entorno “jugable”, los usuario pueden elegir entre una selección de personajes como avatares, así como diseñar sus propios entornos virtuales, que cuelguen en las paredes video de Youtube o fotografías de Picasa, como si fueran piezas de arte.

También que es portable, es decir te lo puedes “llevar” a otras web o a un blog. Aunque necesitas cuenta Google (toda una declaración de intenciones), puedes seguir empleando tu navegador habitual. Sólo tienes que instalar un pequeño software (estrategia similar a Google Earth) aunque en el capítulo de los inconvenientes, es que son habituaciones o pequeños mundos inconexos entre sí…

El servicio todavía está en fase beta. Es fruto de Niniane Wang, desarrollado como un «Proyecto del 20%”. Es decir aquellos proyecto personales que los empleados -según la filosofía Google– tienen derecho a dedicar el 20% de su tiempo a un proyecto motivador que esté fuera de sus responsabilidades del día a día.

Está claro que hay muchas (y potentes) iniciativas orientadas hacia entornos virtuales, que sólo recuerdan vagamente al famoso y casi olvidado, Second Life.


Hace unos días hablaba de Zed City, proyecto español de la suma de esfuerzos entre Zed y Pyro Studos, que nace como la primera comunidad virtual española en 3D integrada con el móvil y el juego de baile online Dance Star Studio.

También leía que Vivaty, salía con otra aplicación similar (sala chat 3D) que se ejecuta en Facebook, que también es tuneable (avatares, decoración, etc…). Esta iniciativa cuenta con potente respaldo financiero o sea que podría llegar lejos.

Los de Vivaty seguro que están contentos con la entrada de Google. Un competidor de su prestigio, es una validación del concepto. La idea de Vivaty es tan sencilla como ambiciosa, poner sus mundos virtuales en cada sitio web.

Desde luego hoy estoy un poco más convencido que este tipo de entornos acabarán triunfando. Ahora cuentan con ingredientes que le dan un enfoque potencialmente más exitoso: la portabilidad, que sea embebible, que se integre bien en los puntos más calientes de Internet (Facebook), que sólo precise usar los navegadores habituales,…

Habrá que seguirlo de cerca.