Sabemos que la conducta de los consumidores está influida sobre todo por la gente que tenemos a nuestro alrededor y bastante menos por las fuerzas y las grandes inversiones de marketing. Probablemente esto es lo que explica el gran éxito del verano, el trío formado por Formentera, Summercat y Estrella Damm.
El último anuncio de Estrella Damm, excelentemente realizado por la agencia barcelonesa Villar Rosás, es un vídeo de casi cuatro minutos que, con Summercat de fondo, se ha convertido en el himno de Formentera y en la canción del verano. Muestra cómo es la vida (idílica) en el Mediterráneo a través de las vacaciones de un chico que va a la isla, conoce a dos bellas señoritas, descubre el paisaje, etc.
Billie the Vision and The Dancers
Hay más elementos sorprendentes en la historia. Esta canción puede descargarse gratis en la web del grupo, quienes apoyan el principio “up to you” (depende de ti), de la misma forma que lo han hecho otros grupos, como p.e. Radiohead. La filosofía que impera es que cada cual pague lo que crea que vale la música. Los internautas pueden oírla primero y luego –si lo desean- pueden hacer una donación a través de la web.
Tal como cuenta en una entrevista el líder del grupo, Lars Lindquists “Nuestra fuente de ingresos más importante son los shows pero nos gusta la idea de pensar que 2 millones de personas se han descargado nuestras canciones. Creo que si damos nuestra música gratis tendremos más difusión y cuanta más gente, más habrá que pagarán algo, porque en la web existe la posibilidad de hacer alguna donación por la música”.
Los Billie han triunfado en la red. Sus más de siete mil visitas diarias les permiten ingresar en donativos “up to you” unos 100 € diarios al día. Poco –todavía- para que sus ocho miembros puedan vivir exclusivamente de la música… al menos, de momento.
Este éxito es otro caso de estudio. Una circunstancia que viene a recordarnos que el hombre es una animal social y copia lo que hace el resto. Algo que el marketing a menudo parece olvidar. En demasiadas ocasiones, el empeño en fabricar éxitos, nos acaba alejando al consumidor, asustado con tanta comunicación, ruido y falsas promesas.
Reflexión pre-vacacional: quizás es que damos demasiada importancia a las marcas y al marketing, cuando son menos relevantes de lo que parece. Pero lo cierto es que en esta ocasión, ha sucedido. De la mano de Estrella Damm, de los Billie y –especialmente- de la paradisíaca Formentera. Para los tres ha sido un éxito rotundo.
El video, que admito he visionado en numerosas ocasiones, cierra con un claim de “Lo bueno nunca acaba si hay algo que te lo recuerda”, en referencia a Estrella Damm. Yo digo, que lo bueno –a veces- simplemente ocurre. Este éxito es la prueba.