Empezar un blog es algo especial. Si no es tu blog personal no es tarea sencilla. Si además, es un blog corporativo, menos. Hay atenuantes. Por fortuna para mí, la historia de Eurona Telecom es una historia agradecida de explicar. Las historias de emprendedores me atraen. Las que además se esfuerzan por hacer un mundo mejor para vivir, todavía más.
Para resumirte te diré que Eurona Telecom es una pequeña operadora de telecomunicaciones, desconocida para la inmensa mayoría de los mortales. Su historia no es muy convencional. Se inicia en el año 2001 por un emprendedor llamado Jaume Sanpera, como empresa de ingeniería de proyectos de telecomunicaciones y con una oportunidad que explorar: la existencia de grandes áreas sin cobertura digital en España… Y una convicción, aprovechar las posibilidades de las tecnologías inalámbricas (WiMAX,..)
Decía que no es tarea fácil empezar un blog en una empresa de marcado perfil ‘ingeniero’. Donde hasta ahora eran más importantes los ‘ratios de latencia’ o los ‘retrasos de fluctuación’, que comunicar bien una oferta comercial o cuidar la marca.
Lo que nunca ha faltado ha sido instinto de negocio. En un momento determinado tuvo la oportunidad, además de diseñar y construir redes, de operar y explotar esas redes como “operador de última milla”, y la aprovechó. Creó su propio ‘océano azul’.
Como ‘marketing advisor’, mi relación con Eurona Telecom es de hace unos pocos meses. Empezó cuando su Director General y viejo conocido de anteriores etapas, José Carlos Oliveras, decidió llamarme para consultarme y contrastar conmigo el enfoque del proyecto desde el lado marketiniano de la vida. Poco imaginé en nuestra primera conversación, que además de decirles el “qué”, tocaría “hacerlo”.
Al hablar de una telco, alguien se puede imaginar grandes recursos económicos y capacidad para hacer casi de todo. Aún más considerando su inminente salida al MAB (Mercado Alternativo Bursátil) el próximo 15 de diciembre. Nada más lejos de la realidad. Eurona sigue siendo una pyme austera y su estrategia no es la de un “David contra Goliat”. Hay que maximizar recursos. No podemos, ni queremos competir contra las gigantescas operadoras de telecomunicaciones.
Las energías deben centrarse en su ‘océano azul’, el llamado territorio Eurona. O sea, zonas con cobertura deficiente (en ‘brecha digital’ o casi), donde las tecnologías de radio, más baratas que el costoso cable o el ADSL, permiten llegar a sitios donde las demás operadoras no llegan o ven imposible rentabilizar cualquier mejora.
La compañía crece y se está transformando rápidamente. En un contexto de austeridad y en un futuro cercano, espero que la actitud 2.0 sea una de las señas de identidad de la compañía. Escribo en el primer post que “no es una pose, sino una necesidad para sobrevivir”. Existe la necesidad de “compartir y colaborar más con nuestro entorno”. “Conversar con los usuarios, no para mirarse al ombligo, sino para mejorar”. Cuando no hay tradición y falta experiencia, la misión es compleja y hay que ir poco a poco. Aprender de cada detalle. Ahí estamos.
Cuando recomendé evolucionar su web corporativa -con pocos meses de vida-, para migrarla a una plataforma más abierta, flexible y sociable como WordPress, me miraron raro. Era un paso necesario. Lo complementan la incipiente actividad en Facebook, Twitter y el propio blog corporativo. “Pequeños cambios, pero poderosos”. Sumando para una nueva actitud, dentro y fuera.
Por último, una reflexión: decir lo que se debe hacer, es una cosa. Hacerlo otra muy diferente. Decirlo, hacerlo, en vivo y en directo, es una experiencia muy interesante y extraordinariamente intensa.