Vía Sandy me llega el informe de la 3ª Ola del tracking de medios de comunicación social realizado por Universal McCann. El presente estudio es muy interesante y recomendable, terminó en marzo 08 y se encuestaron a 17.000 usuarios de 29 países. Es global y compara la evolución de los datos de las anteriores olas (septiembre 06 y junio 07).



Demuestra -con datos por países- la espectacular progresión de los social media. El informe confirma la excelente oportunidad para las marcas. Su auge deja sin excusas a las marcas que no se esfuerzan en esta dirección. De hecho, ya está surgiendo una nueva generación de marcas 2.0, que o son nativas de internet 2.0 ó están aprovechando muy hábilmente las oportunidades.


Aunque ya hace tiempo que se lleva gestando el cambio, en descargo de los marketinianos hay que decir que han puesto la ortodoxia del marketing patas arriba… y que cambiar el chip no es tan sencillo.



A riesgo de que mi pronóstico pueda parecer un poco fundamentalista (y oportunista), y aceptando que nos falta perspectiva temporal, pero creo que en el futuro (no muy lejano), las marcas serán “2.0” o no serán.

Los datos del estudio dan numerosas pistas sobre cómo aprovechar mejor este nuevo escenario.


Olvidarse de los sitios web “silo” de marca. En un mundo de plataformas interrelacionadas y el contenido, los sites de marca –como algo aislado- pierden atractivo.


Otro jarro de agua fría para la ortodoxia de la comunicación es que hay que incorporar decididamente a las plataformas sociales (blogs, redes sociales, compartir contenidos de marca…) al mix de comunicación… y empujar para que lo lideren. Pronto, los que no existan en las redes sociales, no existirán (personas y/o marcas).


No hay fronteras, sólo idiomas. La identidad de marca se hace –ineludiblemente- global. Esto es una oportunidad para aprender a conectar (y conversar) con consumidores de todo el mundo. Haz que participe y gánate su compromiso.


Por último, un clásico. Hay que esforzarse para escuchar lo que dice la blogosfera de la marca (¡y de ti!)…

Uff, ¡cuánto nos queda!