Algunos científicos como Hans Moravec en Mind Children, pronostican ya hace muchos años, una fusión biónica. Otros -como Marvin Minsky- creen que los ciborgs podrían representar la etapa siguiente de la evolución humana. El camino no es nada sencillo.
Lo cierto es que los científicos llevan mucho tiempo explorando esta posibilidad. El primer reto es demostrar que neuronas individuales pueden crecer y prosperar en el chip de silicio, primero con animales y después con neuronas humanas. Por último, la compleja operación de conectarlo directamente al cerebro. Una vez tengamos el diseño del mapa de cada neurona del cerebro, querría decir que podemos manipular neuronas individuales…
Ralph Merkle sugería tener una imagen tridimensional del cerebro, que revelase el secreto de su organización neuronal. Es decir, desvelar cómo está conectada cada neurona con todas las demás. Teniendo en cuenta que tenemos unos 200.000 millones de neuronas, el coste de este experimento tendría un coste astronómico… pero lo cierto es que con la Ley de Moore es más que probable que los costes se reduzcan drásticamente los próximos años y el experimento sea una realidad.
Minsky (experto en inteligencia artificial) habla sin tapujos que el siguiente paso será la “selección no natural” a medida que científicos en inteligencia artificial dupliquen el cerebro, neurona a neurona.
Hace poco más de de diez años Michio Kaku (en su libro «Visiones») contaba: “es evidente que la revolución informática interactuará de una forma que abra nuevas y apasionantes posibilidades, desde los ordenadores petaFLOPS y de ADN hasta los ciborgs. Pero se trata únicamente de posibilidades, no de realidades”…
Parece que el futuro lejano, no está tan lejos como parecía.