Entender el pensamiento de Xi Jinping es crucial no solo para los ciudadanos chinos, sino también para la comunidad internacional. El libro The Political Thought of Xi Jinping de Steve Tsang y Olivia Cheung ofrece una visión detallada de la ideología de Xi, conocida como «Xi Jinping Thought«. Esta doctrina busca transformar a China en una nación unificada y poderosa, con implicaciones significativas para la política global, la economía y la seguridad internacional.
Al explorar cómo Xi ha consolidado su poder, promovido su ideología y redefinido el papel de China en el mundo, el libro proporciona una comprensión profunda de las estrategias y objetivos que están moldeando el futuro de una de las principales potencias mundiales.
Consolidación del poder y centralización
Uno de los temas centrales del libro es cómo Xi Jinping ha consolidado su poder y centralizado el control del Partido Comunista Chino (PCCh). Desde su llegada al poder en 2012, Xi ha reemplazado el liderazgo colectivo que caracterizó a sus predecesores con un sistema más centralizado y autoritario. Este cambio ha sido fundamental para consolidar su control sobre el PCCh y el Estado chino. A diferencia de sus predecesores, Xi asumió simultáneamente los cargos de Secretario General del Partido, Presidente de la Comisión Militar Central y Presidente de China, lo que le permitió ejercer un control sin precedentes desde el inicio de su mandato.
Una de las herramientas más efectivas que Xi ha utilizado para eliminar a sus rivales políticos y consolidar su poder ha sido la campaña anticorrupción. Esta campaña, que comenzó poco después de que Xi asumiera el poder, ha sido la más grande en la historia del PCCh y ha llevado a la investigación y destitución de millones de funcionarios, incluidos altos mandos militares y ejecutivos de empresas estatales. La campaña no solo ha servido para purgar a los opositores políticos, sino también para reforzar la lealtad al partido y a Xi como líder supremo.
Xi también ha llevado a cabo reformas significativas en el Ejército Popular de Liberación (EPL) para asegurar su control sobre las fuerzas armadas. Estas reformas incluyeron la reestructuración de las principales agencias del EPL y la creación de nuevos departamentos operativos bajo la Comisión Militar Central, lo que ha fortalecido la capacidad de combate y la lealtad del ejército hacia Xi.
Xi ha reforzado el control ideológico y la propaganda para consolidar su poder. Ha promovido el «Pensamiento de Xi Jinping sobre el Socialismo con Características Chinas para una Nueva Era» como la ideología oficial del PCCh, que ha sido incorporada en la Constitución del partido y del Estado. Esta ideología se enseña en todos los niveles del sistema educativo y se difunde ampliamente a través de los medios de comunicación controlados por el Estado.
Xi ha centralizado aún más el control del partido mediante la creación de nuevos comités centrales del partido que supervisan múltiples ministerios y reportan directamente a él. Estas estructuras han permitido a Xi ejercer un control directo sobre áreas clave de la política y la economía, tradicionalmente gestionadas por el primer ministro y otros altos funcionarios.
En 2018, Xi logró la eliminación de los límites de mandato presidencial, lo que le permite permanecer en el poder indefinidamente. Esta medida ha sido vista como un paso crucial para consolidar su control absoluto sobre el PCCh y el Estado chino, eliminando cualquier restricción formal a su permanencia en el poder.
La consolidación del poder de Xi también ha implicado una mayor represión de la disidencia y el control social. Ha implementado medidas draconianas para mantener el control social y reprimir cualquier forma de oposición, incluyendo la censura de medios de comunicación y la vigilancia masiva de la población.
Ideología y «Xi Jinping Thought»
El «Xi Jinping Thought» se basa en la adaptación del marxismo a las condiciones específicas de China, continuando la tradición de «Mao Zedong Thought» y «Deng Xiaoping Theory». Xi Jinping ha enfatizado que el socialismo con características chinas es, ante todo, socialismo, y no debe confundirse con otras doctrinas. Esta ideología se centra en la modernización socialista y en la gobernanza basada en el fortalecimiento del partido.
El «Xi Jinping Thought» se articula en 14 principios fundamentales que guían los esfuerzos del PCCh. Estos principios incluyen asegurar el liderazgo del partido en todos los aspectos, adoptar un enfoque centrado en el pueblo, profundizar las reformas de manera integral, y promover un desarrollo armonioso entre los seres humanos y la naturaleza. Además, se destaca la importancia de la gobernanza basada en la ley y la construcción de un ejército fuerte y disciplinado bajo el mando absoluto del partido.
Xi Jinping ha trabajado para que su pensamiento sea enseñado en todos los niveles del sistema educativo chino, desde las escuelas primarias hasta las universidades. El Ministerio de Educación de China ha integrado «Xi Jinping Thought» en el currículo nacional con el objetivo de inculcar creencias marxistas en los jóvenes y formar ciudadanos que sean constructores y sucesores del socialismo. Esta iniciativa educativa busca fomentar el amor por el país, el partido y el socialismo, y se extiende a través de materiales didácticos que incluyen eslóganes y temas relacionados con los logros del PCCh y la figura de Xi Jinping.
La difusión del «Xi Jinping Thought» también se ha visto potenciada por el uso de tecnologías digitales. Xi ha promovido la convergencia de medios de comunicación tradicionales y emergentes para asegurar que los marcos políticos del partido permeen el espacio de la opinión pública. Esto incluye la creación de un sistema de comunicación omnimedia que integra la producción y distribución de contenido a través de tecnologías avanzadas. Además, el gobierno chino ha utilizado tecnologías de big data, inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT) para monitorear y controlar la sociedad, asegurando que la ideología del partido se mantenga dominante.
El «Xi Jinping Thought» no solo se ha incorporado en la Constitución del partido y del Estado, sino que también se ha convertido en una herramienta clave para consolidar el poder ideológico del PCCh. Xi ha enfatizado la necesidad de mantener la pureza ideológica del partido y ha utilizado su pensamiento como un medio para reforzar la lealtad y la disciplina dentro del partido. Esto se ha logrado a través de campañas de propaganda y educación ideológica que buscan unificar el pensamiento y la acción de los miembros del partido y de la sociedad en general.
A nivel internacional, el «Xi Jinping Thought» también tiene implicaciones significativas. Xi ha promovido la idea de construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad, lo que implica una diplomacia de gran país con características chinas. Esta visión busca reformar el orden internacional y posicionar a China como una potencia global líder.
Rejuvenecimiento nacional y el «Sueño Chino»
Otro tema crucial es el «Sueño Chino de la Rejuvenecimiento Nacional», que Xi Jinping ha promovido como una visión para restaurar a China a una posición de poder y estatus internacional comparable a su era imperial de grandeza. Este sueño incluye objetivos como hacer de China una nación rica, fuerte, democrática, culta, armoniosa y hermosa para el año 2049, el centenario de la fundación de la República Popular China.
El «Sueño Chino» fue presentado por Xi Jinping poco después de asumir el liderazgo del Partido Comunista Chino (PCCh) en 2012. Este concepto se enmarca en la narrativa histórica del «Siglo de Humillación» (1839-1949), cuando China fue sometida a invasiones extranjeras y tratados desiguales que erosionaron su soberanía. El «Sueño Chino» busca revertir esta humillación y restaurar la grandeza de China.
El «Sueño Chino» se articula en torno a dos objetivos centenarios:
- Para 2021: Coincidiendo con el centenario del PCCh, el objetivo es construir una «sociedad modestamente acomodada» en todos los aspectos, lo que implica duplicar el PIB y el ingreso per cápita respecto a 2010.
- Para 2049: En el centenario de la República Popular China, el objetivo es transformar a China en un país socialista moderno, próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armonioso y hermoso.
En el ámbito doméstico, el «Sueño Chino» implica una serie de reformas y políticas destinadas a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos chinos y fortalecer la cohesión nacional. Esto incluye:
- Desarrollo económico: Continuar con las reformas económicas iniciadas por Deng Xiaoping, pero con un enfoque en la innovación tecnológica y la autosuficiencia.
- Modernización militar: Fortalecer las capacidades militares de China para asegurar su soberanía y proteger sus intereses nacionales.
- Cultura y educación: Promover la cultura tradicional china y la educación ideológica basada en el «Pensamiento de Xi Jinping».
En el ámbito internacional, el «Sueño Chino» se traduce en una política exterior más asertiva y ambiciosa. Xi Jinping ha adoptado un enfoque dual:
- Gran potencia benigna: China se presenta como una potencia responsable que aboga por la cooperación internacional y el desarrollo conjunto, promoviendo la creación de una «Comunidad de Futuro Compartido para la Humanidad».
- Defensa de intereses fundamentales: Al mismo tiempo, China se compromete a defender decididamente sus intereses fundamentales y a reformar el orden internacional de acuerdo con sus valores e intereses políticos.
El «Sueño Chino» también juega un papel crucial en fortalecer la legitimidad política del PCCh. El nacionalismo es utilizado como una herramienta para unificar al pueblo chino en torno a la visión de Xi Jinping y para justificar las políticas del partido tanto a nivel nacional como internacional. La «Diplomacia de los Lobos Guerreros» es un ejemplo de cómo el nacionalismo se ha manifestado en la política exterior china, adoptando una postura más confrontacional y asertiva.
La implementación del «Sueño Chino» ha implicado una serie de desafíos, tanto internos como externos. Internamente, el PCCh ha tenido que lidiar con problemas como la corrupción, la desigualdad económica y las tensiones étnicas. Externamente, China enfrenta la competencia y la desconfianza de otras potencias globales, especialmente Estados Unidos.
Política exterior y orden mundial
El libro también aborda la política exterior de Xi Jinping, que busca posicionar a China como una potencia global y transformar el orden mundial dominado por Estados Unidos en un orden sinocéntrico. Xi ha promovido la idea de «Tian Xia» (todo bajo el cielo) y ha buscado ganar el apoyo del Sur Global para reformar organizaciones internacionales como la ONU bajo el liderazgo chino.
Xi Jinping ha promovido una política exterior que busca transformar el orden mundial actual, dominado por Estados Unidos, en un orden sinocéntrico. Este enfoque se basa en la idea de «Tian Xia» (todo bajo el cielo), un concepto tradicional chino que implica una visión jerárquica del mundo con China en el centro. Xi ha articulado esta visión a través de la promoción de una «comunidad con un futuro compartido para la humanidad», que busca reformar las instituciones internacionales para reflejar mejor los intereses y valores chinos.
El concepto de «Tian Xia» bajo Xi Jinping se traduce en la idea de que el orden mundial debe avanzar los intereses y valores de China. Esto implica que otros países deben mostrar respeto a China y no desafiar lo que Xi considera los intereses fundamentales de China. La visión de Xi no se centra tanto en defender un conjunto de valores universales, sino en asegurar que el sistema internacional permita a China maniobrar con máxima libertad.
Xi Jinping ha buscado ganar el apoyo del Sur Global para reformar organizaciones internacionales como la ONU bajo el liderazgo chino. China se ha posicionado como un defensor de los países en desarrollo, promoviendo una mayor representación y voz para estos países en el sistema de gobernanza global. Esto se ha manifestado en iniciativas como la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), que buscan fortalecer los lazos económicos y políticos con los países del Sur Global.
La política exterior de Xi también se caracteriza por una postura más asertiva y nacionalista, conocida como la «diplomacia de los lobos guerreros». Esta estrategia implica que los diplomáticos chinos adopten un estilo más combativo y defensivo para proteger los intereses nacionales de China y desafiar a aquellos que critican sus políticas. Este enfoque ha llevado a una mayor confrontación con países occidentales y ha reforzado la imagen de China como una potencia dispuesta a defender sus intereses con firmeza.
China, bajo el liderazgo de Xi, ha abogado por reformas en la gobernanza global que reflejen mejor la realidad del poder económico y político actual. Xi ha llamado a la creación de un «nuevo tipo de relaciones internacionales» que rechace la hegemonía y el pensamiento de suma cero. Esto incluye la promoción de la multipolaridad y la reforma de instituciones como el Consejo de Seguridad de la ONU para aumentar la representación de los países en desarrollo.
Xi Jinping ha lanzado varias iniciativas globales para aumentar la influencia de China en la gobernanza mundial. Entre estas se encuentran la Iniciativa de Seguridad Global (GSI) y la Iniciativa de Desarrollo Global (GDI), que buscan abordar desafíos globales como la seguridad y el desarrollo sostenible desde una perspectiva que favorezca los intereses y valores chinos. Estas iniciativas también buscan contrarrestar la influencia de Estados Unidos y sus aliados en la configuración de las normas y reglas internacionales.
La política exterior de Xi Jinping enfrenta varios desafíos, incluyendo la resistencia de otros países a la creciente influencia de China y las tensiones geopolíticas con Estados Unidos y sus aliados. Sin embargo, también presenta oportunidades para que China se posicione como un líder global en áreas como el cambio climático, la salud global y el desarrollo económico, especialmente en el contexto del Sur Global.
Control social y represión
Xi Jinping ha implementado medidas draconianas para mantener el control social y reprimir cualquier forma de disidencia. Esto incluye la represión de minorías étnicas como los uigures en Xinjiang, la implementación de la Ley de Seguridad Nacional en Hong Kong, y la censura y control de la información. Estas políticas han sido criticadas internacionalmente y han afectado la imagen de China en el mundo.
Una de las políticas más controvertidas de Xi Jinping ha sido la represión de la minoría uigur en Xinjiang. Las autoridades chinas han llevado a cabo una campaña de represión sistemática que incluye el encarcelamiento masivo, la tortura y la vigilancia extrema. Se estima que cientos de miles de uigures han sido detenidos en campos de internamiento, donde son sometidos a lavado de cerebro y otros tratos degradantes. Estas acciones han sido calificadas como crímenes de lesa humanidad por organizaciones de derechos humanos.
La implementación de la Ley de Seguridad Nacional en Hong Kong en 2020 ha sido otro ejemplo de las medidas represivas de Xi Jinping. Esta ley, aprobada sin consulta pública significativa, criminaliza actos de «secesión», «subversión», «terrorismo» y «connivencia con fuerzas extranjeras». La ley ha sido utilizada para reprimir la disidencia y la oposición política, resultando en la detención de activistas prodemocracia y la censura de medios de comunicación. La ley ha tenido un efecto disuasorio inmediato, creando un clima de miedo y restringiendo las libertades fundamentales en Hong Kong.
Bajo el liderazgo de Xi Jinping, la censura y el control de la información se han intensificado significativamente. El gobierno chino ha desarrollado una de las infraestructuras de censura de internet más sofisticadas del mundo, conocida como el «Gran Cortafuegos». Esta infraestructura bloquea el acceso a sitios web extranjeros y controla el contenido en línea. Además, el gobierno utiliza tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y el reconocimiento facial para vigilar a la población y suprimir cualquier forma de disidencia.
Las políticas de control social y represión de Xi Jinping han sido ampliamente criticadas a nivel internacional. Organizaciones de derechos humanos, gobiernos extranjeros y la comunidad internacional han condenado las violaciones de derechos humanos en Xinjiang y la erosión de las libertades en Hong Kong. Estas críticas han afectado la imagen de China en el mundo y han generado tensiones diplomáticas con varios países.
Economía y mercado socialista
En el ámbito económico, Xi Jinping ha promovido un «mercado socialista» con características chinas, donde el sector privado debe alinearse con los intereses del partido. Ha favorecido a las empresas estatales y ha extendido el control del partido sobre las empresas privadas, tanto locales como extranjeras. La innovación tecnológica es un área clave en la que China está invirtiendo fuertemente para superar a los países occidentales.
El «mercado socialista» con características chinas es un modelo económico que combina elementos del socialismo y del mercado. Bajo este modelo, el sector privado debe alinearse con los intereses del Partido Comunista Chino (PCCh) y apoyar los objetivos nacionales. Xi Jinping ha enfatizado que, aunque el mercado juega un papel decisivo en la asignación de recursos, el estado mantiene un control significativo sobre la economía para asegurar que se cumplan los objetivos del partido.
Xi Jinping ha favorecido a las empresas estatales (SOEs) como pilares de la economía china. Estas empresas reciben apoyo financiero y político del gobierno, lo que les permite dominar sectores estratégicos como la energía, las telecomunicaciones, y el transporte. Las SOEs son vistas como instrumentos clave para implementar las políticas del partido y asegurar la estabilidad económica y social.
El control del partido sobre las empresas privadas se ha intensificado bajo el liderazgo de Xi Jinping. Las empresas privadas, tanto locales como extranjeras, están obligadas a establecer células del partido dentro de sus estructuras corporativas. Estas células aseguran que las empresas sigan las directrices del PCCh y contribuyan a los objetivos nacionales. Además, el gobierno ha implementado regulaciones estrictas y ha tomado medidas directas para controlar sectores clave como la tecnología, el comercio electrónico, y la educación.
La innovación tecnológica es un área clave en la que China está invirtiendo fuertemente para superar a los países occidentales. Xi Jinping ha promovido una estrategia de «circulación dual» que busca reducir la dependencia de China de las tecnologías extranjeras y aumentar la autosuficiencia tecnológica. Esta estrategia implica la movilización de recursos nacionales para desarrollar tecnologías avanzadas en áreas como la inteligencia artificial, la computación cuántica, y las comunicaciones espaciales.
El gobierno chino ha establecido diversos mecanismos de financiamiento para apoyar la innovación tecnológica. Estos incluyen inversiones directas en investigación y desarrollo (I+D), incentivos fiscales, y la creación de fondos de inversión públicos y privados. Además, el estado ha fomentado la colaboración entre empresas privadas y SOEs para acelerar el desarrollo tecnológico y asegurar que las innovaciones beneficien a la economía nacional.
A pesar de los esfuerzos por promover un «mercado socialista» con características chinas, la política económica de Xi Jinping ha enfrentado varios desafíos y críticas La intervención estatal y el control del partido sobre las empresas privadas han generado incertidumbre y desconfianza entre los inversores. Además, las medidas represivas y las regulaciones estrictas han afectado negativamente el crecimiento y la competitividad de algunas empresas privadas.
Educación y propaganda
El libro destaca cómo Xi Jinping ha utilizado la educación y la propaganda para inculcar su ideología en la sociedad china. Desde 2018, el «Pensamiento de Xi Jinping sobre el Socialismo con Características Chinas para una Nueva Era» se ha integrado en la Constitución del Partido Comunista Chino (PCCh) y del Estado, convirtiéndose en parte esencial del currículo educativo en todos los niveles, desde la escuela primaria hasta la universidad.
El objetivo es formar «constructores y sucesores del socialismo» con una base moral, intelectual, física y estética integral. En las escuelas primarias, se cultiva el amor por el país, el PCCh y el socialismo; en las secundarias, se combina el aprendizaje experiencial con la adquisición de conocimientos para formar juicios políticos; y en las universidades, se enfatiza el pensamiento teórico.
Xi Jinping ha aprovechado las tecnologías digitales para hacer su ideología más accesible y relevante. Una herramienta destacada es la aplicación móvil «Xuexi Qiangguo» (Estudiar un País Fuerte), que se ha convertido en la más descargada en la App Store de China. Lanzada por el departamento de propaganda del PCCh, esta aplicación agrega noticias, videos y documentales sobre la filosofía política de Xi Jinping. Los usuarios ganan «puntos de estudio» al interactuar con el contenido, lo que se utiliza como referencia para los empleadores y el PCCh, asegurando la participación activa.
El uso de la propaganda digital no se limita a esta aplicación. El PCCh ha lanzado campañas en redes sociales, programas de televisión y otros medios digitales para promover la ideología de Xi Jinping. Se han creado programas de televisión con citas y pensamientos de Xi, y pegatinas de WeChat y caricaturas basadas en la vida de Karl Marx para atraer a la audiencia joven.
Estas iniciativas de propaganda digital han tenido un impacto significativo en la sociedad china. Aunque algunos usuarios han expresado críticas en plataformas como Weibo, la mayoría se ve obligada a participar debido a la naturaleza obligatoria de estas herramientas en sectores como las empresas estatales y los funcionarios públicos.