Solo hay que darse un paseo a primera hora de la mañana o de la tarde para darse cuenta que desde hace unos años se ha desatado una auténtica fiebre por el running.

Cualquier fin de semana hay carreras. Las pruebas clásicas baten records de participación año tras año. Detrás de toda esta actividad deportiva surge un gran negocio con muchas derivadas.

Como indican en ‘Maratones populares: suelta la pasta y corre’ “Ya no es una moda, ahora es una fiebre. Las carreras populares se han convertido en aliados perfectos de causas sociales, luchas contra enfermedades o reclamos turísticos. Cualquier excusa es buena para calzarse las deportivas. El running es un deporte que convierte en un próspero negocio todo lo que le rodea

Como me comentaba Eric Teruel, fundador de Finixer, según un estudio que habían realizado con datos del INE, Afydad (Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores de Artículos Deportivos) y algunos estudios de retailers, calculaban un gasto medio de 700€ por atleta y año, de los que unos 180€ se habrían realizado con transacciones a través de Internet.

Reconozco que el dato me pareció una exageración. Con el paso del tiempo he ido haciendo números hasta confirmar los datos de Eric. Lógicamente la horquilla de gasto anual en deporte es muy amplia y se puede mover entre los 300€ para los ocasionales, un gasto medio de 1200€ para los populares intensivos y hasta los más pro y/o pijos que pueden moverse fácilmente por encima de los 2000€.

No te aburriré con los detalles, pero empezando por la zapatillas (entre 70€ y 140€) y que algunos quemamos un par o más al año, hasta las chaqueta, los geles, barritas energéticas o bebidas isotónicas, y cualquier gadget que te puedas imaginar, nos dejamos un dineral. A mayor dedicación y especialización, más dinero.

Solo el equipo para trailrunning y ‘ultras’ dobla tranquilamente el de “asfalto”. Seguro que uno de los culpables es Kilian Jornet, atleta de Salomon que se convertido en estandarte de una nueva categoría que no existía hasta hace bien poco.  “El negocio de trail running crece un 30% anual, y además tiene el efecto añadido de favorecer la diversificación y el acercamiento de nuevos consumidores a la marca”, no lo dicen desde Salomon, lo dice Quim Tomàs, country manager de The North Face otra de las marcas importantes de la categoría. El caso del traurunning parece un mundo aparte. Quien quiera comprobarlo, que intente inscribirse a algunas de las carreras clásicas, del calendario nacional o internacional. La práctica de la pre-inscripción y el sorteo de los plazas, se está convirtiendo en práctica habitual en carreras que agotan las plazas…. !en pocos minutos!

Volvamos a las carreras urbanas. Cerca o lejos de casa, pero las inscripciones a las carreras y los viajes siempre disparan el gasto. Solo en la maratón de Londres se calcula que cada corredor se deja 562€ entre inscripción, viaje y estancia (sin contar acompañante).

Además, los que hacemos deporte con cierta intensidad sabemos que tarde o temprano visitamos los servicios médicos. Por fortuna no siempre hay radiografías o resonancias magnéticas. A veces con un poco de fisioterapeuta u osteópata, lo solucionas. En mi última lesión, y según comentarios de mi fiseoterapeuta de cabecera, había ganado cinco nuevos pacientes en una sola semana derivados de la misma carrera… un miserable 10K.

Si cruzas con otros deportes, ciclismo (carretera o BTT), o eres triatleta, el presupuesto se dispara.

No te mostraré los números que me han salido, pero ahora empiezan a parecerme escasos los 700€ calculados por Eric Teruel. Decididamente el running no es un deporte necesariamente barato, en el que no todo es cuestión de zapatillas y camisetas. Con un fin de semana en la Behobia San Sebastian o en cualquiera de las maratones internacionales, puedes comprobar cómo elevas el gasto anual y hasta qué punto el running puede ser un potente motor turístico.

El running crece doble dígitos y ya representa el 10% de la facturación de los dos grandes monstruos del sector deportivo, Nike y Adidas. Los expertos predicen que este deporte seguirá creciendo a buen ritmo los próximos 7 u 8 años, pero en el mercado español el peso del running está sobre el 40% de todas las ventas de artículos deportivos (‘El dinero corre que se las pela’). A nivel global, el running está lejos de alcanzar su techo, tan solo estamos en un 20% de su potencial real de crecimiento.

Por tanto, cada vez que estés sudando, por el asfalto de la ciudad o por caminos de la montaña, piensa que estás contribuyendo a tu forma física y a que la economía se mueva. Hay que correr más y más a menudo, y animar especialmente a las mujeres, que es el segmento que tiene mayor potencial de crecimiento.

 

Actualización (19/01/2014) con artículo publicado en ElMundo: Running, una fiebre millonaria