Los desafíos éticos y de sostenibilidad de la industria espacial son muy relevantes. El libro «Space Ethics» (¿Es ética la exploración espacial? Argumentos a favor) se enfoca específicamente en las cuestiones éticas relacionadas con la exploración y utilización del espacio. Ahora The Space Industry of the Future  de Mark W. McElroy Jr se centra en las tendencias y desafíos de la industria espacial en su conjunto.

Ambos libros abordan temas como la preservación del medio ambiente espacial, la sostenibilidad a largo plazo de las operaciones espaciales, y la necesidad de considerar las implicaciones éticas y sociales de la exploración espacial.

The Space Industry of the Future ofrece una guía sobre cómo generar valor en el espacio para el beneficio humano, combinando principios de capitalismo y sostenibilidad. Este libro surge en un momento crucial, dado el contexto de desafíos de sustentabilidad y el crecimiento sin precedentes de la economía espacial comercial.

Dirigido a profesionales técnicos, empresariales y políticos, este libro traza pautas integradas para el crecimiento de la industria espacial, considerando valores y aspectos comerciales. Explora cómo las capacidades técnicas modernas pueden abordar los problemas globales más apremiantes.

Se enfoca en la creación de valor más allá de las ganancias, incorporando criterios personalizados para actividades espaciales comerciales. A través de un riguroso análisis de temas como capitalismo, economía, ética y sostenibilidad, se destacan las mejores prácticas para la industria espacial.

El autor, motivado por el rápido crecimiento y las posibilidades de la industria espacial, examina cómo el capitalismo puede impulsar el progreso en el espacio de manera sostenible. Reconoce la necesidad de un enfoque económico que priorice el bienestar humano y la responsabilidad ambiental.

A través de una investigación exhaustiva, el autor articula la importancia de maximizar la creación de valor en la industria espacial, considerando factores éticos, económicos y ambientales. Propone un criterio de «valor intrínseco de las partes interesadas» como herramienta para orientar las decisiones empresariales hacia resultados positivos.

Economía espacial: Un mercado de un billón de dólares

La economía espacial se encamina hacia un hito histórico: se espera que alcance un billón de dólares para la década de 2030, un crecimiento sin precedentes desde los 450 mil millones de dólares en 2020. Este aumento, principalmente impulsado por la actividad comercial, refleja la creciente importancia de la industria espacial.

La participación privada, con inversiones que superan los 10 mil millones de dólares en 2021, ha redefinido el panorama. A medida que la actividad comercial representa aproximadamente el 80% de la industria, los empresarios y líderes enfrentan la responsabilidad de maximizar la creación de valor, considerando la importancia, sostenibilidad y rentabilidad.

Este libro ofrece una guía para quienes lideran en la industria espacial, enfocándose en la comprensión de la teoría del valor y la comercialización en el contexto espacial. Propone el concepto de «valor intrínseco de las partes interesadas» como un enfoque para expandir la industria de manera sostenible y beneficiosa para la humanidad.

Dirigido a empresarios, gerentes, inversores e innovadores, el autor aborda cómo discernir la importancia relativa entre diferentes esquemas de creación de valor, criterios de comercialización, responsabilidades comerciales y oportunidades de sostenibilidad. Ofrece una metodología para diseñar estrategias empresariales que maximicen la creación de valor en la industria espacial.

Este libro sirve principalmente como guía para empresarios, gerentes, inversores e innovadores de la industria espacial cuyo objetivo es maximizar la creación de valor en sus organizaciones. El libro permite comprender mejor los siguientes temas, específicamente en el contexto de la industria espacial:

  • Cómo discernir la importancia relativa entre numerosos esquemas de creación de valor
  • Criterios de comercialización
  • Responsabilidades y oportunidades comerciales relativas al apoyo a los objetivos de sostenibilidad.
  • Una metodología viable para diseñar el propósito y/o estrategia de una empresa que maximice la creación de valor.

Valor único de los sistemas espaciales

La industria espacial busca proporcionar un valor único para la humanidad que no puede lograrse de ninguna otra manera. Un estudio reciente destaca cómo las observaciones desde el espacio han transformado nuestra comprensión del planeta y han generado aplicaciones sociales de gran valor.

El autor aborda dos preguntas fundamentales en torno a este tema:

  • ¿qué hace que el espacio sea tan invaluable para la humanidad?
  • ¿cómo podemos utilizar de manera efectiva y sostenible estas capacidades para crear valor?

En respuesta a la primera pregunta, los satélites de observación de la Tierra brindan una perspectiva única sobre la evolución de nuestro planeta y la sociedad humana. Además, las redes globales de navegación y telecomunicaciones, así como los descubrimientos científicos que surgen del espacio, son ejemplos de cómo los sistemas espaciales ofrecen beneficios únicos.

La segunda pregunta se refiere a cómo aprovechar estas capacidades de manera productiva y sostenible. Se argumenta que el capitalismo, con su enfoque en transacciones voluntarias y eficiencia, puede ser una herramienta poderosa para lograr este objetivo. La sostenibilidad también se destaca como un componente clave en este proceso.

Este libro explora en detalle cómo el capitalismo puede aplicarse en la industria espacial para maximizar el beneficio humano de manera sostenible. Aunque el potencial del capitalismo en el espacio ha sido reconocido, su implementación plena aún no ha ocurrido, y el texto aborda esta cuestión para comprender mejor cómo avanzar en este sentido.

Comercialización de la industria espacial: una breve introducción

La industria espacial tuvo sus inicios en las décadas de 1950 y 1960, financiada exclusivamente por gobiernos como Estados Unidos y la Unión Soviética. Los hitos incluyeron el programa Apolo que llevó humanos a la Luna en 1969. Hoy, proyectos como Artemisa de la NASA reflejan avances tecnológicos adelantados a su tiempo (ver Programa Artemis de la NASA: impacto en crecimiento económico y competitividad).

Estos logros, aunque notables, fueron impuestos por la voluntad gubernamental y no surgieron orgánicamente de las demandas sociales. La comercialización del espacio comenzó en los años 1990 con las telecomunicaciones y se expande ahora a áreas como la teledetección y el turismo. Esto ha sido posible debido a mejoras en la tecnología, disponibilidad de capital y lecciones aprendidas en seguridad.

Anteriormente, los lanzamientos espaciales eran costosos y poco confiables, pero hoy, con avances tecnológicos, los costos han disminuido y la seguridad ha aumentado, lo que permite una mayor participación comercial en la industria. Aunque aún en sus inicios, la comercialización del espacio está en ascenso.

La industria espacial hoy

Hoy en día, la industria espacial mundial cuenta con una base industrial altamente capaz. La infraestructura y la experiencia de la industria finalmente están lo suficientemente maduras como para usarse como base empresarial para nuevas empresas y nuevas ideas. Existe el potencial para establecer una creación de valor autosostenible para la sociedad desde el espacio a través de la actividad comercial. Una de las interesantes implicaciones de este desarrollo es que crear valor en el espacio ahora es posible para muchas organizaciones que van mucho más allá de los gobiernos ricos. Se han desatado la creatividad, la innovación y la eficiencia que conlleva el uso del capitalismo de libre mercado. Así es como la humanidad seguirá obteniendo cada vez más valor del espacio en el futuro.

Siguiendo con la analogía de Bainbridge, la actividad espacial en la década de 1960 puede haber sido una “mutación técnica”; sin embargo, esta mutación se ha popularizado y ha demostrado ser un factor positivo en la evolución de la civilización humana.

En gran medida, lo que ha permitido que esta mutación comience a proliferar es la introducción de la competencia y la reutilización en la industria del lanzamiento orbital. Los proveedores de lanzamiento que adoptan diseños de cohetes reutilizables, innovaciones en fabricación y eficiencia en la gestión pueden lanzar cargas útiles a un costo que puede ser un orden de magnitud menor que el de los cohetes heredados. Estas innovaciones son ahora el telón de fondo de un mercado recién descubierto en el que las nuevas empresas de lanzamiento y las empresas de lanzamiento heredadas compiten ferozmente para crear los cohetes más confiables y rentables jamás producidos. Este es un excelente ejemplo de cómo el capitalismo trabaja para aumentar la eficiencia, abrir el acceso a más personas y, en última instancia, lograr una mayor creación de valor en general.

El mayor acceso de los empresarios a la economía espacial no se debe únicamente a servicios de lanzamiento más baratos. Los avances en tecnología, herramientas computacionales, inteligencia artificial, minería de datos y aprendizaje automático están permitiendo a muchos nuevos actores crear capacidades de “valor agregado” utilizando datos recopilados por organizaciones espaciales gubernamentales heredadas.

Más allá de los sistemas gubernamentales, las nuevas tecnologías, como las constelaciones de satélites y los satélites pequeños, también están abriendo la posibilidad de la propia recopilación de datos a entidades comerciales. Además, la innovación en la gestión de proyectos está surtiendo efecto. Las asociaciones público-privadas, los contratos de precio fijo, el aumento de la colaboración internacional y las oportunidades de lanzamiento de viajes compartidos están haciendo que las actividades espaciales más barato y más accesible. Todos estos factores, combinados con la reducción de los costos de lanzamiento, están permitiendo el surgimiento de la industria espacial comercial.

El fundador y director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, ha explicado parcialmente la motivación de su propia empresa espacial, Blue Origin, en este mismo contexto. Como dice Bezos, la llegada de cohetes reutilizables y costos de lanzamiento baratos es similar a la llegada de Internet. No había empresarios tramando y planificando el próximo gran negocio en línea antes de que existiera Internet. Tan pronto como existió, actuó como una infraestructura común para que los empresarios la utilizaran e innovaran. El emprendimiento espacial fue limitado en el pasado porque no existía una infraestructura común para facilitar la actividad empresarial. Ahora, con servicios de lanzamiento asequibles, se abren las posibilidades. La gran mayoría de los beneficios y la actividad económica que seguirán serán concebidos y ejecutados no hoy por los propios proveedores de lanzamiento, sino en el futuro por otros empresarios que aprovechen sus productos y servicios.

El crecimiento de la industria espacial comercial no es una coincidencia. Es el resultado de una transferencia de ciertas funciones en el espacio del gobierno a la industria. En algunos casos, esto es intencional y proactivo por parte de los gobiernos para facilitar la formación de una economía espacial comercial. Intencional porque este es el único medio para continuar el crecimiento de la creación de valor en el espacio de una manera que sea proporcional a las necesidades de la sociedad y no implique un aumento de los presupuestos gubernamentales. A medida que se produce este crecimiento y transferencia de funciones, los gobiernos pueden cambiar su enfoque y sus recursos limitados hacia nuevas iniciativas que aún no están listas para su comercialización.

Ejemplos destacados de este traspaso en la industria espacial son evidentes en el programa del Servicio de Reabastecimiento Comercial (CRS) y el Programa de Tripulación Comercial (CCP) de la NASA. Después de décadas de lanzar carga y tripulación a la órbita terrestre baja, el gobierno de Estados Unidos decidió en el período 2008-2009 que este servicio debería proporcionarse comercialmente para la Estación Espacial Internacional (ISS) en el futuro. Esta visión se basó en capacidades maduras de la industria y está documentada en un informe de la NASA de 2009 titulado Review of United States Human Space Flight Plans. Además del deseo de captar más eficiencia e innovación de la industria, esto permitiría a la NASA centrar más recursos en la próxima frontera: la exploración del espacio profundo. Esta transferencia se implementó a través de asociaciones público-privadas y un uso cada vez mayor de contratos de precio fijo donde el costo del desarrollo de hardware era compartido por el gobierno y la industria. Además, el gobierno desempeñó el papel de cliente garantizado al aceptar comprar de seis a siete vuelos tripulados y de carga a la ISS cada año.

Además de los contratos de vuelo, los socios industriales involucrados en CRS y CCP se benefician al obtener apoyo de la NASA para desarrollar un nuevo producto/servicio para ofrecerlo ampliamente en un mercado comercial a otros clientes. El gobierno se beneficia al compartir los costos de desarrollo y, en última instancia, al obtener una manera de llegar a la órbita terrestre baja que es más barata de lo que podría haber logrado por sí solo. La reducción de costos se debe a la eficiencia inherente resultante de la competencia y la búsqueda de ganancias en los mercados. En este caso, la NASA aprovechó el potencial de la industria moderna para crear el mercado de acceso a la órbita terrestre baja.

Como se esperaba, la creación del mercado de lanzamiento en órbita terrestre baja resultó beneficiosa para el gobierno y la industria. El coste de lanzar cargamento a la ISS solía ascender a 93.000 dólares/kg utilizando el transbordador espacial. Hoy en día, el costo es de aproximadamente $23 000/kg utilizando un cohete comercial SpaceX Falcon 9.1 El PCC ha obtenido un resultado similar en cuanto a ahorro de costos; sin embargo, los precios exactos no se divulgan públicamente. Las estimaciones sitúan el coste por asiento para enviar tripulación a la ISS en una nave espacial SpaceX Dragon en 55 millones de dólares. El coste por asiento de la nave espacial rusa Soyuz es de aproximadamente 90 millones de dólares y, mirando más atrás, el coste por asiento en el transbordador espacial fue de 137 millones de dólares2 en dólares de 2021. El suministro comercial de carga y tripulación a la ISS ofrece ejemplos de los beneficios beneficiosos para todos que la comercialización puede aportar.

Los programas comerciales de carga y tripulación de la NASA son ejemplos destacados de esfuerzos de comercialización exitosos en la industria espacial. Sin embargo, esto es solo una muestra de lo que ocurre. Hay mucho que se puede hacer en el espacio y mucho que se logrará en los próximos años en términos de aumento de la actividad comercial. Esto hace que sea aún más importante que los líderes de la industria sean conscientes no sólo del potencial comercial sino también de qué actividades en el espacio beneficiarán más a la sociedad.

¿Qué se debe hacer en el espacio?

El enfoque central de este libro es explorar qué actividades deberían llevarse a cabo en el espacio. Aunque hay mucho entusiasmo en torno a las posibilidades del espacio, es crucial entender los impactos que estas actividades pueden tener en la sociedad. El propósito es identificar las actividades que generen el mayor valor y sean beneficiosas para la humanidad.

El profesor James Schwartz plantea la pregunta sobre el propósito fundamental de los vuelos espaciales, sugiriendo que proporcionar nuevos mercados para la actividad económica podría ser una respuesta válida. Ampliar la esfera económica al espacio abre oportunidades para la supervivencia humana a largo plazo, avances científicos, exploración, servicios de telecomunicaciones, entre otros.

El libro examina todas estas formas de creación de valor, permitiendo al lector comprender su importancia relativa y discernir cuáles deben priorizarse. El capitalismo juega un papel esencial en esta discusión, ya que impulsa la búsqueda de oportunidades que generen el mayor beneficio para la humanidad en el espacio.

El capitalismo hoy

El capitalismo en la era actual está generando más valor en el espacio, lo que es positivo para la humanidad. Sin embargo, este crecimiento coincide con una reevaluación global del capitalismo debido a preocupaciones sobre la sostenibilidad planetaria. La industrialización y el modelo económico actual han contribuido a problemas ambientales graves y amenazan la prosperidad a largo plazo.

La industrialización inicial trae crecimiento económico y eleva a millones de personas de la pobreza, pero también aumenta la contaminación y el consumo de recursos. A medida que las naciones avanzan hacia industrias más limpias, la contaminación no desaparece, sino que se externaliza. Este modelo ha llevado a una crisis ambiental global y al cambio climático, con impactos significativos en la economía y la vida humana.

El cambio climático ya está causando incendios forestales devastadores, huracanes y el derretimiento acelerado de los glaciares. Estos eventos tienen consecuencias económicas, desde pérdidas en seguros hasta disminución de la productividad laboral. El cambio climático y la sobreexplotación de recursos están llevando a la humanidad a superar los límites de la capacidad de carga del planeta.

Es evidente que el modelo económico actual no es sostenible a largo plazo. La economía mundial crece a expensas del medio ambiente, y se requieren cambios fundamentales para garantizar la prosperidad a largo plazo. La sostenibilidad se ha vuelto esencial para el futuro de la economía y la supervivencia humana.

Capitalismo + Espacio: próximos pasos

¿Cuál es el futuro del capitalismo dada la gravedad de algunos de sus problemas? ¿Es posible seguir disfrutando de los beneficios edificantes del capitalismo y la industrialización pero hacerlo de una manera que elimine los costos negativos para el planeta y la sociedad? La respuesta corta es sí, pero esto implica la necesidad de una evolución en la forma en que operan las empresas.

Una empresa no es más que una organización artificial de personas, recursos y contratos que están configurados para satisfacer una demanda. Las empresas son literalmente las herramientas de creación de valor de la sociedad. Si una empresa no crea valor, si no beneficia a la sociedad, entonces no hay razón para que exista. La humanidad hoy exige cada vez más que las empresas sean responsables y creen valor de manera sostenible. Esto se debe a que se ha vuelto obvio que, a pesar de las apariencias, las empresas que no son sostenibles en realidad no crean valor a largo plazo.

La clave para que el capitalismo avance es seguir utilizando las mejores herramientas de creación de valor de la humanidad, las empresas, pero cambiar su forma de operar para que sus productos y servicios no se proporcionen a expensas de sistemas ambientales y sociales críticos.

Ya ha comenzado un cambio en la economía en este sentido. Esta implementación modificada del capitalismo está obteniendo apoyo popular en todo el mundo a medida que la gente se vuelve más consciente de los problemas y las soluciones relacionadas con la sostenibilidad que están asociadas con la forma en que operan las empresas.

La forma en que funcionan las empresas está cambiando para volverse más orientadas a objetivos y más consideradas con las partes interesadas más allá de los propietarios y accionistas. Si bien el ritmo de cambio debe ser más rápido, las empresas de industrias de todo el mundo están reduciendo los residuos, utilizando energía renovable, aumentando la responsabilidad de la cadena de suministro, adoptando modelos de negocio de servicios y centrándose más en el bienestar de la comunidad y de los empleados. Estas prácticas juntas definen lo que está surgiendo como una nueva implementación sostenible del capitalismo.

El surgimiento de la industria espacial comercial y el surgimiento de una economía global sostenible están ocurriendo simultáneamente. La industria espacial comercial debe formarse de manera que sea rentable y esté en línea con los principios de la economía sostenible si el objetivo es maximizar el beneficio para la humanidad. Y esto no es imposible.

Mirar hacia el futuro

En el Capítulo 2, se profundiza en el capitalismo: ¿qué es, cómo se formó, por qué es relevante para la industria espacial? También se discuten los esfuerzos para evolucionar el capitalismo, abordando sus fallas y manteniendo sus ventajas, con conceptos como el Triple Resultado, la economía circular y la gestión de partes interesadas.

Los Capítulos 3 y 4 aplican estos principios para diseñar una teoría del valor personalizada, considerando el valor intrínseco de las partes interesadas en la industria espacial. Este valor es una mezcla de ética, filosofía, búsqueda de ganancias, sostenibilidad y gestión de partes interesadas. Se proponen directrices para maximizar la creación de valor.

En el Capítulo 5, se examinan actividades espaciales y cómo pueden crear valor intrínseco para las partes interesadas, considerando la comercialización y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

En el Capítulo 6 profundiza en qué actividades específicas pueden abordar las necesidades humanas urgentes.

El Capítulo 7 trata temas adicionales sobre vuelos espaciales tripulados y exploración del espacio profundo. Finalmente, en el Capítulo 8, se resumen las oportunidades de creación de valor para las partes interesadas en la industria espacial.

Conclusión

Actualmente, dos transformaciones históricas notables están en curso en el mundo. Por un lado, la industria espacial está pasando de ser dirigida por el gobierno a estar dominada por la actividad comercial, generando un rápido crecimiento y creando más valor desde el espacio para un mayor número de personas que nunca antes.

Por otro lado, la necesidad de sostenibilidad está impulsando una transformación global en la implementación del capitalismo en todas las áreas de la economía. Las empresas están cambiando sus prácticas de gestión para reducir la externalización de costos y adoptar un enfoque más orientado a las partes interesadas y al propósito en la creación de valor.

Esta metamorfosis del capitalismo es crucial para asegurar que la prosperidad humana continúe y aumente en el futuro. Por lo tanto, la industria espacial comercial emergente debe crecer de acuerdo con prácticas que se alineen con esta tendencia.