En un momento en que las organizaciones buscan constantemente formas de mejorar la productividad y la colaboración, un reciente estudio publicado el 21 de marzo de 2025 por investigadores de la Harvard Business School, la Universidad de Pensilvania (Wharton) y Procter & Gamble ofrece perspectivas revolucionarias sobre el papel de la inteligencia artificial en entornos laborales colaborativos. La investigación, titulada The Cybernetic Teammate: A Field Experiment on Generative AI Reshaping Teamwork and Expertise, representa uno de los análisis más completos hasta la fecha sobre cómo la IA generativa está redefiniendo los pilares fundamentales de la colaboración: el rendimiento, el intercambio de conocimientos y la interacción social.

El estudio, codirigido por el profesor de Wharton Ethan Mollick, conocido por sus valiosas contribuciones en el campo de la IA, y publicado como documento de trabajo de Harvard Business School, presenta los resultados de un experimento de campo preinscrito con 776 profesionales de Procter & Gamble que trabajaron en desafíos reales de innovación de productos. Los participantes fueron asignados aleatoriamente para trabajar con o sin IA (basada en tecnología GPT-4), y ya sea individualmente o en equipos de dos personas, lo que permitió a los investigadores examinar una pregunta fundamental: ¿puede la IA funcionar no solo como una herramienta, sino como un verdadero compañero de equipo?

Hallazgos principales

Rendimiento mejorado

Los investigadores descubrieron que la IA mejora significativamente el rendimiento laboral. Sorprendentemente, los individuos que trabajaron con IA igualaron el rendimiento de equipos de dos personas sin IA, lo que demuestra que la tecnología puede replicar eficazmente ciertos beneficios de la colaboración humana.

En términos cuantitativos:

  • Los equipos sin IA mostraron una mejora de calidad de 0,24 desviaciones estándar sobre individuos trabajando solos
  • Los individuos con IA demostraron un aumento de 0,37 desviaciones estándar
  • Los equipos con IA mostraron una mejora de 0,39 desviaciones estándar

Además, los participantes que utilizaron IA completaron sus tareas en menos tiempo: los individuos con IA emplearon un 16,4% menos de tiempo, mientras que los equipos con IA utilizaron un 12,7% menos de tiempo que el grupo de control. Otro hallazgo notable fue que las soluciones generadas con asistencia de IA fueron significativamente más extensas y detalladas, con aproximadamente 500 palabras más que las soluciones creadas sin IA, lo que sugiere una mayor profundidad y exhaustividad en el análisis.

Ruptura de silos funcionales

El estudio reveló que la IA rompe las barreras entre especialidades profesionales. Sin IA, los profesionales de I+D tendían a proponer soluciones más técnicas, mientras que los profesionales comerciales se inclinaban hacia propuestas orientadas al mercado. Sin embargo, los profesionales que utilizaron IA produjeron soluciones equilibradas, independientemente de su formación profesional.

Este hallazgo sugiere que la IA actúa como un mecanismo para superar fronteras profesionales, ayudando a los trabajadores a razonar más allá de sus dominios tradicionales y abordar los problemas de manera más holística. Los individuos menos experimentados en desarrollo de productos se beneficiaron significativamente de la asistencia de IA, desempeñándose a niveles comparables a los de colegas más experimentados, democratizando así el conocimiento y reduciendo las disparidades basadas en la experiencia dentro de los equipos.

Beneficios emocionales y sociales

Contrariamente a los temores sobre el impacto negativo de la tecnología en el lugar de trabajo, los participantes reportaron respuestas emocionales más positivas al usar IA:

  • Individuos con IA mostraron un aumento de 0,457 desviaciones estándar en emociones positivas
  • Equipos con IA demostraron un aumento aún mayor de 0,635 desviaciones estándar
  • Ambos grupos reportaron disminuciones significativas en emociones negativas (-0,233 y -0,235 desviaciones estándar respectivamente)

Estos resultados sugieren que la IA puede sustituir algunos de los beneficios emocionales típicamente asociados con el trabajo en equipo, actuando como un colaborador efectivo incluso en entornos de trabajo individual. Además, los investigadores encontraron una correlación positiva entre el aumento en las expectativas de uso futuro de IA y las emociones positivas reportadas, lo que indica una relación potencialmente sinérgica entre experiencias positivas con IA y la disposición a adoptar la tecnología.

Implicaciones organizacionales

El estudio sugiere que las organizaciones necesitan repensar fundamentalmente los tamaños y composiciones óptimos de los equipos. El hecho de que individuos potenciados por IA puedan desempeñarse a niveles comparables a los equipos tradicionales sugiere oportunidades para estructuras organizativas más flexibles y eficientes.

Sin embargo, un matiz importante emerge al considerar las soluciones de primer nivel: los equipos aumentados con IA tenían aproximadamente tres veces más probabilidades de producir propuestas en el decil superior de calidad, lo que subraya la sinergia única producida al combinar la colaboración humana con la aumentación basada en IA. Este hallazgo sugiere que diferentes organizaciones podrían adoptar estrategias distintas: algunas podrían priorizar la eficiencia mediante individuos potenciados por IA, mientras que otras podrían enfocarse en maximizar la calidad excepcional a través de equipos aumentados con IA.

El análisis de cómo los participantes utilizaron la IA reveló patrones interesantes. Muchos retuvieron más del 75% del contenido generado por IA en sus soluciones finales, aunque esto no indica necesariamente una adopción pasiva. Los participantes interactuaron extensamente con la herramienta a través de prompts iterativos (un promedio de 18.7 prompts por participante), validación de respuestas y evaluación crítica. Además, aunque las soluciones asistidas por IA mostraron mayor similitud semántica entre sí en comparación con las soluciones puramente humanas, mantuvieron características distintivas que las diferenciaban de las soluciones generadas exclusivamente por IA, lo que indica que los humanos moldearon significativamente las sugerencias de la IA en lugar de adoptarlas sin modificaciones.

Conclusión

Esta investigación demuestra que la adopción de IA no solo mejora el rendimiento individual, sino que también transforma fundamentalmente cómo se comparte la experiencia y cómo se manifiesta la conectividad social dentro de los equipos. La IA ya no es simplemente una herramienta pasiva, sino que funciona como un «compañero cibernético» que interfaz dinámicamente con los solucionadores humanos de problemas, proporcionando retroalimentación en tiempo real, tendiendo puentes entre experiencias multifuncionales e influyendo en los estados emocionales.

A medida que las organizaciones continúan integrando tecnologías de IA, la comprensión de estas dinámicas será crucial para la teoría y la práctica organizacional, requiriendo una nueva ciencia de equipos cibernéticos. Investigaciones futuras deberán examinar cómo evolucionan estos patrones a medida que los usuarios desarrollan mayor competencia con la IA, cómo diferentes contextos organizacionales moderan estos efectos, y cómo el uso sostenido de IA impacta el desarrollo y la transferencia de experiencia dentro de las organizaciones.

Fuentes