Quizás pueda resultar chocante, pero creo que si algún profesional de marketing hubiera estado en Marte durante dos años y hoy regresara a al planeta Tierra se encontraría muchas sorpresas. ¿Tanto ha cambiado el panorama? La respuesta es que sí.
Nunca sabremos en qué medida está influyendo la recesión en estos cambios, pero parece claro que hay una serie de imperativos en tiempos difíciles. El marketing directo y la marca no constituyen sorpresa alguna. Son áreas clásicas aunque tremendamente puestas al día.
El social marketing o influence marketing (o como quieran llamarle) ha sido la gran novedad. La práctica del marketing empleando tu red de contactos y la influencia del cliente a través de las diversas plataformas, aplicaciones sociales y sitios de marca son un hecho.
Se empieza a demostrar que lo que empezó poco menos como hipótesis, es hoy una gran realidad. Hasta el punto de completar inexcusablemente al marketing directo y a la marca. Decir que los clientes se alejan de las formas tradicionales de publicidad, es una obviedad. Afirmar que los clientes acuden más convencidos y con más frecuencia a la recomendación y consejo de su círculo de contactos o incluso aprecian las opiniones de desconocidos, también.
Nadie dijo que fuera fácil. Habrá que tener un conocimiento (que no control) sobre los diferentes tipos de influencia, estableciendo programas que generen valor para estos individuos. Esto será elemental en un proceso de comercialización cada vez más complejo, donde la frontera entre “marketing” y “ventas” se ha difuminado más que nunca.
No me canso de repetir a mis alumnos que son unos privilegiados. Están actualizando su “sistema operativo de marketing” que les convertirá en esa nueva hornada de profesionales que ya empiezan a demandar en los departamentos de marketing del anunciante y las agencias. Un secreto: pocas organizaciones cuentan con esos perfiles, muchas todavía no saben ni que lo necesitan, esa es la oportunidad.
La crisis del 2000 provocó que muchas marcas abrazaran el lado digital, haciendo que ese lado dejara de ser nicho y se convirtiera en mainstream. La presente recesión tendrá un efecto similar con el social media marketing. Las marcas que se atreven a entrar en este ámbito y que empiezan a pensar estratégicamente en ello (algo esencial) serán los que aprovecharan la oportunidad.
Los profesionales que también se apliquen este imperativo, también.