En los diferentes informes de tendencias sobre inversión publicitaria mundial, se marca un avance notable de la inversión publicitaria en Internet en 2008. Hay un baile de cifras pero podría estar rozando el 10% de conjunto del mercado publicitario.
En España, la inversión en el medio interactivo no está en consonancia con la penetración y cobertura que tiene el medio. Todavía estamos lejos de que Internet alcance la tercera posición que tiene por ejemplo en Gran Bretaña, adelantando a cine, radio y revistas. Pero todo llegará.
Dentro de este capítulo de Internet, destacan con fuerza la publicidad en buscadores y la publicidad de vídeos online.
En el caso de los video online de han convertido en los herederos del denostado banner. Debido a la atracción que ejerce sobre el usuario. Incluso en términos “tradicionales” de recuerdo publicitario, tampoco se observan grandes diferencias respecto al spot de TV.
Además de estas razones objetivas (en términos de eficacia) hay actores claramente interesados en que esto suceda así, como por ejemplo las grandes redes publicitarias tradicionales, por aquello de que todo el dinero quede en casa…
Esto parece conducirnos a un escenario en el que la relativa masificación de la publicidad en videos online, y la democratización que supone para anunciantes con menor presupuesto, podría enfrentar los intereses profesionales relacionados con la creación y producción de estas piezas. En el ojo del huracán, las agencias de publicidad.
Por un lado los dinosaurios publicitarios intentarán mantener su protagonismo (y el negocio) contra viento y marea. En el otro lado el paulatino descenso de costes de producción hace plausible la entrada en este –hasta ahora- lucrativo negocio, de pseudos-profesionales del vídeo, de diversas procedencias, ansiosos de demostrar y cobrar por sus habilidades.
Será una lucha muy interesante. Intrusismo profesional para los puristas anacrónicos (todavía no lo saben) y una grandísima oportunidad para los pseudo-amateurs.