La marca Costa Brava cumple 100 años. Es un hito histórico. Una marca entrañable. Y muy querida para muchos de nosotros. También una marca longeva, potente y exitosa… sin mediar en su creación, ninguna agencia de branding.
Tal como apunta Josep Playà Maset (La marca Costa Brava cumple hoy 100 años) en el año 1908, el periodista Ferran Agulló publicó en el diario La Veu de Catalunya un artículo en el que se refería a la costa gerundense, por primera vez, con el topónimo Costa Brava.
El primer uso publicitario de la marca Costa Brava fue, como apunta Playà, unos años más tarde cuando en 1913, el Hotel Geroglífic, situado en La Fosca, de Palamós, ya ofrecía en sus anuncios: «Arena fina», «oleaje encantador», «brisas yoduradas» y «excursiones a la costa brava y cuevas».
Aunque hoy el producto ha perdido parte de su encanto (actualmente se podría rebautizar como «costa cara» o «costa tocho») parte de su atractivo sigue vigente. A pesar de todos los pesares, es curioso como una marca acuñada de forma natural, popular, tenga más fortaleza y longevidad que grandes marcas históricas en las que se ha invertido auténticas fortunas.
Sabemos que sin una marca potente, no se puede llegar muy lejos. Pero también sabemos que una marca potente no es un seguro de vida. Y sino que se lo pregunten a los señores de Enron (hasta hace poco la mayor bancarrota de EEUU), Arthur Andersen (la auditora de Enron), Parmalat, etc.…
El caso más reciente -que no el último- ha sido Lehman Brothers. Se trata(ba) de una de las financieras más grandes de Wall Street, con más de 150 años de historia y la firma “Financiera más Admirada” en el 2007, por cuarto año consecutivo según la revista Fortune. Una gran marca que entra por derecho propio en la leyenda negra de las marcas.
La marca es importante, pero no es lo único. A lo mejor la clave es que hay que pensar más en el interés colectivo, en la voluntad e intereses de los clientes y ser menos avaricioso. En su momento el consumidor hizo suya la marca Costa Brava y así ha seguido, convirtiéndola quizás, en una de las primeras marcas 2.0. Al menos -aunque maltrecha- sigue viva, en cambio Lehman Brothers ya es historia…