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PayPal, Microsoft, Facebook, Twitter, Salesforce son algunas de las empresas más impactantes y significativas del mundo y espefíciamente de la economía digital. Cada uno es muy diferente en muchos sentidos, pero hay una propiedad única que los define a todos y está detrás de su éxito: el efecto red.

Según el estudio de NFX, empresa de inversión, muestra que los efectos de red son responsables del 70% del valor creado por las empresas de tecnología desde que Internet se convirtió en algo relevante en 1994. Aunque son solo una minoría de empresas, las empresas con efecto red terminan creando la mayor parte del valor.

Concepto básico de Efecto Red

La definición simplificada de efectos de red es lo que ocurre cuando el producto o servicio de una empresa se vuelve más valioso a medida que aumenta el uso. Aparentemente es sencillo, pero cuando miras más de cerca, comienzas a notar que los diferentes tipos de redes son muy diferentes en cómo se comportan. No es objeto de este post desgranar estos elementos, sino de hablar de las “leyes” como tal.

El efecto red en el marco de los negocios coincide con el funcionamiento de redes complejas en ámbitos como la física o las matemáticas. En el mundo empresarial existen evidencias empíricas de su existencia y su validez, pero hasta ahora no se ha creado una estructura teórica que explique el fenómeno en toda su extensión.

No existen leyes que expliquen el proceso de creación de valor de forma específica. Tampoco hay modelos de aplicación empresarial para ese fantástico efecto. Lo que sí hay es pruebas claras en la práctica que muestran la eficacia y el poder del network effects.

Aunque es importante tener elementos que pueden generar el efecto red, lo importante es tener un buen modelo de negocio. Si se quiere aprovechar el efecto red, no basta con crecer de forma exponencial y creer que esto seguirá siendo así por siempre. Ningún efecto sustituye tener una buena, el equipo adecuado y un trabajo constante y sistemático.

Las Leyes

Las «leyes» del Efecto Red. Fuente: nfx.com

A lo largo de los años, varios pioneros de la red han intentado modelar cómo el crecimiento de una red aumenta su valor. En otras palabras, intentaron describir el poder de los efectos de red. Con el paso del tiempo, cada nueva ley descubrió que el valor de las redes y el crecimiento de la red se habían subestimado significativamente en el pasado.

Como decía antes, estas leyes no son leyes verdaderas de la misma manera que la ley de la gravedad es una ley científicamente probada. Son simplemente conceptos matemáticos que describen las relaciones entre diferentes tipos de redes y el valor de esas redes. Se les ha llamado leyes porque suena genial. A veces puede tener aspectos de todas estas «leyes» aplicando a la misma red simultáneamente.

La mayoría de los productos con efectos de red deben, en última instancia, alcanzar una masa crítica para aprovechar al máximo la capacidad de defensa proporcionada por sus efectos de red. Antes de que el tamaño de la red alcance la masa crítica, el producto sigue siendo bastante vulnerable y puede no tener mucho valor para los usuarios. Para tales productos, el desafío suele ser generar suficiente valor inicial para incentivar a los primeros usuarios a comenzar a usar el producto incluso antes de que el valor de los efectos de red se haya activado.

Ley de Sarnoff

David Sarnoff, que dirigió la Radio Corporation of America (que creó NBC) desde 1919 hasta 1970. Fue una de las cadenas más grandes del mundo durante esos años. Sarnoff observó que el valor de su red parecía aumentar en proporción directa al tamaño de la red, proporcional a N, donde N es el número total de usuarios en la red.

Al final resultó que, la descripción de Sarnoff del valor de la red terminó siendo una subestimación para algunos tipos de redes. Aunque fue una descripción precisa de las redes de transmisión con unos pocos nodos centrales que transmiten a muchos nodos marginales (una audiencia de radio o televisión).

Ley de Metcalfe

La Ley de Metcalfe establece que el valor de una red de comunicaciones crece en proporción al cuadrado del número de usuarios en la red (N2 donde N es el número total de usuarios en la red).

La formulación de este concepto, que data aproximadamente de 1980, se atribuye a Robert Metcalfe, quien fue uno de los inventores del estándar Ethernet. Esta ley parece mantenerse porque el número de enlaces entre los nodos de una red aumenta matemáticamente a una tasa de N2, donde N es el número de nodos.

Aunque originalmente se formuló para describir redes de comunicación como Ethernet, fax o redes telefónicas, con la llegada de Internet ha evolucionado para describir también las redes sociales y los mercados.

Ley de Reed

La Ley de Reed fue publicada por David P. Reed del MIT en 1999. Si bien Reed reconoció que «muchos tipos de valor crecen proporcionalmente al tamaño de la red» y que algunos crecen en proporción al cuadrado del tamaño de la red, sugirió que la clave estaba en «la formación de grupos redes” que permiten la formación de clústeres escalan el valor incluso más rápido que otras redes.

Las redes que forman grupos, según Reed, aumentan su valor a una tasa de 2N, donde N es el número total de nodos en la red. La razón por la que Reed sugirió una fórmula de 2N en lugar de N2 es porque la cantidad de grupos posibles dentro de una red que «admite una comunicación grupal fácil» es mucho mayor que 1, por lo que la cantidad total de conexiones en la red (la densidad de la red) no es solo una función del número total de nodos (N2). En realidad, es una función del número total de nodos más el número total de posibles subgrupos o clústeres, que escala a un ritmo mucho más rápido con la adición de más usuarios a la red.

Por ejemplo: en una red más grande se pueden formar redes más pequeñas y estrechas: por ejemplo, el equipo de fútbol dentro de la red de una escuela secundaria; hermanos dentro de una red familiar; tenistas dentro de una red de compañeros de trabajo.

Tales conexiones, y el potencial de unirse a otros subgrupos, cimentan el compromiso de las personas con la red general de formas más profundas que el tamaño general y la densidad de conexión de la red implicarían por sí mismos. Debido a esto, Reed creía que el valor real de una red aumenta exponencialmente (2 ^ N) en proporción al número de usuarios, mucho más rápido incluso que lo que describe la Ley de Metcalfe. 

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