rondas pre-seedDesde que hace un par de meses saltó polémica con la aparición del anteproyecto de ‘ley de crowdfunding’ (Invierta pero no demasiado), las aguas bajaban agitadas en el sector. Una de cal y otra de arena. Por un lado, algunas empresas dedicadas al equity crowdfunding pararon operaciones (p.e. TheCrowdAngel) y muchos proyectos alrededor del ecosistema emprendedor, quedaron paralizados. Por otro lado, se consiguió una mayor difusión y sensibilización del crowdfunding. Algo que habría sido difícil de conseguir sin la animación del Ministerio de Economía.

Ahora vuelve aparecer el proyecto de ley, ligeramente evolucionado. Es menos restrictivo pero sigue siendo mejorable y nos hace ser raritos en el contexto internacional.

Respecto al primer borrador los ejes fundamentales son:

  • Los proyectos no podrán superar el millón de euros,
  • Los inversores quedan divididos en dos tipos: los individuales, a los que se les mantienen el límite de 3.000 euros, y los profesionales, entendido por tales aquellos que tengan una renta disponible de 100.000 euros —pendiente de establecer como se define—. Estos podrán invertir en equity crowdfunding lo que quieran.

Paradojas

  • Sorprende la voluntad de protección del Estado. Se duda del criterio de los inversores no-profesionales (o con menos dinero). También se exige, a los actores del equity crowdfunding, una fuerte supervisión financiera. «En paralelo se mantiene esa paradoja de que un particular pueda comprarse una casa o invertir sin límite en Bolsa, sin que nadie le pregunte

Problema de base

  • El proteccionismo del estado genera dudas sobre la intención hacia esta práctica inversora. Se apunta un movimiento de los bancos por proteger sus intereses, aunque tampoco hay que olvidar la tradicional poca cultura financiera de los españoles que contrasta su determinación hacia productos de riesgo (afinsa,…). Y luego pedimos a papa estado que nos solucione el embrollo.

Realidad de mercado

  • El equity crowdfunding no es la panacea universal, pero es un buen instrumento de inversión, y para desarrollarse necesita un marco legal fiable.
  • Se trata de una actividad de riesgo. Lo normal sería perder el 100% de lo invertido.
  • Existe un hueco. La dinamización que supone el equity crowdfunding, se acerca más a los 3Fs que al capital riesgo y cubre un importante tramo de inversión, que en realidad, nunca ha sido cubierto adecuadamente (algunos micro-créditos de entidades financieras se aproximan).
  • Aumenta el target. Los proyectos invertibles a través de equity crowdfunding representan la base de la pirámide de proyectos, donde hay más masa crítica.
  • Aumenta el universo de inversores. Es una de las grandes consecuencias del equity crodwfunding, incrementar la base de inversores, tickets bajos, diversificación de carteras,..
  • Hacer crecer la base. Mirando a futuro creo que si de verdad queremos alimentar el ecosistema emprendedor hay una cuestión de cantidad (por supuesto también calidad). Puede que a los fundamentalistas no les parezca bien aumentar la base de proyectos emprendedores, pero es la única forma de alimentar el proceso de selección natural. Además de talento, se necesita dinero para ayudar a arrancar tantos proyectos.

Futuro

  • De hecho, creo que debe ir más lejos. Y empezar a plantear fórmulas pre-seed (pre-semilla). Incluso antes de la constitución de las sociedades. En fase de MPV (mínimo producto viable) o prototipaje.
  • Sería un vehículo todavía más arriesgado, para proyectos (o mejor dicho, emprendedores) con los que hay una fuerte relación emocional, con tickets de inversión más bajos, sin derechos políticos, pero con derechos económicos.
  • Y muy probablemente, uno de los mejores ecosistemas en los que mejor podría encajar este vehículo inversor pre-seed, sería la Universidad. Evidentemente, legalmente estructurado, en el marco de un programa de mentorización y acompañamiento profesional. Ahí lo dejo.