Es imposible predecir en manos de quién estarán los grandes negocios del mundo en los próximos decenios ¿Serán grandes gigantes de Internet? Recuperarán el terreno perdido los emporios clásicos? O quizás grandes plataformas surgidas de la colaboración, que desplazan el eje del poder de la corporación centralizada, al colectivo como proponen los máximos creyentes del consumo colaborativo?
La experiencia nos demuestra que el futuro no será blanco o negro, pero es innegable que hay movimiento de placas tectónicas, tan trascendentales como para hablar de la 3ª ola de Internet. Para algunos es el ‘Internet of Things’, para otros el honor será aquella que conecta online a las personas, para favorecer experiencias offline. Sea cual sea, ambos ya forman parte del nuevo escenario de oportunidades que se vislumbra con más claridad.
Los pioneros ya están transformando parte del consumo, el conocimiento, las finanzas o la producción. Hablar de 3ª ola tiene una cierta ironía, cuando todavía hoy son mayoría las organizaciones que no se han adaptado a la 2ª. También ocurrió con la 2ª revolución industrial, muchas organizaciones desaparecieron por no priorizar… o no hacerlo adecuadamente.
Listas sobre prioridades pueden haber tanta como opiniones, aquí va mi lista…
1) Cualquier empresa es un delicado ecosistema de relaciones donde el cliente es el principio y final
- El propósito de cualquier empresa es tener clientes (esto lo sabe todo el mundo), rentables (esto se olvida) y mantenerlos a lo largo del tiempo maximizando su valor (muy pocas).Visión de Life Time Value (LTV)
- Pero el LTV se acaba quedando corto al empoderar al cliente. Cuando aplicamos el factor colaborativo, ‘amplificamos’ al cliente y lo convertimos en el propio diseñador del producto, en muchas ocasiones en producto en sí mismo, en distribuidor y -por supuesto- en altavoz.
- Empoderar al cliente implica muchas cosas, si quieres hacerle un favor a tu empresa abre, total o parcialmente, tu negocio (Business con API abierta). Procura que la confianza entre los miembros de tu red sea máxima, ahí radica el valor de tu negocio.
2) Agilidad y rapidez. Cada vez más convencido que la velocidad en adaptarse, así como la capacidad para transformarse, son ventajas competitivas para cualquier organización. Tres elementos obligados serían:
- Contar con estructuras planas y poco jerarquizadas. Estructuras muy ligeras. Descentralización.
- Orientación a proyecto, ni al procedimiento, ni al departamento
- La digitalización es obligatoria para organizaciones tradicionales. Los nuevos proyectos ya deben construirse y organizarse en red, con una visión de ecosistema que evoluciona.
3) La importancia de la actitud. La actitud como resultado de una forma de hacer, de una cultura corporativa. Suscribo al 100% la afirmación de Peter Drucker “la cultura corporativa se come con patatas la estrategia”. La construcción de la cultura es una tarea a largo plazo. Aquí cabría un blog entero, pero destaco cinco principios
- Cultura de startup: compromiso, intensidad, rápidas iteraciones,… Aceptar el error y el fracaso.
- Extra-motivación (felicidad?): vinculando con lo anterior, la máxima motivación vendrá de sentido por lo que haces, interés por mejorarlo y autonomía con lo que hacemos
- Desaprender y aprender: todo individuo tiene que tomar consciencia que debe evolucionar permanentemente. El conocimiento y los sistemas de aprendizaje son más más accesibles que nunca. No hay excusas, lifelong learning
- Cuestionarse la autoridad. En general veo actitudes excesivamente dóciles, acostumbradas a obedecer. Es necesario polemizar más, alimentar la asertividad y permitir que la gente diga lo que piensa, incluso aunque vaya en contra de las ideas dominantes.
- Comunicación interna excelente. Este es un capítulo complejo. Distinguir adecuadamente la comunicación formal de la informal. Tomar consciencia que no todo el mundo tiene el mismo nivel de compromiso, ni la misma actividad, ni la misma agenda personal. Si al personal hay que dárselo troceado y ponérselo en la boca, el problema no es de comunicación interna, es de actitud.
4) Construir los proyectos y las organizaciones desde los costes
- Economía de guerra, no circunstancial sino estructural
- Modelos de negocio con márgenes bajos. Modelos de negocio en el que muchos aportan poco.
- Trasladar el máximo valor al cliente y a la comunidad
5) Capacidad de transformar la información en conocimiento productivo
- Como me comentaba Toni Martí “El problema no está/estará en tener los datos y poder procesarla y analizarla en tiempo real para obtener un determinado conocimiento, la tecnología avanzará y lo resolverá no tengo ninguna duda.» “Cada vez veo más claramente -me decía Toni- que la gran dificultad es saber qué quieres y para qué quieres … Y aquí es donde el negocio, la gente del negocio (no IT), no está preparada/formada” (ver 6 Simple Steps to a Big Data Strategy)
Como alguien me comentó hace tiempo, el problema de las prioridades no es tanto equivocarse en la selección, sino no tenerlas.