La anécdota de Steve Jobs riñendo a los usuarios de iPhone4, me parece una buena metáfora de las tendencias mesiánicas del idolatrado CEO de Apple. La brecha abierta por Apple y sus propuestas es cada vez más importante. Es de agradecer su protagonismo como agitador del mercado. Pero la estrategia de ampliar su ecosistema propio de dispositivos y aplicaciones, potenciando su corralito extremo. Todo ello aupado por una legión de Apple fanboys que se lanzan a comprar cualquier novedad que la marca de Cupertino ponga en el mercado, aunque sea un fracaso como el iPhone 4, empieza a ser cansino y preocupante.
Como contrincante se refuerza, cada día que pasa, Google y su sistema Android. Las intenciones de Google están claras, replicar su cuasi monopolio de la publicidad en las búsquedas en el mayor número posible de dispositivos.
Una lucha de titanes, que batallan por imponer su legítimo pero perverso dominio, se puede empezar a traducir en breve en un preocupante duopolio, con permiso de RIM-Blackberry y Microsoft-Windows Mobile.
El mercado anda huérfano de alguna esperanza blanca neutral y abierta. Aquí aparece con fuerza MeeGo es la unión de los sistemas operativos Maemo y Moblin, con el que Intel y Nokia pretenden competir con el sistema Android de Google. En el caso de Nokia, es su última esperanza después de reconocer que abandona Symbian para sus teléfonos de gama alta
La gran novedad de MeeGo es que, a diferencia de Android, está auspiciado por la Linux Foundation, el consorcio sin fines de lucro dedicado a fomentar el crecimiento de Linux. La Fundación Linux “patrocina la labor de su propio creador, Linus Torvalds, contando con el apoyo por parte de líderes de Linux y compañías de código abierto y desarrolladores alrededor del mundo”.