La idea es relativamente sencilla. Se juntan en cualquier parte y llevan a cabo una divertida coreografía basada en una canción. Empleados, estudiantes y amigos se convierten en los protagonistas de este fenómeno internauta que algunas empresas emplean como herramienta de marketing.
Como cuenta Javier Otero los ingredientes básicos para producir un Lip Dub son simples:
- Una o varias personas se graban cantando un tema en playback
- Se rueda el vídeo en un único plano secuencia, sin cortes
- Se publica el resultado en Internet en un espacio de gran difusión (YouTube, Vimeo, Dailymotion, etc.)
- Y muy importante: los participantes se lo pasan muy bien haciéndolo
Evidentemente las discográficas se empezaron a poner nerviosas. En lugar de entender el fenómeno como una oportunidad de promoción, actuaron como en ellas es habitual: con demandas.
Algunas marcas ya se han apresurado a emplear el Lip Dub con fines exclusivamente comerciales. Vueling se estrenó con una felicitación navideña (Vueling together Lip Dub) otro han sofisticado el tema con concursos y la participación de internautas. Así Citroen creó uno propio con su modelo C3 como excusa (Citroen C3 Lip Dub) o J&B que realizó el I Concurso de J&B LIP DUB entre universitarios.
Lo que quizás me interesa más de esta moda, no
Digo pseudo amateur porque aunque algunos de los ejemplos, bajo un aspecto supuestamente amateur, esconden detrás una producción profesional. Ahí está el famoso Lip Dub interpretado por estudiantes de la Universidad de Québec que utilizaron el éxito de Black Eyed Peas, “I Gotta Feeling”.
En el caso que me ocupa está realizado por 350 personas de la UPC, fundamentalmente estudiantes pero con la colaboración desinteresada de empleados de la propia universidad. Que se reunieron el pasado 23 de abril (Diada de Sant Jordi) para producir la pieza que propongo, con un resultado bastante digno.
Aparte queda el hecho que no sólo las discográficas parecen de otro planeta. Algunas voces críticas y desinformadas se han alzado en contra de esas prácticas. En este caso concreto de la UPC, por pensar que dinero de la universidad se había podido destinar a esta causa. Algo que de ser cierto, me habría parecido interesante e inteligente de cara a su promoción y la de sus estudios multimedia.