Después de leer la cantidad de tonterías que se han dicho acerca de la TDT y el consiguiente apagón analógico no puedo reprimirme y recordar algunas de las perlas escuchadas o leídas estos últimos días.
En el top1, la mejor. Sucedió el pasado sábado 3 de abril en el Telenotícies-TV3. La presentadora del informativo no tuvo reparos en alertar a la audiencia sobre los peligros de Internet, soltando –y cito literalmente- que «la TDT nace para plantar cara a Internet”. Glups!
Para los que tengan curiosidad (y entiendan catalán) recomiendo que experimenten la sensación de oír semejante desliz en boca de una presentadora del informativo de la tele pública. Gracias a Ferran Clavell y a pesar de su “vergüenza ajena” que reconoció sentir, me pasó el link del video (minuto 16:52) lo que demuestra para mi alivio, que en esa casa hay vida inteligente y gente sensata.
La perla número dos, para Javier Montalvo que en su artículo ¿Y ahora que España es digital, qué? se atreve a pronosticar los próximos movimientos y “en poco tiempo, casi todas las emisiones serán además en alta definición y, dentro de un poco más, en tres dimensiones”. Remata la jugada, comparando la TDT española, “infraestructuras que permiten desarrollar servicios innovadores que no se demandan”, con la banda ancha coreana. Sí, esa infraestructura que en 2009 cubría el 90% de los hogares surcoreanos, muchos de los cuales acceden desde hace tiempo a Internet con 100 megabits por segundo. Igual que aquí.
Tan sólo queda por averiguar si la industria de contenidos reaccionará, y como afirma Montalvo, el foco del Gobierno será –si todavía queda dinero- “promover una industria de contenidos y aplicaciones que conviertan un adelanto tecnológico en beneficios y ventajas para los ciudadanos”. ¿Será esto posible con la actual TDT? ¿Crecerán los puestos de trabajo gracias a la adjudicación de los nuevos múltiplex de las cadenas?
Si creemos que esto es entrar en la “era digital para los españoles”, tenemos un problema serio. Yo cambiaba ahora mismo, la lenta y cara banda ancha española más la flamante nueva TDT -todo junto-, por la banda ancha coreana. Porque esto no va de apagón analógico, va de retraso antológico.