Que bajaría la inversión publicitaria ya lo sabíamos. La duda era saber cuanto. No me consuela, pero me tranquiliza saber que no soy al único que ha notado un parón importante –también- en la inversión en medios digitales. Sí, se está ralentizando su crecimiento y de momento los únicos que parecen inmunes, son los buscadores y enlaces patrocinados que mantienen el vigor en su crecimiento con una previsión del +13%.
Aunque a decir verdad, después de haber recibido un mailing de Google (sí, un mailing de papel) con un vale por 50 € para invertir en adwords puede que las cosas no anden tan estupendamente bien, señal que también son humanos.
Continuando en publicidad online, la inversión en display (banners y video) se quedaría con un incremento raquítico del 7%. Respecto a esta cifra, los formatos más clásicos (banners) ya puedo decirte que hay una atonía importante, con una clara tendencia a la baja de precio de tarifas de CPM y una migración masiva al pago por variable, CPC, CPL y demás especies raras.
Las redes de publicidad online están aguantando el temporal como pueden. Los medios mendigando y rebajando el precio con tal de ingresar algo por su “stock de impresiones”…. lo que aún fastidia más los precios. Fantástico panorama. Sobre la gran promesa del video online, vamos a dejarlo aquí. No vaya a ser que se repita la promesa –eternamente aplazada- del mobile marketing.
El cuadro de los medios digitales quedaría incompleto si nos olvidáramos de mencionar la inversión en los blogs. El informe sorprende con un incremento del +33% de la previsión manejada hace sólo dos meses. Demostración de la excelente salud de los blogs, lo que se contradice abiertamente con los que auguraban una próxima defunción del fenómeno blogger. Algo que carece de sentido teniendo en cuenta que una inmensa mayoría seguimos siendo amateurs, totalmente ajenos a los avatares de la inversión publicitaria.
Para completar este panorama publicitario, quedan los medios más tradicionales. Para ellos el pronóstico es grave. Se prevé un claro empeoramiento para este año, con descensos importantes. Por esta razón, cobra sentido una anécdota experimentada el pasado domingo. Día de lecturas pausadas, prensa incluida, especialmente de LaVanguardia. El hecho es que suelo fijarme poco o nada en la publicidad de sus páginas. De veras me resulta aburrida o simplemente pasa inadvertida. Pero anteayer fue diferente. Me detuve en un anuncio a lo grande. Una doble página a color en las páginas 34 y 35.
¿Quién era el generoso y atrevido anunciante? La Diputación de Barcelona anunciando la red de bibliotecas municipales y las enormes posibilidades de conexión que ofrecen las mismas (“en las bibliotecas tienes las tecnologías más cerca…”).
Se me ocurran pocas maneras menos eficaces de invertir el dinero desde el punto de vista publicitario. Promocionar el uso de Internet desde las bibliotecas públicas, en un periódico como LaVanguardia en domingo, claro.
No sé que habrá costado esa doble página a color, pero estoy convencido que si el objetivo de esa inserción fuera la de comunicar a su público objetivo, no atinaron demasiado.
En tiempos de vacas flacas, cuando cada euro cuenta, despilfarrar el dinero de esa forma sólo puede hacerse desde una Administración, sospechosa de mantener un generoso presupuesto pero no sabe en qué gastarlo.
Ojalá esté equivocado, pero quizás el error es hablar de publicidad, cuando deberíamos hablar directamente de subvención. Son tiempos difíciles para los medios y la publicidad. Ahora ya sabemos que se puede ver el vaso medio lleno, medio vacío… o beber por la cara.