Decir que la publicidad se está reinventando, es casi una obviedad. Que Internet ha llegado a su mayoría de edad en términos publicitarios lo acabamos de comprobar recientemente en Cannes.
Como expuso
La pregunta es: Si la publicidad como actividad empresarial está cambiando rápidamente y de forma tan profunda ¿no crees que la agencia de publicidad como empresa, y los profesionales que en ella trabajan, también deberían hacerlo?
En un mundo cada vez más 2.0 el paradigma de la empresa evoluciona. Como cita Juan Freire en su interesante blog las tendencias podrían resumirse en:
- los expertos ya no son necesariamente profesionales, los amateurs “se han rebelado” y pueden situarse en el “extremo virtuoso” de la larga cola del talento;
- la innovación se democratiza y algunos usuarios (de nuevo el extremo de la larga cola) se convierten en diseñadores de nuevos productos y servicios o en la mejora de los existentes;
- las organizaciones 2.0 se convierten en plataformas abiertas, que pasan de ejercer el “push planificador” al “pull buscador”
La agencia de publicidad es un negocio de gestión de incertidumbre, ha superado gracias a su flexibilidad y adaptabilidad, pero que ha evolucionado muy poco. Su modelo de negocio, de organización ha cambiado poco o nada.
Sospecho que en un negocio de tan elevada exigencia personal (casi cruel), quién lo ha amortiguado han sido sus profesionales, a costa de una elevada erosión personal.
En un futuro muy próximo quizás veamos agencias de publicidad donde la creatividad y la estrategia son –auténticamente- multidisciplinares. Fábricas de creación experiencias de marca (la comunicación de marca camina hacia una experiencia 360º), no sé si de producción e implantación.
Con un núcleo duro reducido, de generalistas y grandes dominadores de la gestión de equipos de proyectos. Serán facilitadores y bisagras. Mezcladores de sectores, tendencias, contactos y disciplinas. Sin un gran cuartel general, más bien una red de pequeñas oficinas -hubs de talento, sabiduría y creatividad- dispersas e hiperconectadas por todo el mundo, muy cerca del cliente con el que habrá un grado de implicación e involucración desconocidos hasta ahora.
La pregunta no es si el anunciante estará dispuesto a pagarlo. Lo exigirá. ¿Será que el reto es saber romper y desaprender el modelo actual? ¿Cómo lo ves?