Este post es un resumen del libro “Las Leyes de la Naturaleza Humana” de Robert Greene. Una lectura larga pero muy interesante y recomendable, imprescindible para entender la naturaleza humana.
El resumen corto del libro es que las personas, como animales sociales, dependemos extraordinariamente de las relaciones que hacemos, por eso no basta nuestro talento, conocimiento y formación: saber por qué la gente hace lo que hace, es la herramienta más importante que podemos dominar.
De qué va las Leyes de Naturaleza Humana
En “Las Leyes de la Naturaleza Humana” Greene una vez nos habla a través del prisma de la filosofía, historia y psicología como las personas nos comportamos a través de 18 “Leyes”. El autor ilustra cada una de estas leyes a partir de las circunstancias de personajes históricos como Pericles, Isabel l y Martin Luther King Jr,…
Robert Greene nos enseña a controlar nuestras emociones, leer mejor las intenciones de las demás personas, desarrollar empatía para nuestro beneficio, y cómo cambiar algunos de nuestros comportamientos negativos. Como animales sociales, es importante conocer nuestras motivaciones, así como el de las personas con las que interactuamos para poder funcionar correctamente. Leyéndolo se podría decir que es un complemento esencial para evitar comportarte como una especie de sociópata disfuncional.
De qué nos sirve conocer estas leyes
- Para poder convertirte en un observador más sereno y estratégico de las personas y contribuir a librarte del drama emocional que suele agotarnos innecesariamente.
- Podrás interpretar las señales que la gente emite sin cesar, lo que te dará más capacidad para entender su carácter.
- Enfrentarte con inteligencia a los típicos tóxicos que inevitablemente se cruzarán en tu camino y que tenderán a causarte un daño emocional a largo plazo.
- Te mostrarán las palancas para motivar a la gente e influir en ella, lo que volverá mucho más fácil tu camino en la vida
- Entenderás cómo operan en ti las leyes de la naturaleza humana, lo que te dará poder para cambiar tus patrones negativos.
- Ayudarán a transformarte el alguien más empático, lo que potenciará los vínculos con la gente que te rodea
- Cambiarán tu visión de tu potencial, te harán consciente del “yo” que puedes sacar a relucir
Domina tus emociones y adopta el pensamiento racional.
Las personas no son racionales por naturaleza, tienen creencias sesgadas que pueden relacionarse con reacciones emocionales e irracionales a situaciones y eventos. Para dominar tus emociones, toma conciencia de los prejuicios que se derivan del «principio del placer»: el deseo de evitar el dolor y maximizar las experiencias que te sienten bien. Tus prejuicios pueden tomar estas formas:
- Sesgo de confirmación: las personas buscan hechos que respalden las conclusiones en las que quieren creer. En su lugar, busque hechos que refuten su posición.
- Sesgo de convicción: la gente defiende con vehemencia una idea que quiere creer en lugar de permanecer abierta a los matices.
- Sesgo de apariencia: las personas se presentan de maneras que cultivan una imagen que otros ven como positiva. Por ejemplo, pueden intentar parecer ricos, trabajadores o atractivos.
- Sesgo de grupo: las personas no examinan de cerca las ideas que su grupo social es válido.
- Sesgo de culpa: las personas quieren evitar equivocarse, por lo que no consideran sus errores de cerca.
- Sesgo de superioridad: las personas se ven a sí mismas como más decentes, éticas y racionales que los demás, y solo ven los errores de los demás, no los propios.
Familiarízate con tus respuestas emocionales y cultiva el pensamiento racional manteniendo un equilibrio saludable de curiosidad y escepticismo.
Transforma las tendencias narcisistas naturales en empatía
Todos somos narcisistas, algunos más profundos que otros. Anhelar la validación y la atención es natural, ya que alimenta los sentimientos de autoestima. Las personas que aprenden a valorarse a sí mismas tienen una autoestima saludable, mientras que aquellas con una autoimagen inestable pueden convertirse en «narcisistas profundos». Estas personas pueden tener relaciones dañinas e insatisfactorias y tienden a ver a sus seres queridos como «objetos personales» que quieren controlar para sus propios fines.
Todo lo que la gente hace es una señal de algún tipo; no existe un gesto que no comunique
Ningún gesto está vacío; todo, desde los patrones de respiración de las personas, hasta los objetos en sus escritorios, proporciona pistas que revelan sus verdaderos sentimientos.
Presta atención a las personas cercanas a ti, observando sus comportamientos básicos o típicos. Cuando su comportamiento se desvíe de su norma, sabrás que está experimentando un estado emocional, como angustia. Familiarízate con sus micro expresiones y signos sutiles de hostilidad, como ojos entrecerrados, labios fruncidos y pies apuntando en dirección opuesta a ti. Presta atención a las señales mixtas, como el tono de voz, las sonrisas llenas de tensión que pueden indicar desprecio e indicadores no verbales de dominio y sumisión. Las personas dominantes hacen contacto visual con quien les place, mientras que los inseguros se involucran en acciones de consuelo, como acariciarse a sí mismos.
Evalúa el carácter de las personas mediante el estudio de sus elecciones y patrones de comportamiento.
Evalúa los personajes de otras personas mirando más allá de la fachada que presentan y prestando atención a sus acciones. Las personas tienden a desarrollar patrones de comportamiento en la primera infancia y esos patrones determinan su carácter más adelante en la vida. Las personas muestran su carácter en la forma en que manejan la responsabilidad, trabajan con otros, toman decisiones y resuelven problemas.
Hazte a ti mismo y lo que produces deseables para los demás
A la gente le encanta la fantasía, así que estimula su imaginación prestando atención a sus deseos ocultos. Esto refuerza tu poder sobre ellos. Piensa en ti mismo y en las cosas que produces o creas como objetos de deseo. No estimularás el deseo en nadie al revelarlo todo sobre ti. El autor recomienda cultivar cierto aura de misterio…
Estimula el deseo en los demás retirándote periódicamente y haciéndote indisponible, creando la impresión de que diferentes personas compiten por tu atención o tu trabajo, gestionando cuidadosamente las rivalidades y asociando tu marca con algo que empuja los límites, es políticamente avanzado o no convencional. Evalúe tus deseos y prioriza aquellos que amplíen tu autoconocimiento, poder personal y sentido de calma y concentración.
Transforma tus deseos reprimidos en creatividad
Todo el mundo tiene un «lado oscuro«, una personalidad socialmente inaceptable cuyos aspectos reprimen. El psicólogo Carl Jung se refirió a esta faceta de la naturaleza humana como «la Sombra«. Para comprender las Sombras de otras personas, presta atención cuando no logran ocultar sus deseos negativos reprimidos. Busca comportamientos contradictorios, arrebatos emocionales y momentos de negación, como alguien que insiste en que no le importan las opiniones de otras personas.
Toma conciencia de tu propio lado oscuro. Al ser consciente de ello, puedes controlar y canalizar las energías creativas que acechan en su inconsciente.
Para controlar tu Sombra, identifícala escudriñando tus destructivos deseos ocultos, como fantasías de venganza o inseguridades. Acepta tus deseos reprimidos e intégralos en tu personalidad con autenticidad. Por ejemplo, quizás bromees sobre tu lado oscuro o canalices los sentimientos negativos hacia la acción política. Explora tus deseos inconscientes a través del trabajo creativo o inventivo.
Supera los sentimientos destructivos de superioridad sobre los demás
Mucha gente se imagina superior a los demás. Tener una autoimagen irrealmente alta conduce a decisiones irracionales. Hay que prestar atención a los signos destructivos de superioridad en los demás y en ti mismo. Estos indicadores incluyen una actitud defensiva excesiva al enfrentar críticas, aversión a la autoridad y la certeza irracional de que tus planes darán como resultado resultados positivos.
Sentir una sensación de grandiosidad es natural, pero no hay que perderse en fantasías de tu propia grandeza. Cultiva la “grandiosidad práctica” ganando confianza en tus habilidades a través de su trabajo y canalizando tu deseo de grandeza y atención en acciones que beneficien al mundo.
Conviértete en el líder que la gente quiere seguir y supera la inconstancia del grupo.
Las personas son inconstantes por naturaleza. A menudo se sienten ambivalentes con respecto a los que están a cargo, les agradan un momento y se vuelven contra ellos cuando muestran debilidad. Trabaja duro, se responsable y haz sacrificios por tus objetivos. Evita parecer egoísta, indeciso o mezquino siendo empático con los estados de ánimo y deseos del grupo, moviéndote con confianza hacia una visión a largo plazo.
La autoridad es el delicado arte de crear la apariencia de poder, legitimidad y justicia, al tiempo que logra que las personas se identifiquen contigo como un líder que está a su servicio.
Descubre un estilo de liderazgo auténtico que funcione para ti, ya sea alguien que prefiere enseñar o alguien que actúa como un sanador ayudando a otros a encontrar la plenitud. Cultiva la autoridad interior aceptando tu deber de contribuir a la sociedad utilizando sus talentos únicos.
Anticípate a los momentos del zeitgeist y úsalos a tu favor
Las normas de la sociedad cambian constantemente. Este cambio es imperceptible a menos que mires de cerca. La dinámica del poder, entre clases, industrias y regiones, por ejemplo, cambia con regularidad. Las generaciones más jóvenes a menudo tienen menos respeto por las instituciones veneradas por las generaciones mayores. No aceptes el statu quo. Presta atención a lo que la gente desea como colectivo. Observa los estilos cambiantes en áreas que revelan signos tempranos de valores sociales cambiantes, como la moda y la música.
Piensa en ti mismo como un enemigo del statu quo, cuyos defensores deben verlo a su vez como peligroso. Considera esta tarea como absolutamente necesaria para la revitalización del espíritu humano y la cultura en general, y domínala.
Examina tus valores, sentimientos y puntos de vista y observa cómo te influyen las normas de tu generación. Presta atención a las formas en que el envejecimiento cambia tu perspectiva y estado de ánimo. Trata de no perder los aspectos positivos de la juventud, como la curiosidad y la humildad. Estudiar las tendencias colectivas cambiantes te permite desarrollar la comprensión del espíritu del momento, o zeitgeist, y aprovechar tu potencial.
Las personas necesitamos un propósito en la vida
La gente necesita un sentido de propósito. Sin embargo, muchos van sin rumbo fijo de un trabajo a otro, o son víctimas de propósitos falsos, como sistemas de creencias rígidos, cultos y la búsqueda excesiva de dinero o placer. El autor propone encontrar el propósito de tu vida al reflexionar sobre lo que te emocionó en la infancia o en los momentos que recuerdas al realizar tareas con facilidad. Al perseguir el propósito o la vocación que has elegido, permítete experimentar el “fluir” en el que los pensamientos basados en el ego se escapan.
Incluso nuestros momentos de duda, incluso nuestros fracasos, tienen un propósito: endurecernos. Con tanta energía y dirección, nuestras acciones tienen una fuerza imparable.
No permitas que las críticas de tus fracasos te distraigan mientras te alineas con el propósito de tu vida. Encuentra personas que tengan las habilidades que te faltan y mantenlas en tu círculo íntimo para ayudarte a alcanzar tus metas.
Alcanza tus metas aceptando tu propia mortalidad
La mayoría de las personas nos escondemos de la realidad de la muerte, pero aceptar nuestra mortalidad desencadenará nuestro propósito y urgencia. Enfrentar tu mortalidad crea empatía. La inevitabilidad de la muerte nos ata a todos. Según el autor, centrarse en la muerte agudiza su perspectiva, a medida que determinas cuáles de sus prioridades importan y te deshace de las ilusiones.
Al volvernos profundamente conscientes de nuestra mortalidad, intensificamos nuestra experiencia de todos los aspectos de la vida.
Aceptar la mortalidad te permite experimentar la vida de manera más completa y profunda. Aquellos que se esconden de la realidad de la muerte disminuyen sus niveles de conciencia. Centrarse en la muerte, o en lo que no puedes comprender, significa concentrarte en lo sublime.
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