El mundo del deporte, especialmente amateur, vive un auge espectacular. El número de practicantes sigue aumentando y la fiebre por correr (por asfalto o montaña), hacer triatlones o atreverse con un ironman, parece accesible a cualquier mortal.
Como suele ocurrir, lo más complicado -además de entrenar- es rascarse el bolsillo. Nuevas zapatillas deportivas, mallas milagrosas, suplementación alimentaria, publicaciones expertas, servicios online, dispositivos electrónicos que pueden convertir tu entreno en una extensión de la Play,… y la necesidad de duplicar el número de fines de semana para dar cabida a un calendario de competiciones saturado.
Esto se ha convertido en una fiebre del oro. Probablemente lo que faltan son propuestas más simples, más honestas y con más valor por el precio pagado. Los profesionales de marketing son (somos) especialistas en amplificar las promesas para convencer al confiado consumidor de las cualidades milagrosas de los productos…
En el mundo textil deportivo técnico se cometen auténticas tropelías y algunos amigos expertos en la materia, se llevan las manos a la cabeza ante productos pretendidamente premium con un rendimiento lamentable. Si en el textil se cometen tropelías, en la nutrición se cometen auténticas barbaridades. En general, se vende mucho bluff (o productos malos directamente), compramos bastante mal, comemos bastante peor y los que hacemos deporte, se agrava.
Casualmente he conocido Heronymous, una startup dedicada a la alimentación deportiva, a través de un contacto en común. Me hicieron llegar unas muestras de producto para probar. Así lo hice. Sorprendente, no tanto por conseguir una mejora en mi rendimiento deportivo (haría falta un milagro), sino porque las barritas que probé, apetecía comérselas -gran novedad-. Algo insólito hasta la fecha y eso que he probado numerosas marcas.
Además de felicitar a Lourdes Torres, fundadora de Heronymous, quise conocerla. Lourdes es una Ironman. Su historia es curiosa y su vocación por convertirse en triatleta de larga distancia, tardía. Es cocinera de profesión, hecho que sin duda le hizo cuestionarse si la alimentación deportiva habitual era la mejor opción para dar lo mejor de uno mismo, no lesionarse ni fatigarse y que además, fuera un producto mínimamente apetecible. Y así surgió el reto de desarrollar su propia barrita energética. Se asesoró por una nutricionista y se puso “manos a la obra” hasta conseguir su producto ideal.
El negocio de Heronymous es incipiente, pero ha validado su modelo. Después de cerca de tres años de compartir su experiencia deportiva en su blog y de un largo camino de ensayos y análisis, con más devoción que vocación de negocio, encontró su piedra filosofal. Heronymous tiene escasos meses de vida, solo comercializan a través de la Red, pero ya cuenta con un centenar de clientes gracias al boca-oreja.
Lourdes convierte su experiencia, en la promesa de Heronymous, ‘La barrita que no te asegura podium pero te hace finisher’ al fin y al cabo, ella misma admite que suele quedar última o penúltima en las pruebas en las que compite.
Quedé con ella y me hizo un clínic apasionado sobre nutrición deportiva. Su idea es muy clara: nutrición deportiva, combinando con criterio gastronómico, ingredientes 100% naturales, elaboración artesanal. El resultado son productos nutricionalmente adecuados, que proporcionan energía sostenible y con un gran sabor… a un precio competitivo.
Lo más sorprendente no es que haya creado unas barritas apetecibles, sorprende que se ha propuesto redefinir los desayunos. Auténtico momento clave para todo deportista.
Lourdes, junto con su socia y amiga Lourdes Sopranis (actual Directora de Marketing en Puig), quieren dejar de ser en breve, dos ‘marujas haciendo galletas’… como ellas mismas se autodefinen en la actualidad. Al final de este año, tomarán decisiones. Han validado el modelo, y para crecer, hay que dar un paso al frente y realizar inversiones importantes.
El mundo hay dos clases de personas, las que hacen por conseguir cosas y el resto. Lourdes Torres, además de finisher es una auténtica maker.
PD. Por cierto, recomiendo el “Sweet & Raw” bombón a base de dátiles, anacardos, copos de quinoa, nueces, higos secos, orejones, semillas de sésamo, canela y jengibre. Un producto fresco, “RAW” (sin tratamiento térmico), espectacular.