Después de la abominable subasta de la campaña electoral donde se prometieron entre otros premios, los 400 € de regalo, sigue mi desasosiego. Leo que Seopan (la patronal que representa a las grandes constructoras) acaba de fichar David Traguas ex responsable de la oficina económica de la Moncloa. Hay que temerse lo peor.
Tienen el firme propósito de encontrar de qué forma el gobierno puede seguir manteniendo la juerga millonaria de las grandes constructoras, ahora que la fiebre por el ladrillo está en caída libre.
Las promotoras inmobiliarias siguen lloriqueando a la administración. El tema está más que cantado, así aparece que “El Gobierno apuesta por las infraestructuras para paliar el desempleo en la construcción”. O sea que toca seguir con el modelo económico a base de ladrillo y cemento, pase lo que pase.
En un pequeño breve, leo que la Generalitat de Catalunya que la actual coyuntura económica puede afectar a las inversiones y ayudas en proyectos de I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) que debían crecer un 20% anual.
Todo parece orientado a seguir construyendo el futuro con la receta de siempre. Seguiremos lamentándonos cuando aparezcamos en los rankings de I+D+i en posiciones tercermundistas. En España el gasto en I+D se sitúa actualmente en un 0,9% del PIB, lejos del 3% (objetivo de la UE para el 2010).
Según un informe de la Comisión Europea sobre las inversiones en I+D llevadas a cabo en 2006, sólo 15 empresas españolas aparecen entre las mil compañías europeas que más dinero destinan a investigación…
¿Las grandes sacrificadas? Las Pymes, como siempre. Sobre los emprendedores, mejor ni hablar.
A falta de lobby, habrá que esperar a la próxima campaña electoral.