Hace un año escribí 25 razones para repensar nuestra vida laboral futura. Un año después confirmo todos los postulados que planteaba entonces. Básicamente que las formas de trabajar “serán substituidas por estructuras más orgánicas, flexibles, con un uso intensivo e inteligente de la tecnología y más organizado en red.”
Tres grandes retos
Tal como plantea Lynda Gratton tres son los grandes retos:
- La permanente inversión en el capital intelectual para profundizar en esa especialidad que nos interesa
- La inversión en capital social, a través de amistades y redes. Creando nuestro propio ecosistema personal-profesional que tanto puede inspirarnos como dar solidez y potencia a nuestros proyectos
- El esfuerzo para conseguir superar la trampa del “empleo clásico” enfocado al dinero/consumo y una ocupación más acorde con nuestras necesidades emocionales y nuestro deseo de experimentar y sentir pasión por nuestro trabajo.
No busques empleo, busca clientes
Como afirma Maite Moreno ‘el futuro es freelance: lifelong learners y conectados’. El concepto de empleado está mutando. No hay ni habrá suficientes empleos para tanta gente. Por tanto, mejor ‘buscar cliente’ que ‘buscar empleo’. Otra cosa es que para buscar clientes, con la saturación de profesionales de todos los sectores y ámbitos, no es tarea fácil ni evidente.
Simultanear roles
Otra de los consecuencias, acelerada con esta mutación, es que los roles puros son cada vez más extraños. Definitivamente hay que simultanear y combinar diferentes roles como autónomo, empresario, empleado, cliente, docente, inversor, mentor, advisor…. ¿me dejo alguno?
Tener un Mapa profesional
De vez en cuando hay que intentar revisar el mapa de cada uno. Reflexionar sobre dónde estás y sobre todo, atreverse a escribirlo. Sin mapa no hay posición. El inmovilismo involuntario no suele ser una buena estrategia porque son los demás los que deciden por ti. Hay que hacer las cosas con intención, con cierta lógica (para ti, no necesariamente para los demás). Tu guión vital-profesional puede estar lleno de contradicciones, fracasos, ser tremendamente alocado o muy conservador, pero nunca hay que renunciar a escribirlo.
No requiere ninguna técnica especial, ni formular una estrategia milagrosa, solo un ejercicio de reflexión (compartido o no), acerca de dónde estás y la lógica bajo la que organizas la actividad profesional. En mi caso, es más el fruto de dos motores como la intuición y el interés por personas y proyectos, que de una estrategia planificada de forma concienzuda. Y siempre construyendo sobre la base de tus conexiones y de lo que sabes y eres capaz de hacer.
Aunque es obvio que todos tenemos facturas que pagar, la esencia de todo es el tiempo, no el dinero. Encontrar el equilibrio es la clave. Alcanzarlo es complejo, es lo que -simplificando- denomino el “cuadrante de la felicidad”. Aquella (¿utópica?) combinación en la que eres capaz de equilibrar ‘ingresos’ con ‘hobbies o pasiones’.
Estrategia foco versus diversificar
La aplicación del mapa profesional-personal, con sus ejes Profesión-Pasión y Ingresos-No ingresos, es muy sencilla. Ubica en el mapa aquella/s actividad/es que ocupan tu tiempo y reconoce cuan de cerca o lejos estás de encontrar el equilibrio.
Las posiciones profesionales suelen ser bastante fijas. Por tanto, es complicado moverse con una sola dedicación. En mi caso la estrategia pasa por abrir foco, diversificar y conectar. Justo la antítesis de los que defienden máximo foco y especialización.
No hay soluciones perfectas. Desde mi punto de vista estos son los Pros/Contras…
Pros y contras
Los contras
- Dispersar esfuerzo. Abrir muchos frentes tiene el problema de dispersar mucho la atención y el esfuerzo
- Poca brillantez. No poder dedicar el 100% de tu esfuerzo a una sola inciativa hace que probablemente nada acabe brillando
- Equilibrio complejo. Exige un gran equilibrio mental y una enorme paciencia para los que te rodean
- El foco no es ganar (más) dinero.
- Tu perfil profesional puede resentirse. Si abres demasiado el abanico de tu actividad, tu perfil puede perder nitidez. Los más cercanos ya no saben a qué te dedicas… los más alejados, menos
- Perder el tiempo. Abrir el foco supone hablar con mucha gente y tratar de entender sus verdaderos anhelos o sus proyectos. A veces tienes la percepción (muy real) de estar perdiendo el tiempo.
A favor
- Apuntalar tu vida profesional (y personal) en diversas patas, si no sucumbes en el esfuerzo, da más estabilidad mental.
- Es una vacuna anti-catástrofe. Aquello que ocurre cuando únicamente pones los huevos en el mismo cesto.
- Permite explorar nuevos territorios y permite identificar nuevas oportunidades.
- El dinero es un instrumento, la ‘auténtica moneda’ es el tiempo. Tener tiempo para explorar y hacer, es el lujo de nuestra era.
- Multiplica la experiencia. Las conexiones, especialmente personales, permiten enriquecer tu campo de referencias y convertirse en nodo de conexión de iniciativas, proyectos y personas de una forma insólita y muy poderosa.
- Tremendamente divertido
Evidentemente todos estos argumentos pueden implicar para otra persona, una apuesta radicalmente diferente a la que yo realizo. Pero recuerda, ubícate dónde estás, identifica cuál es tu cuadrante de la felicidad, y escribe lo que haces o deberías hacer, y con qué roles, para aproximarte a esa posición.