El autor de “The Long Tail” y ‘Gratis’, Chris Anderson, publicó hace unos meses el libro ‘Makers’ que he leído casi del tirón en un par de días. Por tanto #recomendable, los mejor 18€ invertidos en mucho tiempo. En su conjunto el libro es una auténtica mina. Como ejercicio, quiero compartir contigo algunas de las numerosas ideas del libro:
1. ¿Qué es el movimiento Maker? La cultura de hacer tecnología por tu propios medios, el do it yourself (o DIY). El movimiento se nutre de personas inquietas, apasionadas por la tecnología, educadores, artesanos, ingenieros, estudiantes, defensores de la filosofía del código abierto, y de todos aquellos cuyo pensamiento gira en torno a cómo inventar o crear cosas nuevas. Son los makers.
2. Una nueva revolución industrial, afirma el autor, en la que los átomos irán de la mano de los bits. Esos bits de información que tantos cambios han provocado en el mundo en los últimos años. Hay tecnologías, cuya irrupción, lo está haciendo posible. Ahí están las impresoras 3D, escaners 3D, máquinas CNC y cortadoras láser. Pequeños talleres en cualquier parte del mundo, con un programa CAD , se pueden realizar piezas para componer cualquier tipo producto para vender, pone ejemplos de un sistema de riego, un avión, una pecera para medusas, etc.
3. Referentes: Raspberry Pi (un ordenador por menos de 30€) o todo el sistema de creación abierta que está naciendo alrededor de la placa Arduino.
4. Herencia Web, la red democratiza: todos estos años de desarrollo de la web han servido para alcanzar el punto de suficiente madurez para que los bits abran una nueva dimensión a los átomos. ¿Cómo? La utilización de herramientas digitales para crear diseños de nuevos productos y prototiparlos.
- Compartir esos diseños con la comunidad on-line, como se comparten los bits
- El uso de archivos estandarizados de diseño que permiten compartir y remezclar, como Arduino y otras herramientas open source.
- Crowdsourcing gratuito: la red convertida en una inmensa comunidad comprometida de I+D ‘gratuito’ y libre que muchos usuarios DIYers ofrecen. El impacto inmediato es abaratar los costes de prototipado y facilitar las barreras de entrada.
5. De nuevo la Larga Cola: El monopolio de los grandes éxitos se resquebraja. Los mercados de masa se han convertido en una larga cola de micromercados. Los productos en la larga cola final de la gráfica de ventas tienen una nueva vida, que puede ser muy provechosa cambiando la demanda y creando nichos interesantes y que, unidos, pueden sumar tanto como los productos más populares.
6. Un pato de 20 dólares: Hay dos formas de hacer un pato de plástico. El método industrial tradicional (o moldeado por inyección) requiere 10.000$ por el molde y sumarle 20$ en material por cada pato. El método maker (o impresión 3D) requiere 20$ por pato, contando tiempo y material…. Aunque cuesta lo mismo fabricar uno que un millón. ¿Qué implica? que en ciertos sectores, donde los procesos de creación están automatizados, el coste laboral es muy poco relevante en referencia al coste del producto, por lo que los países que compiten esencialmente por la hora de coste mano de obra, apenas tienen ventaja, como dice en libro, “que la fabricación y la sofisticación de la automatización van a igualar progresivamente el terreno de juego entre Oriente y Occidente”.
7. Reinventar las fábricas ¿Una reindustrialización? nuevas pequeñas y medianas empresas conectadas, abiertas e innovadoras, de alta tecnología y bajo coste, capaces de explorar, experimentar y crear sin grandes inversiones lo que quiere el público desde abajo hacia arriba gracias a extraordinarias herramientas. Bajo esta corriente de “reinventar las fábricas” se desarrollan iniciativas aplicadas a la industria del automóvil (microfactoria Local Motors) o aplicado a cualquier sector como el concepto Techshop. Una comunidad en que sus miembros pagan una cuota mensual que les permite acceder a un espacio creativo y colaborativo, parte hackerspace y parte centro de aprendizaje, con acceso a las herramientas, software, etc en el que se pueden fabricar piezas o estudiar prototipos en el cualquiera puede construir tus sueños. Una corriente que puede mantener o incluso crear nuevos puestos de trabajo industriales al hacer posible “fabricar” de la misma forma que ahora podemos elegir “imprimir”.
- Como el marketplace MFG que fabrica cosas más rápido, barato y mejor
- Las fábricas de bajo coste, p.e. Alibaba, haciendo accesible la tecnología y la capacidad de producción, desde grandes multinacionales hasta particulares
- La fabricación digital única o fábricas DIY (p.e. Ponoko, Shapeways), es la posibilidad de hacer cosas desde su ordenador personal sin necesidad de poseer una herramienta o pisar una fábrica.
8. Aprovechar el excedente cognitivo: las comunidades de innovación abierta conectan las reservas de talento (el talento no usado en un campo en concreto) con la demanda latente. Es la llamada “energía oscura”. Concepto muy interesante en un país con mano de obra sobrecualificada.
9. Organización abierta: Anderson explica el por qué acabó co-fundando su empresa DIY Drones, con Jordi Muñoz, un emigrante mexicano sin título universitario. La comparación entre SparkFun y Foxconn, dos casos diametralmente opuestos. Puede que las empresas maker crezcan en forma de ecosistema conectado, puede que nunca alcancen las cotas de empleabilidad que las empresas de la primera revolución industrial, pero las que sobreviven a sus primeros años de vida generan, un impacto que suele ser de x10 (por cada empleo directo, generan diez en su ecosistema inmediato).
10. Cambiar una cultura, cambiar un país: El año pasado Obama puso en marcha una iniciativa para llevar espacios maker a un millar de escuelas que contarán con herramientas de fabricación digital, como las impresoras 3-D y las cortadoras láser. Es el regreso de la escuela-taller adaptada a la era web, pero en lugar de formar a trabajadores para empleos manuales mal pagados, busca crear una nueva generación de diseñadores de sistemas y de innovadores de la producción, de inventores emprendedores, que creen pequeñas empresas de alcance global.
11. Los motores del cambio. Los casos de éxito, el número de seguidores, la convergencia de tecnologías, el efecto web-multiplicador, las nuevas herramientas que lo están facilitan, el open hardware, las transacciones (con dinero o sin él) que se están generando, la reinvención de los procesos industriales, la personalización, la necesidad de una nueva esperanza para el renacimiento industrial de occidente, formas de financiación…
12. Financiando el movimiento Maker: Kickstarter (así como otros tipo IndieGoGo, RocketHub, Funded By Me, GoGetFunding o QuirKy) son una variable esencial para su crecimiento del colectivo Maker.
- Proporciona ingresos (o capital social) justo cuando más se necesitan, es decir en la primera fase del proyecto.
- Los fans, early adopters o incluso futuros clientes, se conviertan en los nuevos mecenas de la comunidad makers
- Ofrecen capital social e investigación de mercado, dado que los inversores de crowdfunding se convierten en mecenas de los proyectos más atractivos e inspiradores. Si el proyecto no es viable de ser financiado por la multitud quizás tampoco vaya a tener éxito en el mercado.
13. Un mercado que ya existe: la cultura Makers ya tiene su mercado. Se mueven millones. Solo hay que echar un vistazo a Etsy, MFG o los sitios de crowdfunding citados (Kickstarter,..). Qué otra razón explicaría el hecho que ya se hayan creado en el mundo más de un millar de espacios maker. O eventos relacionados (‘las ferias Maker llegan a España’).
14. Los Hobbies se pueden convertir en empresas… y buenos negocios. Los casos de MakerBot, empresa de impresoras 3D demuestra cómo una comunidad abierta que deja de lado la propiedad intelectual como razón de ser de su innovación, puede conseguir mayor éxito (y protección a la propiedad) a través de una mayor reputación y compromiso de la comunidad. Anderson pronostica que en pocos años habrán impresoras 3D por 99$ y será habitual tenerlas en casa o en cualquier oficina. De la misma forma que los fundadores de MakerBot convirtieron su hobby en empresa de éxito, Chris Anderson, hizo lo propio con su afición por la impresión 3D (3d Robotics). Lo tiene claro “Eso es mi pasión. Fui capaz de hacer de mi hobbie una compañía, y hacer de la robótica una industria sin que necesitara un título de una escuela ni permiso de nadie. Tampoco necesité de un socio de otra compañía. Simplemente lo hice”
El movimiento Maker es un hecho real, que tiene ingredientes y potencial para convertirse en una auténtica revolución mucho más trascendental que otras revoluciones pasadas o preconizadas. Gartner y sus Hype Cycle for Emerging Technologies, sitúa algunas de las tecnologías citadas (Impresión 3D) en el “pico de las expectativas sobre dimensionadas” o los scanners 3D en un «fase de lanzamiento«. No sé si acertará o no, lo que si tengo claro es que haré todo lo posible para aprovecharlo… De entrada, en Xnergic incorporaremos la ‘impresión 3D’ y el ‘Internet de las cosas‘ (también fase de “lanzamiento”) en nuestro catálogo de actividades para adolescentes de 12 a 17 años, de la misma forma que hemos hecho con la robótica con Arduino o la programación de videojuegos.