Decía Meter Druker que “El verdadero negocio de cada empresa es hacer y mantener clientes”. Desde mucho antes que se acuñara el término marketing, allá en los inicios del S.XX, cualquier negocio ha tenido claro que los negocios se basan en la construcción de relaciones rentables con sus clientes. Algo fundamental, ya seas una tienda de barrio o una operadora de telecomunicaciones (aunque a veces no lo parezca).
Durante decenios las marcas se ha esforzado para reforzar esas relaciones, la comunicación no era suficiente, había que incentivar a los clientes para influenciar su comportamiento. Primero con incentivos físicos, después de dinero. En la década de 1980 aparecieron los primeros sistemas de fidelización basados en clubs, tarjetas, millas, puntos, etc. La llegada de Internet siguió metamorfoseando la construcción de lealtad, tocaban los “regalos virtuales”. Aproximación todavía poco extendida, no tanto por una cuestión de penetración de Internet, sino por la tradicional miopía del marketing y el desequilibrio entre captación y fidelización de clientes.
Como era previsible, cuando todavía no tenemos asumido el enfoque estratégico del Valor de la Vida de un Cliente, y con la lección de la fidelización, suspendida, ya empiezan a asomar nuevas fórmulas. Leo en AdAge (‘Forget rewards give loyal consumers stock company’) que hace unos meses, Loyal3 lanzó una plataforma que permitirá a las marcas vender (o regalar) sus propias acciones directamente a los consumidores, sin incurrir en gastos de intermediación financiera.
Nunca ha sido más fácil para los estadounidenses ser dueños de sus empresas (marcas) favoritas. En teoría Loyal3 con su propuesta “Own what you love” permite:
- “Vender (o regalar) sus acciones en tan sólo 3 clics, creando a los clientes más leales y valiosos”.
- Comprar en 3 clics, “tan fácil como comprar un libro en Amazon”
- Usar tarjetas de crédito, débito o la cuenta corriente
- Sin costes de transacciones para los inversionistas para comprar o vender
- Invertir 10$ y que la operación de compra
- Y por supuesto la clara posibilidad de incrementar la lealtad, si nos creemos que la gente “se preocupa más sobre las cosas que son dueño de las que son no son dueños”.
Pronto veremos a alguna compañía aérea o una empresa retail, ofrecer a sus clientes más frecuentes, la opción de convertir algunos de sus millas o puntos acumulados en acciones de las empresas. Un incentivo adicional para seguir siendo un cliente.
Loyal3 abre la puerta a salidas a Bolsa “sociales” y quizás abra la puerta a una evolución del crowdfunding. Ahora ya no se hablaría de mecenazgo, sino de inversión. Estoy pensando en algunas empresas a las que encajaría mucho…