Ayer asistí a la sesión de Apps temáticas del BDigitalApps. Quince empresas presentamos nuestras apps. Si algo hubo en común entre prácticamente todos los ponentes no fue hablar de la crisis, sino de la necesidad de incorporar desarrolladores de aplicaciones… Faltan profesionales.
Los políticos se hartan de inaugurar centros tecnológicos (quizás ahora los cierren), de marear la perdiz con el asunto de los contratos laborales, que si la dignificación de la FP, que si la Universidad, que si las subvenciones, etc… pero seguimos teniendo un déficit galopante de perfiles profesionales.
Seamos claros. La responsabilidad de la situación hay que compartirla. Nuestra (¿sobreprotegida?) juventud debería dar un paso adelante. La semana pasada dando una charla en la Universitat de Vic, en el momento del debate, una estudiante se quejaba del ‘bajo nivel digital’ de los planes de estudio y se sobreentendió que de la mayoría de los docentes. Mi respuesta fue contundente: la formación e inmersión en lo digital es una cuestión de actitud personal. Todos los contenidos están en la Red, la mayoría gratis. No hay excusas. Lo fundamental de lo ‘digital’ no se aprende tomando apuntes en clase. No se puede esperar a que los planes de estudio se suban al carro de algo que está evolucionando constantemente.
Hablo de un ejercicio de responsabilidad personal. Hoy -y todavía más en el futuro- habrá dos clases de personas, las que son inquietas, que quieren y son capaces por sus medios para seguir aprendiendo continuamente. Y las que se quejan esperando que otras les “hagan aprender”.
La evolución no espera a nadie. Te subes o no. Puedes esperar (o apuntarte al paro) o te reciclas y creas tu propio espacio profesional. Un aviso muy serio: me confesaba la directora de recursos humanos de uno de los mayores grupos publicitarios en España, algo muy relevante para mí. Después de años y mucho dinero invertido, “han renunciado” a intentar reciclar a los ‘analógicos’ en lo ‘digital’. “No hay manera” me decía. Es más fácil y eficaz formar a los ‘digitalizados’ en los conceptos tradicionales que a la inversa. No se puede generalizar, pero el mundo ya no gira a 33 ó 45 revoluciones por minuto.
No es difícil de demostrar. Basta con que practiques y te incorpores a la arena digital, como el resto de los mortales que nos hemos arremangado antes. Incorpóralo a tu vida y –con buena predisposición- el resto se aprende sobre la marcha.
Y por favor, que nadie espere que le resuelvan su déficit en formación o la falta de reciclaje. Actúa. Si no sabes por donde empezar, búscate un ‘mentor digital’ para coserlo a preguntas, dudas y compartir temores. El ‘mentor digital’ es una ocupación voluntaria. Siempre hay alguien a tu alrededor con ese perfil. No es un título oficial ni honorífico. Los ‘mentores digitales’ disfrutan ayudando a dar los primeros pasos en la arena digital o incluso pueden orientarte profesionalmente para moverse en los nuevos tiempos.
Mientras algunos de esos cinco millones de parados se reciclan, algunos de nosotros seguiremos ejerciendo buenamente de ‘mentores digitales’ y tendremos que importar mano de obra especializada de otros países… con menor tasa de desempleo. Toda una ironía.