Las semanas previas a la Cavalls del Vent fueron muy intensas. Como el tamaño del reto era enorme merecía la pena no dejar ningún cabo suelto por insignificante que pudiera parecer. Un detalle me preocupaba: la ropa. El test realizado semanas atrás en la Matagalls-Montserrat fue de aprobado, nada más. Por eso cuando me hablaron de Hoko Sports puse los ojos como platos.
Hoko Sports es una pequeña compañía fruto de un emprendedor llamado Joaquín León Cid que después de toda una vida dedicada a la industria textil decidió que, pasarse un mes tras u otro controlando la producción en fábricas desperdigadas por países asiáticos, no era lo suyo. En ese momento unió sus dos grandes pasiones en una: textil y el running.
El origen de todo venía de lejos, cuando tuvo ocasión de tejer su propio ropa de deporte a partir de una fibra especial que le habían dado para probar.
El santo grial era DRYARN, una micro fibra de polipropileno que es la fibra técnica con mejores registros del mercado: la más ligera, la menor conductividad térmica /fresco en verano y caliente en invierno), tiene un grado de hidrofobicidad muy elevado (expulsa la humedad), es bacterioestática, hipoalérgica y biocompatible (se usa en cirugía estética como filamento subcutáneo, porque no produce rechazo), con una larga vida útil y totalmente reciclable.
El problema de esta micro fibra es que la más cara del mercado, por eso su empresa es un buen ejemplo de cómo optimizar costes y trasladar el máximo valor al cliente. Una estructura super eficiente, distribución directa al consumidor (tienda propia y venta vía su propia web) sin intermediarios que graven el producto y consiguiendo algo fundamental: acercar ropa técnica de gran calidad al atleta popular a un precio muy asequible.
Cuando me lo recomendaron estuve revisando la web de Hoko Sport, muy mejorable en muchos aspectos, pero me picó la curiosidad. Así que decidí contactar con Joaquín y visitarlo en su tienda (y almacén) de Mataró.
Allí me contó su historia empresarial. “Esta es mi pasión” “Disfrutando con lo que hago”. “Creciendo poco a poco y devolviendo mis créditos”. Su currículum deportivo me ha llegado vía terceras personas. Una persona que corre la maratón en 2h45min es, sin duda, especial. Me habría pasado un par de horas charlando con él…
La historia empresarial era muy bonita, pero faltaba lo mío. Fui a por una camiseta y salí con mallas, camiseta, calcetines y manguitos. Lo que me costó el pack, me habría costado una sola pieza súper técnica de alguna marca reconocida. Con semejantes argumentos quedaba lo definitivo y el producto de Hoko Sport resistió excelentemente bien el stress test de la Cavalls del Vent. Sin duda, un ingrediente más que contribuyó a convertirme en un finisher.
Joaquín ha demostrado, además de mucha pasión, la fuerza del marketing con sentido común. Tener un público objetivo claro (atleta populares exigentes), un buen producto (argumentos racionales imbatibles), un canal de distribución directo, ponerse en la piel de los clientes (nunca mejor dicho), saber conectar con ellos y que ellos actúen de prescriptores de tus productos. Y todo bajo una filosofía de simplicidad y cero cartón piedra.