El pasado viernes por la tarde y sábado por la mañana, se celebraba la clásica presentación y defensa del proyecto de tesina del Master Marketing Directo y Digital (MMDD). Fueron momentos de elevada intensidad. Miles de horas de esfuerzo, sintetizadas y concentradas en presentaciones de escasos 45 minutos.
Este año, las tesinas tenían un común denominador social. Los proyectos presentados fueron Área Joven de Ajuntament Barcelona, MNAC, Barça 2.0, Fundación Talita y TNC. Hubo una excepcional calidad de propuestas y presentaciones. Lo digo sin exagerar lo más mínimo. Unos proyectos excelentes, fruto de una mezcla de ambición, estrategia, innovación, rigor metodológico, credibilidad y viabilidad económica. Vivirlo fue todo un privilegio.
Un año más y se repite la sensación. En cada edición superamos algunos de los techos que nos parecían imposibles superar ¿Habrá límite para seguir progresando y mejorando?
El MMDD es un “producto artesano”. Le queda mucho margen de mejora, aunque no es sencillo hacerlo. En términos de resultados, cada edición empieza con el contador a cero. Los éxitos pasados no garantizan nada en el futuro. Por esta razón, desde la dirección y coordinación del MMDD sabemos que en realidad, el MMDD no es solo un programa de formación, es un pequeño ecosistema personal y profesional, que va evolucionado y creciendo con el tiempo.
Un ecosistema de personas vinculadas al mundo del marketing y de la empresa, creyentes del nuevo marketing y apasionados de lo que Josep-Maria Fàbregas denomina como (trans)formación de personas. Nosotros ponemos unas habilidades y capacidades concretas (experiencia, conocimientos, metodología y networking) que nos permiten ayudar a progresar a personas y a sus proyectos profesionales.
Como “producto artesano”, heterogéneo, elaborado en tiempo real, en constante metamorfosis y con un numeroso claustro de profesores y tutores implicados, no siempre es fácil de gestionar, ni tampoco alcanzar el mismo nivel en todas las sesiones. Es el “problema” de contar con un claustro de primerísima línea, formado por treinta profesionales en activo.
En el MMDD, el alumno tiene cada vez más protagonismo. Esa es una tendencia clara, autoimpuesta. Es la única vía, pero no todo el mundo es apto. En un mundo donde casi todo el conocimiento es gratis y está accesible a golpe de click, es más una cuestión de actitud que de conocimientos, de ganas de comprometerse y esforzarse, que de técnica. Algo que aplica a alumnos y a docentes.
Al final, nada de esto tiene sentido si no somos capaces de conseguir el upgrade personal y profesional de todos los participantes. En el MMDD no hacemos milagros, pero ponemos todo el empeño del mundo en transformar a los alumnos, en lo profesional y personal. Como adultos, esto es imposible sin el compromiso y el esfuerzo de todas las partes. No hay concesión alguna. Se exige el máximo, darlo todo y cuidar hasta el mínimo detalle. El que lo hace se diferencia, el que no, queda en evidencia. Como en la vida real.
El MMDD progresa porque subimos un peldaño de exigencia, año tras año. Por eso es imposible ampliar o replicar. Es único. También lo es el nivel de exigencia hacia los participantes, a la dirección del programa y al claustro docente. Como todo en esta vida, se recoge lo que se siembra. El viernes/sábado pasado los equipos del Área Joven de Ajuntament Barcelona, MNAC, Barça 2.0, Fundación Talita y TNC, lo demostraron. Sus tutores, Mònica Alonso, Laura Abascal, Marcos Luengo, Toni Martí y Alex Marquina, también. Todos ellos nos confirmaron el porqué empezamos con esto hace siete años.
Pero no vivimos del pasado, importa el presente y sobretodo el futuro. Por eso, en breve, todos ellos repetirán la presentación y venta de sus respectivos proyectos ante el Ajuntament de BCN, el MNAC, la Fundación Talita, el FC Barcelona y el TNC. Para los ya ex alumnos del MMDD no habrán más notas, sólo habrán preguntas de sus interlocutores, decisiones y –quizás- luz verde para invertir y ejecutar esos proyectos. Llevan miles de horas preparándose para este momento, esa es la primera de las recompensas. Enhorabuena, os lo habéis ganado.