En la era actual de creciente competencia entre grandes potencias, la innovación militar disruptiva se ha convertido en un factor clave que determina el equilibrio de poder global. A medida que naciones como China y Rusia aceleran su modernización militar y el desarrollo de capacidades revolucionarias, la ventaja tecnológica que Estados Unidos ha disfrutado durante décadas se ve amenazada.
En este contexto geopolítico tenso, el libro The Origins of Victory: How Disruptive Military Innovation Determines the Fates of Great Powers de Andrew Krepinevich cobra una relevancia fundamental. La obra explora cómo las grandes potencias del pasado lograron aprovechar con éxito la innovación militar disruptiva para obtener una ventaja competitiva decisiva frente a sus rivales.
Krepinevich analiza casos históricos emblemáticos, como la revolución naval impulsada por el almirante británico Jackie Fisher antes de la Primera Guerra Mundial y el desarrollo de la guerra de maniobras por parte del Ejército alemán en el período de entreguerras. Estos ejemplos ilustran cómo la adopción de nuevas tecnologías y tácticas revolucionarias pueden alterar fundamentalmente el carácter de la guerra y asegurar la supremacía militar.
Pero más allá de los estudios históricos, The Origins of Victory también arroja luz sobre los desafíos actuales que enfrenta Estados Unidos. A medida que rivales como China cierran la brecha tecnológica, Krepinevich insta a los líderes militares y políticos estadounidenses a aprender de la historia y cultivar las cualidades organizacionales que permiten la innovación disruptiva, como el liderazgo visionario, la integración de tecnologías emergentes y la experimentación exhaustiva.
En un momento en el que tecnologías como la inteligencia artificial, la biotecnología y las armas hipersónicas amenazan con desencadenar la próxima revolución militar, el libro de Krepinevich se posiciona como una lectura obligada para comprender las implicaciones geopolíticas de la innovación disruptiva y las lecciones que las potencias deben aprender para mantener su ventaja competitiva en el campo de batalla del futuro.
Innovación militar disruptiva y competencia de gran potencia
Andrew F. Krepinevich Jr explora cómo la innovación militar disruptiva ha moldeado la competencia entre grandes potencias en el pasado y cómo probablemente impulsará futuras competiciones. La publicación del libro coincide con un punto de inflexión significativo en la política de seguridad nacional de Estados Unidos. Por primera vez desde el final de la Guerra Fría, los funcionarios del Departamento de Defensa (DoD) están intensamente enfocados en disuadir la agresión y prepararse para prevalecer en conflictos contra grandes potencias rivales.
The 2022 National Security Strategy
La The 2022 National Security Strategy identifica claramente a los regímenes autocráticos de la República Popular China (RPC) y Rusia como el principal desafío y la amenaza aguda, respectivamente. Para el presidente Joseph Biden, la RPC es el único competidor con la intención de remodelar el orden internacional y, cada vez más, con el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para avanzar en ese objetivo. El revisionismo de la RPC representa una amenaza más significativa para los políticos estadounidenses que el revanchismo ruso, debido a los recursos y deseos de China de desafiar el orden mundial establecido por Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial.
Análisis de Krepinevich en «The Origins of Victory»
El autor conecta estas preocupaciones estratégicas actuales y futuras con un análisis de cómo las grandes potencias pasadas han llevado a cabo con éxito la innovación militar disruptiva frente a desafíos comparables. Define esta innovación como un cambio en el carácter de la guerra que produce un impulso disruptivo, quizás un orden de magnitud en la eficacia militar.
Innovación militar, estrategia de defensa y cambio organizacional
Dada la vasta envergadura temática del libro, que abarca aspectos geopolíticos, económicos, tecnológicos y doctrinales del mundo militar occidental moderno, la obra de Krepinevich se inserta y contribuye a tres importantes debates interrelacionados:
- El debate en curso entre historiadores sobre las revoluciones militares y los cambios disruptivos en el carácter de la guerra a lo largo de la historia. Krepinevich analiza casos históricos clave de innovación militar revolucionaria, como la transformación naval impulsada por el almirante británico Jackie Fisher antes de la Primera Guerra Mundial.
- El futuro de la teoría de la disuasión en un contexto de rápidos avances tecnológicos y competencia entre grandes potencias. El autor dedica un capítulo completo a examinar las implicaciones de la revolución en curso para la disuasión estratégica.
- Las cuestiones de economía del comportamiento, cultura institucional y cambio organizacional que han cautivado a psicólogos, académicos de negocios y expertos en gestión desde la década de 1980. Krepinevich destila las cualidades que permiten a las organizaciones militares tener éxito en la innovación disruptiva, como el liderazgo visionario, la integración de nuevas tecnologías en conceptos operativos novedosos y la voluntad de experimentar rigurosamente.
Al abordar estos tres frentes entrelazados, la obra ofrece una perspectiva interdisciplinaria y de gran alcance sobre cómo las fuerzas armadas pueden anticiparse y explotar los cambios disruptivos en la guerra para mantener una ventaja competitiva. Krepinevich entreteje análisis históricos, consideraciones estratégicas actuales y principios de cambio organizacional para brindar una visión autorizada sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta el ejército estadounidense en la carrera por la próxima revolución militar.
Estructura del libro
El libro está estructurado de manera anacrónica y el propósito del autor es triple:
- Régimen de Guerra de Precisión: Krepinevich identifica las características esenciales del régimen de guerra de precisión de maduración y ofrece pensamientos sobre una revolución sucesora superpuesta. Afirma que el núcleo de este régimen fue el desarrollo del complejo de reconocimiento-golpe, que combinaba municiones avanzadas guiadas por precisión y un novedoso comando y control en el campo de batalla.
- Desarrollos Post-Vietnam: Estos desarrollos se basaron en tendencias profundas en la guerra del siglo XX, donde el alcance, la velocidad y la precisión importaban más que el volumen de fuego y la protección blindada pesada. Los adversarios de Estados Unidos aprendieron lecciones importantes de la victoria estadounidense en la primera Guerra del Golfo Pérsico y sus éxitos convencionales en Afganistán e Irak.
- Capacidades de la RPC: La RPC desarrolló sus propias capacidades avanzadas de guerra de precisión, creando una red de complejos A2/AD en el Pacífico occidental. Krepinevich cree que la próxima revolución vendrá de la gran potencia que mejor aproveche los avances en campos como la inteligencia artificial, la biotecnología, los misiles hipersónicos y las armas de energía dirigida.
Estudios de caso
En la segunda parte del libro, Krepinevich presenta cuatro estudios de caso históricos para explorar cómo los líderes políticos y militares han anticipado y explotado los cambios disruptivos en la guerra más rápido que sus rivales.
Revolución naval británica
El primer estudio de caso en «The Origins of Victory» examina la revolución naval británica previa a la Primera Guerra Mundial, liderada por el almirante Jackie Fisher. En respuesta a las crecientes amenazas a la supremacía marítima británica, Fisher desarrolló un nuevo esquema que transformó radicalmente la estructura y disposición de la Marina Real. Este esquema incluía la introducción de cruceros de batalla, defensas flotantes y una serie de innovaciones tecnológicas y doctrinales que alteraron significativamente el poder naval británico.
Fisher, conocido por su visión estratégica y su capacidad para implementar cambios disruptivos, promovió la construcción de los acorazados de la clase *Dreadnought*, que revolucionaron el diseño de los buques de guerra al centrarse en la velocidad y la potencia de fuego en lugar de la protección blindada pesada. Estos buques estaban equipados con cañones de gran calibre y sistemas avanzados de control de fuego, lo que les permitía enfrentarse a enemigos a distancias mayores y con mayor precisión.
Además, Fisher impulsó la creación de los cruceros de batalla, que combinaban la velocidad de los cruceros con el armamento pesado de los acorazados. Estos buques estaban diseñados para superar a cualquier adversario en términos de velocidad y potencia de fuego, lo que les daba una ventaja táctica significativa en el combate naval. La introducción de estos cruceros de batalla representó un cambio disruptivo en la doctrina naval, ya que permitía a la Marina Real proyectar poder de manera más efectiva y adaptarse a las nuevas realidades geopolíticas y militares.
Fisher también tuvo que enfrentar una considerable resistencia interna de políticos, periodistas y oficiales navales que estaban comprometidos con las prácticas tradicionales. Esta coalición, conocida como el «Sindicato del Descontento«, se oponía a las reformas de Fisher y defendía un enfoque más conservador. Sin embargo, Fisher logró superar estas resistencias y llevar a cabo sus reformas, demostrando la importancia del liderazgo visionario y la capacidad de adaptación en tiempos de cambio.
El impacto de las reformas de Fisher se hizo evidente durante la Primera Guerra Mundial, cuando la Marina Real Británica pudo mantener su supremacía marítima y desempeñar un papel crucial en la victoria aliada. Krepinevich utiliza este estudio de caso para ilustrar cómo la innovación militar disruptiva puede transformar las capacidades de una fuerza armada y proporcionar una ventaja estratégica significativa en el campo de batalla.
En resumen, la revolución naval británica liderada por Jackie Fisher es un ejemplo claro de cómo la adopción de nuevas tecnologías y doctrinas puede alterar fundamentalmente el carácter de la guerra y asegurar la supremacía de una nación en el ámbito militar. La visión y las reformas de Fisher no sólo modernizaron la Royal Navy sino que también sentaron un precedente para futuras innovaciones militares que continúan dando forma a la guerra naval hasta el día de hoy.
Innovación del ejército alemán en el período de entreguerras
En el segundo estudio de caso, Krepinevich explora cómo el Ejército Alemán de entreguerras combinó con éxito las nuevas tecnologías del tanque, la radio y el avión en conceptos de guerra transformadores, restableciendo así la maniobra operativa en el campo de batalla de una manera más efectiva que sus rivales.
Después de la derrota en la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Versalles impuso severas restricciones al ejército alemán. Sin embargo, los líderes militares alemanes vieron en estas limitaciones una oportunidad para repensar fundamentalmente la guerra terrestre. Bajo el liderazgo visionario de Hans von Seeckt, el pequeño ejército alemán, conocido como la Reichswehr, se embarcó en un programa de innovación radical.
Los teóricos militares alemanes, como Heinz Guderian, desarrollaron la doctrina de la «guerra relámpago» o Blitzkrieg, que integraba los nuevos sistemas de armas como los tanques y la aviación táctica en una fuerza de choque móvil y coordinada. Esta doctrina enfatizaba la velocidad, la maniobra y la concentración de fuerzas en puntos decisivos, en contraste con las tácticas de desgaste de la Primera Guerra Mundial.
Krepinevich destaca que el éxito de la innovación alemana no se debió únicamente a la adopción de nuevas tecnologías, sino a la capacidad de combinarlas en un concepto operativo novedoso y disruptivo. La Reichswehr realizó extensos ejercicios y experimentos para validar y refinar estas ideas revolucionarias, superando la resistencia interna y adaptándose a las limitaciones impuestas.
La invasión alemana de Polonia en 1939 y las posteriores campañas relámpago en Europa Occidental demostraron la efectividad de la Blitzkrieg, tomando por sorpresa a los ejércitos aliados que aún se aferraban a las tácticas y estructuras obsoletas. Krepinevich argumenta que este caso ilustra cómo una nación derrotada puede reinventarse militarmente al anticipar y explotar los cambios disruptivos en la guerra antes que sus rivales.
Si bien el Ejército Alemán eventualmente sucumbió ante la superioridad industrial de los Aliados, su innovación disruptiva en el período de entreguerras sentó las bases para una revolución en la guerra terrestre que cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial y dejó un legado duradero en la doctrina militar moderna.
Transformación naval de EE.UU.
El tercer estudio de caso en The Origins of Victory examina la transición de la Marina de los Estados Unidos de duelos superficiales centrados en acorazados a una guerra naval más expansiva y tridimensional durante el período de entreguerras. Krepinevich argumenta que los innovadores navales estadounidenses navegaron un espacio cargado, enmarcado por las escuelas de pensamiento de los «tradicionalistas» y los «entusiastas«. Los defensores de los portaaviones avanzaron una visión para la guerra futura que se centraba en un problema específico: la Marina Imperial Japonesa. Esta visión se desarrolló en un contexto de desafíos industriales y de recursos humanos significativos, exacerbados por la Gran Depresión y las restricciones impuestas por el Tratado Naval de Washington después de la Primera Guerra Mundial.
Los innovadores navales estadounidenses, enfrentados a estas limitaciones, promovieron el desarrollo de portaaviones y aviones embarcados, lo que permitió una mayor flexibilidad y alcance en las operaciones navales. Esta transformación no solo cambió la estructura y la doctrina de la Marina de EE.UU., sino que también estableció las bases para la supremacía naval estadounidense en la Segunda Guerra Mundial y más allá. Krepinevich destaca cómo esta transición fue un ejemplo de innovación militar disruptiva, donde la adopción de nuevas tecnologías y tácticas revolucionarias permitió a la Marina de EE.UU. superar a sus rivales y establecer una ventaja competitiva duradera.
El autor subraya que esta transformación fue posible gracias a la capacidad de los líderes navales para anticipar y explotar los cambios disruptivos en la guerra más rápidamente que sus rivales. La integración de nuevas tecnologías, como los aviones embarcados y los sistemas de radar, junto con el desarrollo de nuevas tácticas operativas, permitió a la Marina de EE.UU. adaptarse a las cambiantes realidades geopolíticas y militares de la época. Este estudio de caso ilustra cómo la innovación disruptiva puede alterar fundamentalmente el carácter de la guerra y proporcionar una ventaja estratégica significativa a las naciones que la adoptan con éxito.
Guerra de precisión aérea: La Transformación de la fuerza aérea estadounidense
Finalmente, el autor evalúa cómo los líderes de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) posterior a Vietnam impulsaron la formación del régimen moderno de guerra de precisión aérea. El general Bill Creech, al mando del Comando Aéreo Táctico de la USAF de 1978 a 1984, desempeñó un papel clave en esta transformación.
Creech promovió un entrenamiento realista de combate aéreo, estableciendo las condiciones para un ambiente en el que su servicio, dividido entre las subculturas de pilotos de caza y bombarderos, pudiera experimentar y validar nuevas ideas. La nueva Escuela de Armas Aéreas y su serie de ejercicios de orientación funcional «flag» integraron novedades como municiones guiadas de precisión, tecnología furtiva, herramientas de comando y control aéreo y, tal vez lo más importante, una nueva doctrina que elevó las tácticas de combate aéreo al nivel operacional de la guerra.
El enfoque de campaña de Creech para la desintegración de sistemas de defensa aérea enemigos de primera línea fue validado en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991. Krepinevich considera que esta guerra reveló «un cambio disruptivo en el carácter de la guerra aérea», confirmando para los teóricos rusos la existencia de una revolución en los asuntos militares.
La visión de Creech y su énfasis en la experimentación rigurosa fueron fundamentales para refinar ideas, integrar nuevas tecnologías y obligar a los líderes de alto rango a transformar las normas, creencias y suposiciones que definían a la Fuerza Aérea, una cultura institucional lenta al cambio. Su liderazgo sentó las bases para el régimen de guerra de precisión aérea que los Estados Unidos emplearon con tanto éxito en conflictos posteriores.
Cualidades de la innovación militar exitosa
Krepinevich realiza un análisis exhaustivo de múltiples estudios de caso históricos para identificar las cualidades esenciales que han permitido a las organizaciones militares lograr innovaciones disruptivas con éxito. A través de este meticuloso examen, Krepinevich destila un conjunto de características fundamentales que son cruciales para fomentar y ejecutar la innovación militar de manera efectiva. Estas cualidades no solo abarcan aspectos técnicos y tácticos, sino también elementos organizacionales y de liderazgo que son vitales para transformar las capacidades militares.
- Liderazgo visionario y comprometido: Una de las cualidades más destacadas es la presencia de un liderazgo visionario y comprometido. Los líderes con una visión clara del futuro y la determinación para perseguir objetivos ambiciosos son esenciales para superar la resistencia al cambio y movilizar recursos hacia la innovación. Estos líderes son capaces de inspirar y motivar a sus organizaciones para explorar nuevas ideas y adoptar enfoques revolucionarios.
- Integración de tecnologías emergentes: La capacidad de integrar tecnologías emergentes en conceptos operativos novedosos es otra cualidad crítica. Las organizaciones militares exitosas en la innovación no solo adoptan nuevas tecnologías, sino que también las combinan de maneras innovadoras para crear capacidades sin precedentes. Esto requiere una comprensión profunda tanto de las tecnologías disponibles como de las posibilidades que ofrecen para transformar la guerra.
- Experimentación rigurosa: La experimentación rigurosa es fundamental para validar ideas innovadoras y refinarlas en soluciones prácticas. Las organizaciones que fomentan una cultura de experimentación permiten probar nuevos conceptos y tecnologías en entornos controlados, aprendiendo de los éxitos y fracasos para mejorar continuamente. Esta experimentación debe ser sistemática y abarcar todos los aspectos de la innovación, desde la tecnología hasta la doctrina y la organización.
- Inversión en capital fiscal y humano: La inversión adecuada en capital fiscal y humano es esencial para desarrollar y sostener la innovación. Los recursos financieros permiten adquirir tecnologías emergentes y financiar programas de experimentación, mientras que el capital humano, especialmente el talento especializado y creativo, es crucial para idear y ejecutar innovaciones disruptivas. Las organizaciones militares deben estar dispuestas a invertir en su gente, proporcionando educación, capacitación y oportunidades de desarrollo profesional.
Capacidad de respuesta ante incertidumbres
Finalmente, la capacidad de responder eficazmente ante incertidumbres y adaptarse a cambios imprevistos es una cualidad indispensable. El entorno militar está marcado por la incertidumbre y la volatilidad, lo que requiere que las organizaciones sean ágiles y flexibles. La innovación exitosa depende de la capacidad de ajustar rápidamente los planes y estrategias en respuesta a nuevos desafíos y oportunidades.
En resumen, The Origins of Victory de Andrew Krepinevich ilumina las cualidades esenciales que caracterizan a las organizaciones militares capaces de lograr innovaciones disruptivas con éxito. Estas cualidades, que incluyen liderazgo visionario, integración de tecnologías emergentes, experimentación rigurosa, inversión en capital fiscal y humano, y capacidad de respuesta ante incertidumbres, son fundamentales para transformar las capacidades militares y asegurar ventajas estratégicas en el campo de batalla.
Conclusiones y hallazgos sobre la capacidad de innovación de EE.UU.
En el capítulo final, Krepinevich aplica su análisis exhaustivo a la evaluación de la capacidad actual de las fuerzas armadas de Estados Unidos para participar en la innovación militar disruptiva a gran escala. Tras examinar los estudios de caso históricos y destilar las cualidades esenciales que permiten a las organizaciones militares tener éxito en este esfuerzo, el autor ofrece cuatro hallazgos preliminares sobre la preparación del ejército estadounidense para la próxima revolución militar.
En primer lugar, Krepinevich argumenta que ganar la carrera hacia la «próxima gran cosa» en la guerra produce una ventaja estratégica significativa para el innovador que más eficaz y eficientemente interrumpe el statu quo a través del empleo adaptativo de recursos humanos, conceptos operativos novedosos, financiamiento, materiales y tiempo. Si bien reconoce que el ejército estadounidense post-Vietnam sentó las bases para el régimen actual de guerra de precisión, advierte que las grandes potencias rivales como China y Rusia han cerrado esa brecha de ventaja en las últimas dos décadas.
En segundo lugar, el autor expresa su preocupación por el hecho de que el ejército actual de EE.UU. exhibe pocas, si acaso alguna, de las características de las organizaciones militares que han tenido éxito en la innovación disruptiva en el pasado. Señala que faltan líderes visionarios comprometidos, una cultura de experimentación rigurosa, y la voluntad de invertir recursos sustanciales en nuevas tecnologías y conceptos operativos revolucionarios.
Tercero, Krepinevich advierte que las tecnologías y conceptos emergentes, como los relacionados con los dominios cibernético y espacial, predicen una revolución militar sucesora cuyo carácter aún no se puede predecir con precisión. Sin embargo, destaca que la gran potencia que más eficazmente aproveche estos avances dentro de nuevos conceptos operativos será la que logre restablecer la maniobra ofensiva a nivel operativo de la guerra.
Por último, el autor insta a los líderes militares y políticos estadounidenses a aprender de la historia de las transformaciones militares del siglo XX. Krepinevich subraya que, para mantener una ventaja competitiva en la era de la competencia de grandes potencias, Estados Unidos debe cultivar las cualidades organizacionales que permiten la innovación disruptiva, como el liderazgo visionario, la integración de tecnologías emergentes, la experimentación exhaustiva y la inversión en capital humano y fiscal.
En resumen, si bien reconoce los logros pasados del ejército estadounidense, Krepinevich expresa su preocupación por la falta de preparación actual para la próxima revolución militar. Insta a una transformación institucional profunda, guiada por las lecciones de la historia, para garantizar que Estados Unidos pueda identificar y explotar con éxito el «próximo gran avance» en la guerra y así mantener su posición de liderazgo global.
Reflexión Final
Krepinevich advierte que, aunque el ejército estadounidense post-Vietnam sentó las bases para el régimen de guerra de precisión actual, rivales como la RPC y Rusia han cerrado la brecha en las últimas dos décadas. Tecnologías emergentes predicen una revolución militar cuyo carácter aún no se puede predecir. El libro tiene un amplio atractivo para historiadores militares, politólogos y académicos especializados en cambio organizacional e innovación, y también resonará con los responsables de políticas preocupados por el cambio técnico-militar y las incertidumbres geopolíticas.