Cuando hace unos días leí y compartí la entrevista a Don Tapscott (‘esto no es una crisis es un cambio histórico’) me emocioné y comenté con numerosas personas su contenido. La afirmación de Tapscott de “la era industrial y todas sus instituciones se han quedado sin energía” además de interesante me parece apropiada. No es evidente entender y aceptar que muchas cosas están cambiando y no es sólo una crisis más como dicen los sabios de cabecera.
Los movimientos de placas tectónicas, no son causa de la crisis. Más bien al revés, la crisis es una de las manifestaciones de ese movimiento de placas tectónicas. Hay un cambio de paradigma. Imperceptible en muchos ámbitos, devastador en otros.
Las revueltas de Túnez o Egipto, no son a causa de Internet. Pero Internet ha ayudado a canalizar un descontento histórico, actuando como válvula de escape. La red no gusta al poder, porque no permite controlar ni el mensaje, ni su difusión. Esto lo reconoce hasta el Sr. Rubalcaba, hombre de palabras medidas, que no tiene problema para soltar una perla como que «El terrorismo internacional no existiría si no existiera Internet«. Y por supuesto, muy probablemente no nos enteraríamos de sus palabras si no fuera por la Red.
Wikileaks es hijo de este cambio histórico. Los que quieran verlo como una anécdota, allá ellos. Lo dije en su momento “Wikileaks es más que una marca global”. Cuando hoy leo que ‘The New York Time’ impulsa una sección de filtraciones, poco después que Al Yazira tuviera una iniciativa similar, no es que Wikileaks ha abierto una nueva variante de periodismo. Eso sólo es la punta del iceberg, lo que está sucediendo es el ‘cambio histórico’ argumentado por Tapscott.
La colaboración, apertura y transparencia, interdependencia, compartir y ser íntegros, son los principios fundamentales del futuro. Y esto será así aunque la TV broadcast siga vigente, sigan habiendo dictaduras, los corruptos se arrimen a la política, se cierren webs o se siga mercadeando con la redacción de las leyes ante la atónita mirada de tirios y troyanos (Ley Sinde “evolution”).
Si hago una mirada al futuro, aparte de menos confort en todos los sentidos, veo Internet, revolución social y emprendedores. Esto no es excluyente, ni el cambio concluirá pasado mañana. El cambio es imparable, por más que algunos quieran evitarlo o no quieran verlo. Está sucediendo y -por favor- recuerda que los dinosaurios no se extinguieron de un día para otro.