Papel crucial dentro de la «New Space Economy»
La «industria de lanzamientos espaciales» juega un papel crucial dentro de la «New Space Economy» por varias razones fundamentales que reflejan su importancia en el conjunto de esta nueva economía espacial.
Primero, la reducción de los costos de lanzamiento ha sido un factor determinante para hacer el espacio más accesible. La innovación tecnológica y la reutilización de cohetes han permitido disminuir significativamente los costos asociados a enviar cargas útiles al espacio, lo que ha abierto la puerta a una mayor participación de empresas privadas y ha estimulado la competencia y la diversificación de servicios.
Segundo, la industria de lanzamientos espaciales es el facilitador de todas las demás actividades económicas en el espacio. Sin la capacidad de lanzar satélites y otras cargas útiles al espacio de manera eficiente y económica, sería imposible desarrollar infraestructuras críticas para telecomunicaciones, observación de la Tierra, investigación científica, y exploración interplanetaria, entre otros].
Tercero, esta industria impulsa la innovación y el desarrollo tecnológico. Los desafíos asociados a los lanzamientos espaciales han llevado a avances significativos en materiales, sistemas de propulsión, y tecnologías de recuperación y reutilización de cohetes, que tienen aplicaciones tanto dentro como fuera del sector espacial.
Cuarto, los lanzamientos espaciales tienen un impacto económico directo e indirecto significativo. Generan empleo, impulsan el crecimiento de un ecosistema de empresas de tecnología espacial, y atraen inversiones tanto públicas como privadas. Además, el desarrollo de infraestructuras espaciales contribuye a la economía global al facilitar servicios como la navegación por satélite, la meteorología, y la conectividad global.
Finalmente, la industria de lanzamientos espaciales es esencial para la sostenibilidad a largo plazo de la actividad humana en el espacio. La creciente preocupación por la basura espacial y la necesidad de regulaciones para garantizar operaciones seguras y sostenibles en el espacio son aspectos que esta industria debe abordar para asegurar el futuro de la New Space Economy.
Más allá de los cohetes
Teniendo claro que estado actual de la industria de lanzamientos espaciales trasciende la simple concepción de los cohetes como meros vehículos de propulsión, Jacqueline Feldscher ha pasado explorado la situación actual preguntando a los principales protagonistas en su artículo The State of Launch en Payload.
En primer lugar, destaca que en el contexto dinámico actual, Rocket Lab se posiciona como el segundo lanzador más prolífico de Estados Unidos, solo superado por SpaceX.
Durante el año 2023, Rocket Lab ha programado diez misiones espaciales, ofreciendo sus servicios a entidades gubernamentales de renombre como la NASA y la Oficina Nacional de Reconocimiento. Sin embargo, es notable que la empresa haya obtenido mayores ingresos a través de la comercialización de satélites que de su núcleo de lanzamientos durante los años 2023 y 2022. En un movimiento estratégico, Rocket Lab ha anunciado en febrero la disponibilidad de su catálogo de naves espaciales para la venta.
Peter Beck, CEO de Rocket Lab, compartió con Jacqueline Feldscher una visión estratégica sobre el futuro del sector: «Si posees el acceso al espacio, tienes la opción de lanzar satélites ajenos o los propios«. Beck proyecta que las corporaciones espaciales que dominarán el mercado no se definirán exclusivamente como operadores de lanzamientos o fabricantes de satélites. En cambio, serán entidades multifacéticas que emplearán estas capacidades como medios para desplegar infraestructura y ofrecer soluciones integrales a sus clientes.
Tres empresas marcan una tendencia
En el panorama actual de la industria espacial, Blue Origin se destaca por haber llevado su cohete New Glenn a la plataforma de lanzamiento por primera vez en febrero, evidenciando su diversificación en múltiples segmentos del sector. La compañía no solo se enfoca en vuelos de turismo espacial suborbital, sino que también está desarrollando una estación espacial comercial y un módulo de aterrizaje lunar. Por su parte, SpaceX, aunque no ha emitido comentarios al respecto, continúa con la expansión de su proyecto Starlink, que busca proporcionar acceso global a Internet, al mismo tiempo que avanza en su negocio de lanzamientos, que abarca desde el Falcon 9 hasta el Starship.
Por otro lado, algunas empresas mantienen su enfoque primordial en el ámbito de los lanzamientos. Es el caso de Relativity Space, que utiliza la impresión 3D para la fabricación de sus cohetes y ofrece servicios de impresión, incluyendo un contrato con el gobierno de Estados Unidos. Tim Ellis, CEO de Relativity Space, explicó a Payload que la impresión 3D permite a la empresa innovar rápidamente en el diseño de cohetes, lo que contribuye directamente a sus metas de lanzamiento, en lugar de operar como una división independiente.
A pesar de que Ellis reconoce que varios actores de la industria están explorando nuevas fuentes de ingresos, sostiene que esto no se debe a la falta de oportunidades en el sector de lanzamientos. Por su parte, Tory Bruno, CEO de United Launch Alliance (ULA), afirmó que su compañía se centrará en perfeccionar su nuevo cohete Vulcan, en lugar de diversificar su cartera hacia nuevas áreas de la industria espacial.
Bruno subrayó la importancia de que ULA se concentre en habilitar las cargas útiles de terceros, evitando así competir con sus propios clientes. Además, si ULA se aventurara en la construcción de satélites o en la oferta de servicios adicionales, entraría en competencia no solo con sus clientes, sino también con sus empresas matrices, Boeing y Lockheed Martin, que ya poseen extensas carteras de naves espaciales. Algunos ejecutivos del sector especulan que ULA podría tener la oportunidad de expandirse una vez que se concrete su venta a nuevos propietarios.
2024 es el año crucial para el futuro de los lanzamientos espaciales
El año 2024 se perfila como un momento decisivo para la industria de lanzamientos espaciales, con la expectativa de que cohetes que han estado en desarrollo durante años finalmente lleguen a la plataforma de lanzamiento. Entre los nuevos vehículos que podrían realizar su vuelo inaugural este año, destacan el Vulcan de ULA y el Gravity-1 de la startup china Orienspace, que ya han hecho su debut. A pesar de la entrada de nuevos competidores, los expertos consultados por Payload coinciden en que el principal desafío que enfrenta la industria es la capacidad de suministro, ya que la flota actual de cohetes no puede satisfacer la creciente demanda de acceso al espacio.
En este contexto, Rocket Lab emerge como un actor clave, no solo por su capacidad para realizar lanzamientos frecuentes y confiables, sino también por su ventaja competitiva en asegurar la «capacidad de suministro». Esta ventaja se debe en gran medida a su alto grado de integración vertical, lo que le otorga un control excepcional sobre su cadena de suministro. Esta integración permite a Rocket Lab garantizar eficiencias, certeza en costos, cronogramas y calidad, aspectos cruciales para satisfacer la demanda del mercado y asegurar el éxito de las misiones.
Rocket Lab ha demostrado su capacidad para responder rápidamente a las necesidades del mercado, gracias a su enfoque en la innovación y la eficiencia en la producción. La compañía utiliza técnicas avanzadas de fabricación, como la impresión 3D, para reducir significativamente el costo y el tiempo necesarios para los lanzamientos de satélites. Además, la adquisición de su propia plataforma de lanzamiento en Nueva Zelanda proporciona a Rocket Lab una ventaja competitiva adicional, permitiéndole realizar hasta 120 lanzamientos al año debido a la escasa interferencia del tráfico aéreo.
La reciente adjudicación de un contrato de 0.5 mil millones de dólares para diseñar y construir una constelación de satélites para la Agencia de Desarrollo Espacial destaca aún más la posición de Rocket Lab como líder en el sector. Este contrato no solo establece a Rocket Lab como un contratista principal de satélites, sino que también subraya su capacidad para proporcionar diversidad en la cadena de suministro al Departamento de Defensa de EE. UU. a través de su integración vertical.
En resumen, la ventaja competitiva de Rocket Lab en asegurar la «capacidad de suministro» se basa en su integración vertical, su enfoque en la innovación y la eficiencia en la producción, y su capacidad para realizar lanzamientos frecuentes y confiables. Estos factores colocan a Rocket Lab en una posición única para satisfacer la creciente demanda de acceso al espacio y contribuir significativamente al futuro de la industria de lanzamientos espaciales.
El futuro de los lanzamientos: Entre gigantes y agilidad
La industria espacial se encuentra en un punto de inflexión, debatiendo el futuro de los lanzamientos entre vehículos pesados y ligeros. Por un lado, ejecutivos como Tory Bruno de ULA y Tim Ellis de Relativity Space, quienes están al frente de proyectos de cohetes de mediano a gran porte, defienden la idea de que los lanzadores de mayor tamaño representan el futuro de la industria. Bruno anticipa que el mercado podría sostener uno o dos lanzadores pequeños, pero ve a los vehículos de lanzamiento más grandes como la solución óptima para una gama de misiones que abarca desde activos de seguridad nacional de gran envergadura hasta el despliegue de numerosos satélites pequeños necesarios para las constelaciones. «Antes pensaba en dos o tres, pero ahora realmente creo que uno o dos», expresó Bruno, señalando la creciente dificultad para obtener financiamiento en un momento crítico de expansión de mercado.
Por otro lado, Peter Beck de Rocket Lab sostiene la necesidad de vehículos de lanzamiento pequeños y dedicados, citando al cohete Electron como un caso de éxito. Se espera que Electron realice más de 50 lanzamientos este año, duplicando su cadencia de lanzamiento en comparación con el año anterior. Beck refuta la idea de que los servicios de viaje compartido puedan cubrir todas las necesidades del mercado, argumentando que el éxito en ventas y lanzamientos de Rocket Lab en los últimos años demuestra la viabilidad y necesidad de lanzadores pequeños dedicados.
Mike French, de la Asociación de Industrias Aeroespaciales, coincide en que existe un caso de negocio sólido para los lanzadores pequeños, especialmente para misiones de demostración, y destaca que Rocket Lab ha logrado encontrar una fórmula exitosa después de un período de inestabilidad en el mercado de lanzamientos pequeños.
Este debate refleja una industria en evolución, donde tanto los gigantes capaces de transportar cargas pesadas como los ágiles lanzadores dedicados a cargas más ligeras tienen un papel crucial que desempeñar. La diversidad en el tamaño y capacidad de los vehículos de lanzamiento no solo amplía las opciones disponibles para los operadores de satélites, sino que también fomenta la innovación y adaptabilidad en un sector que continúa expandiéndose y enfrentando nuevos desafíos.
La clave para el futuro de los lanzamientos espaciales residirá en encontrar un equilibrio que permita aprovechar las ventajas de ambos enfoques, satisfaciendo así la creciente demanda de acceso al espacio en todas sus formas.
Financiación en la industria Espacial: Un nuevo desafío
La era de las empresas de lanzamiento espacial que, con planes de negocios poco rigurosos, conseguían importantes rondas de financiación ha quedado atrás. En el contexto actual, incluso las compañías más consolidadas y con estrategias bien definidas enfrentan obstáculos para obtener capital. «La burbuja de los SPAC ha estallado«, afirmó Tory Bruno, lo que ha generado un efecto inhibidor en el sector. Esto implica que incluso los vehículos de lanzamiento con potencial para atender al mercado existente luchan por conseguir la inversión necesaria para su desarrollo y operación.
La tendencia hacia la consolidación en la industria de lanzamientos espaciales se ha vuelto una predicción común entre los líderes del sector. Se espera que las empresas formen alianzas estratégicas que les permitan capitalizar las fortalezas de cada una y mejorar su posición en el mercado. «O eres exitoso, eres bueno en ello y puedes escalar, o no lo eres«, señaló Peter Beck, sugiriendo que el futuro de la industria espacial dependerá de la capacidad de las empresas para adaptarse y sobrevivir en un entorno cada vez más competitivo y selectivo.
Este escenario de financiamiento desafiante se ve reflejado en la disminución del 25% en la recaudación de fondos por parte de empresas espaciales privadas en 2023, comparado con años anteriores. Además, la consolidación del mercado satelital, como la adquisición de Inmarsat por parte de Viasat, indica que la industria está en un proceso de maduración donde las fusiones y adquisiciones podrían ser una ruta común para el crecimiento y la supervivencia.
En este contexto, las empresas deben buscar nuevas formas de financiamiento y considerar asociaciones estratégicas como una vía para acceder a recursos adicionales y oportunidades de negocio. La financiación gubernamental también se presenta como una opción viable, especialmente para pequeñas empresas que buscan desarrollar tecnologías avanzadas en el ámbito espacial.
En resumen, la industria espacial se encuentra en un punto de transición financiera, donde la capacidad de innovar, formar alianzas estratégicas y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado determinará qué empresas podrán continuar su trayectoria ascendente en el competitivo cosmos de los lanzamientos espaciales.
Preocupaciones regulatorias de la industria de lanzamiento
Los ejecutivos de la industria también destacaron múltiples áreas regulatorias que seguirán de cerca en 2024:
- Desechos orbitales: Bruno dijo que los esfuerzos para limitar los desechos y aumentar las capacidades de seguimiento en órbita son una prioridad para él, ya que una mayor congestión en el espacio podría generar menos ventanas y más cortas para el lanzamiento. “Se oye hablar del síndrome de Kessler”, dijo. «Esto ya no es ciencia ficción como solía ser, ya que las constelaciones se vuelven cada vez más densas» (ver La amenaza de la basura espacial y el síndrome Kessler).
- Licencias de lanzamiento: Ellis dijo que está observando cómo el proceso federal de concesión de licencias de lanzamiento puede seguir el ritmo a medida que la cadencia y el número de lanzamientos cada año siguen aumentando y nuevos jugadores siguen apareciendo en escena.
- Seguridad nacional: Beck dijo que está observando de cerca la próxima rampa de acceso al programa de lanzamiento espacial de seguridad nacional.
- Rangos: French dijo que está atento a la congestión en los campos de lanzamiento y si el gobierno necesitará establecer más puertos espaciales o recurrir a sitios de lanzamiento menos utilizados como Wallops o Kodiak para absorber el crecimiento en los lanzamientos.
- $$: Un portavoz azul llamó al Congreso e instó al gobierno a ser «intencional en su apoyo a la industria espacial» con «financiación confiable y predecible».
Conclusión
Jacqueline Feldscher pidió a cada uno de los líderes con los que habló que describiera el estado de la industria de lanzamientos espaciales en un par de palabras o una frase corta. Esto es lo que dijo cada uno de ellos:
«Es fuerte. El país está en un lugar mucho mejor que antes. Hubo varios años en los que ULA fue el único proveedor. Ahora hay múltiples proveedores. Así que tenemos una base industrial más amplia exactamente en el momento en que nuestra nación enfrenta grandes desafíos por parte de Rusia y especialmente de China”, dijo Bruno.
«El estado de la industria de lanzamientos espaciales ya no se trata de tonterías, sino de ejecución«, dijo Beck.
«El estado de la industria de lanzamientos espaciales necesita competencia«, dijo Ellis.