Ayer recibía un email de un amigo y excompañero de Madrid, con el que solemos colaborar desde QuinTeam en algunos proyectos. Su compañía se dedica a la creación y diseño de marcas.
Me escribía un previsible email para informarme que no sabía nada acerca del resultado de un concurso al que nos presentamos conjuntamente el pasado mes de julio. El concurso –que fue convocado como siempre deprisa y con urgencias- todavía no se ha decidido. O al menos eso es lo que mi amigo quiere pensar.
Sinceramente no puedo decirle lo que realmente pienso. Que fue una tomadura de pelo y que participé más por mi compromiso con él, que por convicción de conseguir ese utópico cliente.
Transcribo una parte de su email porque resume bastante bien mi opinión respecto a esa práctica, tan extendida entre los anunciantes y tan mal planteada y peor ejecutada.
“Preferiría escribirte con noticias, pero lamentablemente todavía no sabemos nada. Hemos desistido de llamar ya que siempre nos dicen lo mismo, que las decisiones en la casa son siempre muy lentas.
Creo que con la urgencia que se convocó el proceso y las prisas que supuestamente tenían, el que ahora no digan nada significa una de tres cosas:
- Son bastante ineptos
- Han decidido no hacer nada por el momento
- Han tomado una decisión y no quieren decirnos nada (todo era tan confidencial)
Siempre queda la posibilidad que el proceso mismo no era más que buscar opiniones y nos han hecho trabajar gratis.
De todas formas, cualquiera que sea la respuesta, nos causa malestar y desagrado. Esta experiencia y otra más reciente en la que concursamos con diseños ganadores pero perdimos ante un burro de logo mal engendrado, nos han convencido: NO MÁS CONCURSOS CREATIVOS. Ya sabemos que nos cerramos muchas puertas, pero creo que viviremos más tranquilos y mejor si acatamos esta filosofía. De todas formas, vuelvo a agradecer tu participación y la de tu equipo”….
Pese a todo, no reniego de los concursos. Pueden ser un buen mecanismo de selección de agencia. Siempre, claro está, que se hagan con honestidad y criterios profesionales. Algo no muy habitual…