Lo mejor del día de ayer fue que por fin se acabó el ruido de la contienda electoral catalana. Los resultados de ayer dejan pocas dudas. Cambio profundo del mapa político catalán, algo que los sondeos de los últimos tiempos ya adelantaban: retorno de CiU al Govern y caída libre del PSC. Artur Mas será el nuevo president de la Generalitat de Calaunya y –afortunadamente- lo hará con una amplia mayoría, que no mayoría absoluta. Éste es un detalle transcendental. Mas podrá gobernar sin coaliciones raras ni pactos anti natura.
El reto del nuevo Govern es gigantesco. Como me respondía a un DM @lluisrecoder “el reto es difícil pero no os fallaremos”. Estamos en una situación complicada en la que no es recomendable hacer experimentos. Confío en que puedan pactar las medidas de impulso económico con quien corresponda, porque supongo que los del extinto ‘Tripartit’ estarán todavía relamiéndose sus heridas. Como también confío que las medidas de carácter identitario no serán el epicentro y queden relegadas a un discreto segundo plano. Ahora no toca.
Los ochos años de “travesía del desierto” de Artur Mas le han sentado bien. La cura de humildad del “hereu” (heredero) de Jordi Pujol, lo han convertido en un líder. Lo digo convencido. Sus primeras palabras fueron “Humildad, responsabilidad y esperanza” y se declaró «servidor y no salvador» de Catalunya.
Hizo un llamamiento al consenso y a la colaboración de todos. Sin distinción de siglas políticas: «Necesitaremos la ayuda de todos porque Catalunya la tendremos que levantar entre todos. Necesitamos un país movilizado porque necesitaremos todos sus activos. Por eso os convoco a todos a sumar esfuerzos durante los próximos años para conseguir una Catalunya mejor, próspera y respetada, que tenga prestigio de todos«. Una actitud de visión compartida que habrá que ratificar los próximos meses pero que apunta buenas maneras.
El reto de Mas no era ganar las elecciones, el reto es impulsar un cambio, iniciar una nueva etapa más acorde con la nueva era en que vivimos. Ojalá se olvide del partido y gestione como un estadista. Trate a los ciudadanos como adultos, con sinceridad y honestidad aunque sean malas noticias. Que no le falte atrevimiento para a ilusionarnos con un proyecto transformador, una administración ‘business friendly’, etc.
Los que quieran experimentos extemporáneos y seguir en el mundo de los ‘teletubbies’ les recomiendo comprar un billete de avión y quedarse una temporada en Irlanda… junto con Joan Herrera (ICV).
Fue una noche electoral diferente, en la que el sondeo de TV3 y los primeros datos del escrutinio, nos pusieron al borde del abismo, dando representación a PxC (partido xenófobo). Una noche en la que se confirmó un nuevo grupo Mixto explosivo: cuatro representantes del partido del Sr.Laporta, que es como si una versión inteligente –y más letal- de Belén Esteban se colara en el Parlament, junto a tres representantes de Ciutadans, partido que se esfuerza en caer antipático. Un cocktail potente, para una gran fragmentación parlamentaria, que seguro que nos regalará potentes titulares los próximos años.
Pasar página a la etapa del ‘Tripartit’ costará, aunque confío que la rápida ejecución del programa electoral de CiU lo haga olvidar pronto. Hoy se inicia una nueva y positiva etapa en Catalunya… y en España. No lo olvidemos. Artur Mas estuvo fino con su intervención: «Cuanto mayor es la victoria, mayor tiene que ser la humildad«. Buena divisa para empezar. Algunos deberían tomar nota.